Capitulo 22

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Erik se levantó del sillón y la miró por última vez.

-Hasta mañana.

-Erik, por favor ¿Sólo me dirás hasta mañana?- agarró a Flink y caminó detrás de él.

-Tal vez mañana, tenga tú respuesta- entró en su cuarto.

Era la primera vez, en todo el mes que se encontraban de novios, que al parecer dormirían separados. Hasta ese momento no se había dado cuenta de lo mucho que podía extrañar su compañía, su calor...

-Ay Flink...- rascó la panza del pequeño cachorro-¿Qué rayos le he pedido? Si yo... lo amo exactamente como es. Lo amo porque es un alma libre, que liberó la mia... que me enseña a ser feliz...- suspiró- mañana le diré que no quiero que cambie nada- besó a Flink, y se recostó junto a él.

Por la mañana siguiente, Rebecca junto a la juguetona pelotita marrón que la seguía mordisqueando sus tobillos, fueron a la cocina, le dio de comer, y luego preparó un delicioso desayuno para Erik.

-Vamos Flink, es hora de despertar al amor de mi vida...

Con la bandeja en sus manos, exclamó el nombre de Erik, parada frente a la puerta de su cuarto.

Nadie contestaba. Entonces decidió no esperar más, con su cadera golpeo la puerta y entró.

-Buen di... ¿Dónde te has metido ahora?

Erik no estaba en su cuarto, ella apoyó la bandeja sobre la cama y tomó una hoja que había sobre la misma. Se sentó y mientras mordía un tostada, leyó el papel.

-"Rebecca, salí a pensar con un poco más de claridad, más tarde regreso"...- doblo el papel en dos, y se dejó caer sobre la cama-¿Qué hice? ¿y si no vuelve? ¿qué hago?

Las cosas no iban bien, la tarde ya había caído, y Erik no había regresado. Sólo le quedaba una opción, llamar a alguien que pudiera reemplazarlo por esa noche. Estaba dispuesta a decir la verdad, pero Erik, no había tomado un decisión, o peor ya la había tomado y no regresaría...

Ampliar la mentira, no le haría mal a nadie...

Tomó su móvil, antes que nada, intentó llamar una vez más a Erik, pero él, había apagado el suyo.

En el directorio de su teléfono busco el número de Connor, y también el de Russell. Tomó nota de ambos números y trato de pensar quien le sería más útil.

-Disculpa la tardanza, pero no podía decidir  que hacer...- dijo Erik parado detrás de ella.

El corazón de Rebecca latía con fuerza, por el susto de no haberlo escuchado entrar, y la ansiedad de saber que había decidido- ¿y que decidiste?- dijo todavía de espaldas a él.

- ve lo por ti misma...

Rebecca giró despacio, y cuando sus ojos se enfocaron en él, la sorpresa fue inmensa... No tenía aquella barba desprolija, su cabello estaba prolijamnte peinado. No llevaba su chaqueta de cuero, ni sus tenis rotos, sus jean desgastados, ahora eran unos finos pantalones de vestir negros, una camisa blanca, con un chaleco muy elegante, completaban el nuevo y renovado estilo.

-¿No te gusta?- preguntó Erik.

-¿Qué mierda te sucedió?

-Rebecca, cuida tus palabra... soy el novio que pediste.

-¡NO! No, no, no... yo no quería esto... te ves bien pero no eres tú.

-Lo sé... pero debo ayudarte- se acercó hasta la mesa donde Rebecca aun permanecía sentada.

-Yo desperté con la idea de suspender toda está ridícula idea.

Erik, paseo la mirada por la hoja, donde ella había copiado los números de su móvil- ¿Por qué están los números de Connor y Russell aquí?- puso su dedo sobre el papel.

De Cabeza Por Amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora