Capitulo 49 "confrontación"

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Al día siguiente.
Es temprano, todos duermen menos yo. Salgo cuidadosamente de la carpa y me estiro un poco. La luz lastima un poco mis ojos, me acostumbro y veo con claridad.
La luz del sol brilla como nunca y esto crea una especie de espejo en el agua.
Yo busco algo para comer en la nevera portátil, saco una lata de cerveza y un paquete de frituras. Me siento junto a una palmera y como mirando hacia la playa.
Me ahogo tanto en mis pensamientos que no me doy cuenta cuando Calle se sienta al lado mio hasta que me habla.
—Buenos días, Poché(dice Calle).
—Buenos días (Poché responde fríamente).
—¿Cómo dormiste?
—No muy bien, ¿y tú?
—Igual, un poco incómoda
—¿Ah sí? Pero parecías estar muy cómoda abrazando a mi hermana (dice Poché en tono celoso).
Silencio incómodo.
—( Poché continua) ellos siguen durmiendo, ¿por qué no te quedaste ahí?
—Oh, vamos (dice Calle en tono de burla).
—¿Qué?
—(Calle ríe) acompáñame.
—¿A dónde?
—Donde no nos puedan ver (Calle se pone de pie y agarra a Poché del brazo).
Tomo lo poco que quedaba de mi cerveza y me dejo guiar por Calle, quien busca con la mirada un lugar seguro, sonríe y camina rápidamente.
A pesar de estar enojada, una sonrisa aparece en mi boca. La misma sonrisa de Calle. Esa sonrisa que aparece involuntariamente cuando sabes que estás haciendo algo "malo" pero que contradictoriamente te hace sentir bien. La magia de prohibido.
Ella y yo le damos la vuelta a unas piedras enormes, piedras que nos pueden triplicar la estatura. Entonces nos miramos fijamente.
Ella se acerca hacia mí sonriendo y acaricia mi cabello y mi cara. Me agarra suavemente y me besa.
Calle me pega a la pared liza de la roca y continua besándose. Estoy intentando decirle "no" pero mi cuerpo le dice "sigue". Mis manos involuntariamente la agarran por la cintura y bajan hasta su trasero. Ella busca mi cuello y me besa ahí, mi punto débil.
Entonces sus hábiles dedos desatan la parte de arriba de mi vestido de baño, dejando al descubierto mis senos. Ella sonríe atrevidamente y toca mis senos. Se lleva uno a la boca y lo succiona.
Yo retiro mis manos de su cuerpo, estoy luchando conmigo misma. Quiero hacerle el amor una vez más, pero el remordimiento no me deja.
—Para, por favor (suplica Poché).
—¿Por qué?
—Esto está mal.
—Una vez lo hicimos al aire libre, en las colinas, ¿por qué no aquí? (Calle sonríe).
—No me refiero a eso (dice Poché , Calle la entiende y retrocede un paso).
Silencio.
—( Poché continua) sigues con mi hermana.
—Así es...
—( Poché interrumpe) ¿qué piensas hacer?
—No lo sé (Calle baja la mirada).
—¿No lo sabes? ¿Esperabas que siguiera así contigo? ¿Siendo tu amante? (pregunta Poché indignada).
—Tú sabías bien en que te metías desde que nos besamos en el cuarto de mi hermano hasta ahora (dice Calle).
Silencio incómodo.
—¿Sabes qué? Sí, tienes razón. Soy una estúpida por pensar que aún me amabas cuando todo lo que has querido este tiempo es sexo.
—Oye, para ahí, yo no quiero sólo "sexo" (dice Calle indignada).
—Entonces, ¿cómo explicas esto? (dice Poché   refiriéndose a la situación).
—Es algo que simplemente pasa. Yo no esperaba hacerlo contigo anteayer, pero pasó. ¿Crees que eres la única que se siente mal por eso? Te tengo noticias, no es así. Yo siento lo mismo que tú sientes (dice Calle enojada).
—¡Pareció no haberte importando, pareció que disfrutabas serle infiel! (Poché replica alzando la voz).
—¡No disfrutaba por ser infiel, disfrutaba porque era contigo! (exclama Calle).
Silencio.
—(Calle continua más calmada) yo te amo, pero... Vamos, no puedo dejarlo así tan fácil. Le debo muchas cosas, él estuvo junto a mí cuando mis papas se separaron.
—Si me amaras no estaríamos así, escondiéndonos detrás de una puta roca y burlando a mi hermana y mi padre.
— Poché... (Calle toma a Poché del brazo pero ella se suelta).
—Avísame cuando sepas qué es lo que quieres (dice Poché).
Me amarro la parte de arriba de mi bikini tan rápido como puedo y me voy enojada de ahí.
Camino sin parar, escucho a Calle llamándome por mi nombre, entonces volteo y la miro, ella me mira y se detiene. Vuelvo mi vista hacia adelante y veo a mi hermana sentada en la arena mirándonos, mientras papá desarma la carpa.
Me acerco a Valeria y me siento a una distancia prudente, Calle llega a paso lento y la besa. Ella está enojada y sospecha algo, lo sé.
—Buenos días (dice el Sr. Garzón ).
—Buenos días (contestan Calle y Poché).
—¿Ya desayunaron? Saldremos en unos minutos (anuncia el Sr. Garzón).
—Yo ya comí (contesta Poché ).
—Yo puedo hacerlo en el camino (contesta Calle).
Valeria permanece en silencio mirándome. Papá termina con la carpa y cada uno agarra su maletín.
Empezamos a caminar por donde vinimos. Papá va adelante, yo unos pasos atrás y Calle y Valentina de últimos.
Están discutiendo, no creo que papá pueda escucharlos pero yo sí.
El ambiente está incómodo, evito voltear hacia atrás. No quiero encontrarme con la mirada de odio de mi hermana y la tentadora mirada de Calle

Jugando a Amar (Adaptación Caché)-TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora