Capitulo 20

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-¿Qué significa todo esto?-
-Significa que te amo.

-Eso no tiene ningún sentido ¿Me secuestras porque me amas?

-No es un secuestro Rebecca, me detendré aquí, para que tú decidas.

-¿Decida qué?

Estacionó-Quiero que me des una oportunidad esta noche, que me dejes amarte.

-¿Y Lizzy?

-Ella es una amiga, y tú tenías razón, se confundió y me besó.

-Siempre tengo razón.

-Lo sé cariño... por eso quiero que tú decidas, puedes volver con Connor o quedarte y darme la oportunidad de demostrarte que realmente quiero estar contigo.

Rebecca lo miró a los ojos, a esos profundos ojos, que tantas veces la habían hecho temblar...

-Abre la puerta.

-De acuerdo- destrabar los seguros.

Rebecca se bajó.

Erik apoyó su frente contra el volante y se negó a llorar. Todo estaría bien.

Golpearon la ventanilla del coche.

-¡Ya corro el maldito coche!- exclamó furioso.

-Soy yo de vuelta.

-¡Rebecca, cariño!- abrió la puerta- No te fuiste...

-Una vez, una amiga, que veo que a ti te ha ayudado mucho, me ha dicho que la vida se pasa muy rápido.

-Por un momento pensé que no tendríamos otra oportunidad.

-¿A dónde iremos?

-Ya verás...

Encendió el coche y condujo hasta destino.

-¿Mi casa?- peguntó confundida.

-Sólo sígueme.

Salieron del coche y Erik, tomando su mano la llevó hasta arriba.

Al abrir la puerta, Rebecca ingresó primero y no creía lo que veía.

El suelo estaba cubierto por pétalos de rosas, en el centro de la sala habían dos almohadones en el lugar de su sillón.

Habían velas que abrían senderos en varias direcciones...

-¿Tú hiciste todo esto sólo?- dijo fascinada.

Erik se acercó a su oído y le hablo suave- hago lo que sea por ti- la tomó de los hombros y le quito la chaqueta- Dios, tú vestido cariño... no sabía que era tan... tan...

-¿Provocador? ¿sexy?- río divertida.

-Todo eso y mucho más... tú espalda es... es perfecta para recorrerla a besos...- besó la nuca de Rebecca.

-¿Nos sentamos?- preguntó nerviosa.

Mientras Rebecca se acomodaba en los almohadones, Erik regreso con una botella de champagne y dos copas, las sirvió y le entregó una a ella.

-Gracias...-iba a beber un sorbo cuando él, tomo la mano donde sostenía la copa y la bajo- ¿No puedo beber?

-No todavía, quiero decirte algo y luego haremos el brindis.

-Te escucho.

-Bien, primero quiero decirte que, te amo como nunca ame nadie- Rebecca sonrío y acomodó su cabello en un gesto de nerviosismo- tú eres mi pensamiento las 24hs del día, minuto a minuto- sólo las velas iluminaban tenuemente la sala, no dejaban ver demasiado, pero lo suficiente, para que Rebecca pudiera perderse en los ojos de su amado- No puedo, ni quiero, estar lejos le ti, me niego perderte- aclaró su voz y se aproximó un poco más a ella- por eso quiero pedirte que... dejes...- Rebecca no lo dejó continuar.

De Cabeza Por Amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora