Sin decir más, sus labios se unieron, en un largo y apasionado beso. Erik la estrechaba fuerte contra él, sintiendo los latidos acelerados de Rebecca. Ella quiso alejarse, pero la retuvo, tomándola de la nuca y obligándola a quedarse; hasta que al fin ella cedió. Aflojo su cuerpo, que permanecía tenso hasta ese momento. Cruzó sus brazos por detrás del cuello de él, dejando que todo fluyera, sus lenguas chocaban una y otra vez, y sus bocas buscaban guardar todo el sabor exquisito del otro.
La falta de aire fue el único motivo, de que esas bocas, hechas una para la otra, se separasen.
Los ojos de Rebecca brillaban con intensidad, estaba sorprendida por aquel arrebató; en cambio Erik no mostraba asombro, si no satisfacción, que lo demostraba con una gran sonrisa, y el no haberla soltado, ni cuando sus labios ya no se tocaban.
-Erik...-susurró Rebecca.
-Eso fue increíble- volvió a capturar los labios de Rebecca.
Pero esta vez ella lo detuvo. Se alejó mirándolo a los ojos.
-Disculpa... pero debo irme-Rebecca tomó sus cosas y salió corriendo.
A pesar de que ella se negara a reconocer que eso había sido, mágico e inusual, él no podía borrar su sonrisa...
Rebecca alcanzó a Sophie, quien se dirigía a su coche.
-¡Hey nena! ¿Cómo estas?-dijo Sophie, viendo a Rebecca ponerse a su lado.
-Metete en el coche, y llévame-ordenó.
-Espera un momento debo ir por Thomas- respondió Sophie al verla rodear el coche.
-No me interesa, cancela.
Lanzó una carcajada-¿Acaso te has vuelto loca?
-¡Maldita sea! ¡Sólo sube al estúpido coche! ¿¡Qué no ves que necesito hablar contigo!?- se dejó caer de espaldas al coche.
-Sube-le dijo Sophie con calma.
Rebecca subió y se colocó el cinturón de seguridad. Sophie se acomodó en su asiento y sin encender el coche, se giró hacia ella.
-Vamos, dime que sucede...
-Es que...-miró hacia la ventana del coche- todo esta al revés.
-¿De qué hablas?-frunció sus cejas.
De repente, miró hacia el frente, y comenzó a hablar sin detenerse- ¡ERIK! ¡ERIK! Y ¡ERIK! ¡ÉL ES MI MALDITO PROBLEMA!
-wow wow tranquila nena...
-No puedo tranquilizarme ¡Todo esta jodidamente de cabeza! Mira como me visto, como hablo, he cambiado todo mi estilo de vida... ¡Sophie! ¡Olvide que tenía un examen, y reprobé!-tomó una gran bocanada de aire.
-Cielos Rebecca... No creo que sea todo así...-pusó su mano, sobre la rodilla de ella.
-¡Si es para tanto! Estoy perdiendo el eje de mi vida...
-Bueno, pero algo positivo debe haber, por lo menos es atractivo...
-Sophie, no es el momento- la interrumpió.
-Debe besar exquisitamente bien...-río con picardía.
Fue inevitable para Rebecca, no recordar el beso, que hacia minutos antes se había dado. Así como tampoco pudo evitar, sonreir y sonrojarse. Todavía tenia la sensación de la mano de Erik sobre su cintura. El fuego que habían provocado sus bocas, todavía la quemaba.
-¿Rebecca?-Sophie pasaba la mano por delante de su rostro.
-¿Qué sucede?-dijo risueña.
Sophie comenzó a reír-¿Acaso estas en un trance o algo así?
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De Cabeza Por Amor.
RomanceRebecca Lonary, no usaba malas palabras, no maldecía, el orden y la prolijidad la caracterizaban. Llevaba el estudio como único estilo de vida. No había quien acabara con su infinita paciencia. Hasta que un día, en un esperado intercambio estudianti...