Capitulo 25

120 12 3
                                    

-¡ERIK! ¡NO!

Este  alzo la vista y se encontró con un grupo de personas observando la escena, incluyendo a sus amigos y a su novia.  Los últimos muy disgustados con el lamentable espectáculo.

Erik se alejó de la persona, y esta se paró ágilmente, y seguido por su amigo desaparecieron entre la multitud.

-¿Qué rayos crees que haces?- preguntó furiosa Rebecca.

-Ese idiota no me gusta nada, debía alejarlo de ti.

-Puedo defenderme sola...

-Soy tú novio, tengo derecho sobre ti.

-¿Derecho sobre mi? Eres un jodido controlador...-Sophie y Thomas movían sus cabezas, mirándolos a uno y a otro.

-No es asi... sólo quiero que no te hagan daño.

-Necesitas un poco de aire Erik, vine a divertirme, por primera vez, por mi decisión, no lo arruines.
Thomas agarro a Erik del brazo- yo me encargo.

-Gracias, yo cuidaré de tú chica.

Llevó a Sophie hacia la barra.

Mientras que Erik y Thomas, fuera del lugar, fumaban un cigarro.

-No pensé que Rebecca, fuera tan, tan... tan ¡Orgullosa!-le dio una larga pitada a su cigarro.

-Déjala divertirse- sugirió Thomas.

-Me da tantos celos, ver que hay hombres cerca de ella...

-Tranquilo confía en ella.

-Confío en ella, no confío en los idiotas y jodidos come chicas ajenas- tiró su cigarro al suelo con rabia.

-No puedes cuidarla siempre, yo acepte eso con Sophie...

-Hablando de Sophie ¿Qué le sucede? La noto extraña...

-No puedo decirte nada si ella no lo hizo.

-vamos... ¿Rebecca lo sabe?

-Si- respondió sin mirarlo.

-Si ella lo sabe, yo también lo quiero saber.

-Bien, de acuerdo... sucede que... Sophie creyó estar...embarazada. Pero fue una falsa alarma, y quedó algo desilusionada.

-¿Quiere ser mamá? ¿Tú cómo te sientes?

-No, según ella no quiere...y yo... creo que no estoy listo.

Thomas hablaba sobre lo que le pasaba, pero Erik no lograba concentrarse ya que, detrás de él, en la entrada de la discoteca, un móvil de la policía cercaba la zona.

-¿Me estás escuchando?

-¿Qué?-reaccionó- Mira eso... es un operativo.

-Vamos a ver que sucede...

-Caminaron con sus manos en los bolsillos de sus chaquetas, hasta los policías que se encontraban allí.

-¿Ha pasado algo?- preguntó Erik a un uniformado.

-Eso es confidencial joven...

Erik se encogió de hombros, y decidió, junto a Thomas ingresar nuevamente  al lugar. Pero el policía los detuvo.

-No pueden ingresar.

-Mi novia está ahí.- dijo desafiante Erik.

-y la mia- agregó Thomas.

El policía se acerco a ellos, como si fuera a contar un secreto de estado- Estamos buscando a dos hombres, que se dedican a secuestrar mujeres, para luego torturarlas, desquiciados básicamente, y sabemos de buena fuente que están aquí- informó.

El rostro de Erik, se torno de un rojo furioso, y sus ojos se salían de la órbitas.

Apretó sus puños, y sin que nadie pudiera detenerlo, ingresó al lugar, seguido por Thomas.

-¡No las veo!- exclamó Thomas, tratando de superar el sonido de la música.

-¡Yo tampoco! Busca para ese lado, yo buscaré por este- dijo señalando en direcciones contrarias.

Pasaron varios minutos hasta que volvieron a reunirse.

-¿y? ¿Las vistes?—preguntó Thomas.

-¡No, no, no! Juro que me mataré si les pasa algo ¡Somos dos imbéciles!

La discoteca de a poco se iba desalojando. Pero no había indicios de Rebecca o Sophie.

La desesperación crecía en ambos.

Los ojos de Erik, estaban empañados en lágrimas.
Salieron, y comenzaron a buscar fuera del recinto.

Había chicas siendo interrogadas por policías, por todas partes.

-¡Mira, por allí!- exclamó Thomas, corriendo en dirección a un coche de la policía.

Sophie estaba sentada, sobre el capo del mismo junto a un oficial.

-¡Mi amor!- se abalanzó sobre ella.

Erik se acercó a ellos- ¿y Rebecca?- miró a Sophie- ¿Dónde está Rebecca?- había perdido el control de sus actos, y sin dejarla hablar, la tomó del brazo, obligándola a brincar del coche- ¡MALDITA SEA! ¡DÓNDE ESTA!- la zamarreaba- ¿¡QUÉ SUCEDIÓ CON ELLA!?

-¡Me lástimas!

-¡SUÉLTALA! ¡SUÉLTALA AHORA!-Thomas se interpuso.

-¿Erik?

Él volteó de pronto, encontrando a su amada sana y salva.

-¡Cariño! Maldita sea, casi me muero...

Corrió hacia ella y la abrazó, despegando los pies de Rebecca del suelo.

-Tranquilo, la policía nos sacó del lugar.

De pronto la gente se amontonó en la entrada, estaban sacando a los malvivientes de la discoteca.

Por curiosidad ellos también se acercaron.

Cuando los rostros quedaron al descubierto, Rebecca y Sophie, intercambiaron miradas absortas. Los psicópatas, eran los que horas antes, Erik había espantado de su alrededor.

-No lo creo...- dijo Sophie.

-No saldré más ¿Ves por qué prefería quedarme en casa y ser una estructurada, aburrida, nerd?

Luego de lo sucedido, cada uno volvió a su casa.

Rebecca seguía pensando en lo acontecido, no podía sacarlo de su mente.

-¿En qué piensas cariño?- preguntó Erik, besando los hombros desnudos de Rebecca.

-Es que... si no fuera por tus arrebatos, nos podrían haber secuestrado...- se quitó los lentes para recostarse.

-Bueno, no pienses más, ya ha pasado el jodido momento, y a parte recuerda que yo nunca dejaré que te suceda nada.

-Te amo- susurró Rebecca.

-Quiero que entiendas algo,  no tengo derecho sobre ti. Si no, que me siento con el derecho, el deber, de protegerte cariño. Porque te amo, porque eres mi vida entera.

-Eres el único hombre de mi vida, y serás el último, lo sé.... Lo siento aquí...- tomó la mano de Erik, y la llevó a su pecho- ¿Sientes eso? Late sólo por ti...

Erik miró su mano en el pecho de ella, y luego llevó su mirada a sus ojos, a esos ojos capaces de detener el tiempo.

-Eres preciosa...- Rebecca se sonrojó- ¡Aún te ruborizas! Eso me encanta de ti.

Ella no respondió...

-¿Sigues pensando en el percance de hoy?- intentó adivinar.

-No...- hubo un silencio extenso y perturbador- ¿Erik?

-¿Qué cariño?

-¿Qué pasará cuando el intercambió finalice?

-Sucederá, que tú tendrás tú beca, y viajaremos a Canadá.

-¿Y si por alguna razón, no consigo la beca?

Erik no supo que responder...

De Cabeza Por Amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora