Jugando a Amar (Adaptación Caché)-Terminada

Capitulo 28 "Amigos"

Anoche lloré de nuevo hasta quedar dormida. Ahora estoy un poco más calmada. ¿Quién lo diría? Yo llorando por una chica.
Camino hacia mi salón, llego, coloco mi maletín en el suelo y me siento en mi silla. No tengo ganas de hablar ahora, así que continúo mirando hacia el frente. La profesora de inglés inicia su clase.
Después de ella damos 2 horas de política y una de química. Entonces suena el timbre del receso.
Paula y yo vamos primero al baño, como siempre, y después nos encontramos con Sandra y Normani.
Las chicas están hablando, yo estoy distraída mirando a la nada. Entonces sucede, Calle pasa caminando frente a nosotras. Ambas nos miramos fijamente, ella aparta la mirada y se dirige hacia la biblioteca con 2 cuadernos y un libro.
—Tan raro, Calle no nos saludó (dice Sandra, Paulabaja la mirada).
—Quizá no nos vio (dice Normani).
—Sí nos vio (dice Poché, todas la miran). Terminamos ayer.
—¿Qué? (pregunta Normani sorprendida).
«Aquí vienen las preguntas...»
—¿Estás bien? (pregunta Sandra).
—No, me siento como una basura (responde Poché).
—¿Por qué terminaron? (preguntó Normani).
—Ayer fui a una fiesta con Cristian y Paula. Da la casualidad que Calle también conocía a la chica de la fiesta y fue. Entonces la chica hizo un comentario inocente sobre Cristian y yo, Calle le preguntó si éramos novios y bueno, el resto lo imaginan (Poché cuenta).
—El mundo es tan pequeño (dice Sandra).
—¿Le comentaste lo del reto? (pregunta Normani).
—Sí, le expliqué todo, pero ella prefirió terminarme, dijo que ya no podía confiar en mí (Poché responde con la mirada baja).
—Lo siento mucho, Poché(Normani abraza a Poché).
—Gracias.
—Al menos ahora entiendo por qué tus ojos están hinchados (Sandra se recuesta sobre la pared y reflexiona).
Afortunadamente Mani cambia el tema de la conversación y las chicas le siguen la corriente para no hacerme sentir incomoda.
Trato de olvidarme de Calle por lo menos por unos segundos y volver a ser la misma Calle de antes, pero no puedo. Demonios.
***
Llego a casa, para mi sorpresa Cristian estaba esperándome afuera. No me queda de otra que dejarlo entrar.
Ambos nos sentamos en la sala.
—Te he estado llamando todo pero no respondes al celular (dice Cristian).
—No tenía ánimos.
—Supongo que está de más preguntar cómo te fue con la chica.
(Poché baja la mirada).
—Te seré sincera, Cristian, yo me llegué a enamorar de Calle, la amo pero ahora todo está arruinado.
—Lo sé, cuando hablabas de ella los ojos se te iluminaban y sonreías cada vez que me contabas sobre sus salidas. Supongo que ese fue el riesgo que debía correr al dejarte estar con otra persona.
—Yo realmente no esperaba llegar a sentir eso por ella, simplemente pasó.
—No se trata de lo que sientas por ella, si no de lo que sientas por mí. Nuestra relación no iba bien incluso antes de que ella entrara a tu vida. Cometí muchos, a pesar de eso intenté hacerte feliz. Pero supongo que cuando es, es y cuando no, no.
—Lo siento Cristian (Poché abraza a Cristian y rompe en llanto).
—No pasa nada, todo está bien. Sólo quería decirte que en mí tienes un amigo más, no te preocupes por lo del reto, eso queda entre nosotros. Y realmente espero, de todo corazón, que estés bien y que seas feliz, así no sea conmigo (Cristian sonríe).
—Gracias, yo... lo mismo digo.
Cristian me besa en la frente y se va.
***
Días después.
Estos días han sido eternos.
La misma rutina de siempre, exámenes, tareas, verla entrar a la biblioteca todos los días. Varias veces he entrado ahí con la excusa de pedir un libro o hacer una tarea sólo para verla. Me hace daño pero, al mismo tiempo, me hace bien. En cambio para ella, el verme es algo de lo cual puede prescindir.
Lo único bueno es que papá me levantó el castigo ya que no puede vigilarme por su horario de trabajo, siempre es así, pero aún sigue enojado conmigo.
Las chicas han organizado actividades para distraerme, planearon unas cuantas salidas a cine y a comer pizza pero nada funciona.
De hecho ahora estamos en casa de Sandra, todas hablan y ríen, y yo, yo aquí acostada en una hamaca pensando en Calle.
—¿Vas a aceptar su salida a comer? (le pregunta Paula a Sandra).
—No lo sé, hasta ahora se ha portado como un príncipe conmigo, es caballero y respetuoso (Sandra responde con una sonrisa de oreja a oreja que dura poco) pero, una amiga me dijo que tiene fama de mujeriego (Sandra baja la cabeza).
—Oh, eso daña todo (dice Paula).
—Yo pienso que debes arriesgarte, quizá sean sólo rumores (dice Normani).
—¿Tú que piensas, Poché? (pregunta Sandra, todas miran a Poché quien está sumergida en una de sus fantasías).
—¿Eh? Disculpa ¿Qué? (pregunta Poché ).
—Que ya estoy cansada de verte así (Sandra se pone de pie, todas la miran en silencio). Ha pasado más de una semana y sigues... estática. ¡Es como si tu mente estuviera en Plutón y tu cuerpo aquí tirado junto a nosotras!
Silencio incómodo.
—Lo siento Sandra, yo...
—(Sandra interrumpe a Poché) no digas "lo siento". Respóndeme algo, ¿la amas?
—(Poché suspira) demasiado.
—Entonces recupérala (hace una pausa) sé que de todas yo he sido la que menos ha estado de acuerdo con esa relación, pero me enferma verte triste.
Me sorprende mucho la actitud de Sandra. Ella es la más conservadora de las cuatro, y me atrevería a decir que heterosexual, y me propone reconquistar a Calle.
—¡Recuperémosla! (exclaman Paula y Poché poniéndose de pie).
—Vamos Poché, la conquistaste una vez cuando era heterosexual, puedes conquistarla de nuevo (Normani guiña el ojo).
—¿Funcionará? (Poché pregunta).
—Tal vez sí, tal vez no, el punto está en intentarlo y jugársela toda (dice Paula sonriendo).
—¿Qué dices? (pregunta Sandra, Poché piensa un momento y después se pone de pie).
—Hagámoslo.
Intentar recuperarla es una idea loca, pero podría funcionar. Las chicas me apoyan. ¡Tengo las mejores amigas del mundo!
Desde que tengo memoria, yo siempre he conseguido todo lo que quiero y Daniela Calle no fue la excepción. Volverá a ser mía, haré que me perdone.
El plan está listo. El resto es cosa del destino.