Capítulo 13: Hasta aquí.

127 14 8
                                    

Estaba de nuevo en combate. Un sonido de choque me hizo dirigir la mirada hacia el suelo. El rey hada cayó muy cerca de mi hermano. Corrí hacía él.

- ÁGAR - Llamé.

- KING - Gritó Gowther.

Enfrentados, con no solo la vista clavada  en el otro, sino también el corazón. Era un momento crítico, el tiempo no podía ser desperdiciado de ninguna manera, porque, de lo contrario...
Absorbió otro mandamiento, y las consecuencias fueron desastrosas. Para comenzar, la onda expansiva de un poder tan grande nos estaba a punto de alcanzarnos. O, al menos, así era hasta que el mundo se rompió. De nuevo ese ruido de caída en seco, pero nadie estaba allí. Los cuatro, Ágar, King, Gowther y yo estábamos a una distancia y un tiempo distinto de donde habíamos estado cuando recibió ese poder. Se repetía la secuencia sin nosotros allí. A una distancia enorme nos atrapó la intriga. Algo así sólo podía ser obra del poder de una persona. Aún si era algo imposible.

- Hermana, ¿cómo hiciste eso? -.

Estaba atónita, en definitiva, perpleja. ¿Cómo...?

- ¡CUIDADO! -.

Acabó con sus viejos amigos sin sudar. Esa cosa no tenía ni un mínimo de alma dentro de ese cascarón sufrido. Como una lluvia de meteoros, cayeron porciones de ese gran poder. Eran casi imposibles de esquivar. Ese poder... si me pertenecía... yo...
Lo intenté a la medida que corría arrastrando el cuerpo herido de Ágar. Una, dos, tres y mil veces. Nada. Eso no podía haber sido mío. No funcionaba.

- ¡HERMANA! -.

Su grito lo activó, no entendía cómo. Segundos antes, aquello habría impactado en nuestra dirección, pero lo hizo varios metros más al sur. Esta vez recordaba como se sentía, igual que retener la respiración. Lo intenté con ello en mente y, por fin, lo lograba. Daba saltos a través del campo de batalla. Estaba en un punto y luego a siete metros, en sólo un segundo.

- Esto es malo - Soltó la cabra sosteniendo a King.

- Vengan aquí, rápido - Ordené.

Y, en cuanto sus fríos dedos rozaron mi piel, cerré los ojos. Al abrirlos, los cuatro estábamos junto a la princesa.

- ¡DETRÁS DE MÍ -.

Ese tono autoritario, jamás lo había escuchado de su parte... Gowther...

- Ven aquí, maldición. Nos llevaré lejos... - Intenté.

- No puedo hacerlo... Lo lamento, todo ha sido mi culpa, yo... -.

- ¡GOWTHER! -.

Un rayo perdido estaba a punto de caer sobre él. Rápidamente, casi a la velocidad del sonido, lo quité de ahí con ese poder tan extraño mío.

- Pensé que si me sacrificaba podría solucionar todo esto... Pero esta ira no puede ser reprimida y a este ritmo... las cosas irán a peor. Incluso, podría perderte... -.

- Gowther... -.

- Mael, por favor, perdóname... ¡Te enfrentaré para salvar a quienes amo! -.

- Iré contigo -.

- No, (Nombre). Esto... -.

- ¡Silencio! Estoy hasta la... - Hice una pausa para respirar - Ya estoy harta de verte tomar tu vida como un simple objeto. Tú... tú eres la persona que he amado y que siempre amaré, al menos valórate por ello -.

- Pero tú... -.

- Soy consciente de lo que hice. Gowther, dime... ¿qué pensabas cuando me dijiste aquello en el sueño? ¿Ibas a sacrificarte de todos modos o era una estrategia para que no intentara reemplazante como saco de boxeo? Yo... Merlín me dijo lo que hizo contigo... ¿Pretendías irte y dejarme en un mundo en el que jamás  volvieras a existir? -.

La chica Doble-Vida parte 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora