La chica Doble-Vida parte 2

Capítulo 8: Esperar

En la oscuridad, las cosas pierden sentido. Siempre había sido así. Porque es entonces que no se puede ver nada con claridad. Y las sombras inundan tu alma, más aún cuando tu existencia se basa en la mierda. Pasaban las horas y él jamás volvió. En cada minuto que pasaba, me sentía la persona más cruel del mundo. Porque no solo le había mentido, sino que también pasé por alto su importancia en mi vida. Abandonado, desilusionado y mal cuidado. Todos los errores que jamás debían cometerse con una persona que amas, todos los pasé. No me sorprendía, por supuesto, que se fuera. No era eso. Lo que de verdad me carcomía la cabeza era mi propia incompetencia como hermana. Y no era solo el hecho de ponerlo en segundo plano casi a diario, lo verdaderamente preocupante era que ignoré así sus sentimientos. No recordaba ni un sólo monumento en el que no se hubiera preocupado por mí, que no me hubiera apoyado, que no me hubiera amado. ¿Era tan difícil de entender para un cerebro tan estúpido como el mío? La respuesta era si, completamente. Aunque ningún lamento se volvía ni lo más remotamente relevante. Él se había ido y posiblemente jamás volvería. Ningún llanto lo traería a mi lado, nada lo haría. Tal vez si iba por mi cuenta... Ahg... ¿Con qué cara? Definitivamente no era capaz.
Esa tarde, de absoluta soledad, la pasé en su cuarto. Era el único lugar donde aún había su aroma a sudor y virginidad eterna. Reía para mí misma, me sorprendía el hecho de extrañar ese olor tan curioso. Bueno, en cierto punto no estaba en contra de intoxicarme así, pero no correría tanta suerte, estaba segura.

- No creo que eso se considere como una "muerte" digna para una caballero, (Nombre) -.

- No es algo que me importe ahora mismo, Gowther -.

Viéndome recostada sobre la cama de mi hermano, abrazando una de sus almohada, decidió sentarse a mi lado.

- Lo siento - Solté - Soy un pedazo de mierda ahora mismo -.

Tranquilamente, como se de una delicada mariposa se tratase, sus labios se posaron sobre mi frente.

- Sé que no lo entenderás y estoy bien con ello. De todos modos te preguntaré, qué demonios debería hacer... si, pero no hace falta que respondas -.

- Tu deseo es ir tras él, pero eso no es algo que Ágar querría -.

- Ajá, claro. ¿De dónde sacas algo así? -.

- Porque siempre te ha esperado y desea que lo esperes también -.

Sus palabras comenzaron a interesarme porque, efectivamente, eso era verdad. Aún sin entender el punto semejante a lo que estábamos hablando, algo era cierto, y parecía haber más. Así que, opté por sentarme aún abrazando su almohada, para escucharlo mejor.

- Sigue, sigue, parece que tienes un punto -.

- Él comprendió tu dolor cuando te fuiste y dijo que estaría a la expectativa de tu regreso. Ignoró los impulsos de buscarte en ese periodo y, ahora, espera que tú hagas lo mismo. Desea sanar y perdonar por su propia cuenta y que lo esperes con los brazos abiertos. Es incapaz de pensar en un futuro en el que no se crucen nunca más, incluso de forma inconsciente -.

Ambos teníamos una perspectiva de "Complejo de Guerrero" muy similar. Desde ese punto de vista, siempre preferimos sacrificarnos por aquello que anhelamos proteger. Sin embargo, la única diferencia estaba a nivel ideológico menor. Ágar comprendió mi necesidad de apartarme para no involucrar a nadie en mis problemas sentimentales en diferentes ocasiones, a pesar de no compartirlo. Desde el principio tuvo información y sospechas que fueron creciendo con el tiempo. Manteniendo el silencio fue envenenando poco a poco su espíritu, disminuyendo así su nivel de poder. Hace un tiempo he estado observando un aumento en su nivel de magia, creciendo exponencialmente, logrando suplir la falta de espíritu -.
Y, descubrir que la única persona en la que confiaba realmente, le mintió todo este tiempo, acabó con los pocos niveles de espíritu que le quedaban. En palabras sencillas, ya acumulaba todos los sucesos que transcurrió desde la muerte de nuestra madre, tocó su límite. Tenía sentido que no deseara ser acompañado o consolado por nadie. Era una especie de venganza por todo lo que esperó por mi regreso.
"¿Y si no regresara?"

- ¿Qué haré si él nunca vuelve? Si Ágar me odiase lo suficiente como para no volver nunca... ¿cómo podría vivir con ello? -.

Las lágrimas comenzaron a brotar solas, sin siquiera avisar. Era mi hermano después de todo.
El hombre frente a mí, lejos de dudar de su postura, repitió "Es incapaz de pensar en un futuro en el que no se crucen nunca más, incluso de forma inconsciente".  Y, en un intento de transmitir seguridad, me abrazó, afirmando así, que no existía lugar para una realidad distinta. Él regresaría a mí lado tarde o temprano. Quizá era ese calor en su pecho pero, por un segundo, antes de caer dormida, sentí que todo lo que me dijera sería verdad.

***

La habitación estaba ya demasiado oscura para que pasase tan solo una hora dormida. Y, es que, realmente habían sido tres horas. Aún podía oír movimiento tras la puerta, la reunión con Stigma parecía bastante lejana desde mis deseos por continuar entre las sábanas.
A mi lado, el pecado de la cabra, con su cabello rosa disperso por toda la almohada, aún descansaba plácidamente. Con todo lo que había estado sucediendo, mi mente no paró ni un segundo a pensar en él y su deseo por tomar la responsabilidad de su padre. Él también había estado enfrentado sus propias batallas internas. Aún así, trataba de animarme. Y yo, había ignorado por completo el hecho de que también le afectaba a un grado muy alto. Dejé escapar un suspiro. Qué poco había estado pendiente de las personas que me importaban. Si, definitivamente era un pedazo de mierda inservible.
"Discúlpame por ser tan descuidada contigo, te juro que lo recompensaré"

"Hecho"