Capítulo 5: Esto no es un adiós.

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Ruidos metálicos, rellenos por ese característico olor a óxido de sangre. Polvo y tierra que se levantaba contra los impáctos. Sudor y lágrimas por el gran deseo de salvar. Porque no podíamos tener motivación mayor a la de defender con fervor a quienes nos habían dado la mano. Reunidos y motivados por un mismo destino luchamos con todo lo que teníamos. rayando incluso en lo salvaje, hasta que, por fin, cayó con el último ataque de la lanza espiritual. 
Contentos, al fin en paz, gracias a el gran manejo en armas del rey hada. Incluso Ban, el ser menos agradecido y considerado lo dijo. Más, su mini amada, se encargó de elogiarlo como correspondía. Con fantasías provinientes de su pequeño tamaño. 

- Pero, ya que hemos derrotado a Chandler, deberías regresar a tu tamaño normal en cualquier momento -.

De manera contraria a su afirmación, y sorprendiendo al punto de asustar, pequeños sonidos como de plástico aplastado, comenzó a resonar en el campo de batalla. Detrás, a penas pudiendo seguir en pie, el artífice.

- ¿Gowther? -. 

- Lo siento... (Nombre), chicos... parece que esto es lo más lejos que llegaré -.

Un sólo grito, elevado al cielo se instaló sin un aviso previo. En seguida, corrí a su lado. Contorsionado por el poder de ese demonio, por desobedecer sus órdenes. Tenía esa expresión de realmente sufrirlo. Lo sujeté con cuidado, manteniendo sobre mis piernas su cabeza.

- ¡ELI, HAZ ALGO! - Grité. 

Incluso con su habilidad de curar, nada le afectaba a la cabra.
¿Cómo carajo había sucedido algo así? Sentía como todo me temblaba. Y no pensé ni por un segundo en apartarme de su lado. Apareciese dos o diez mil veces más ese viejo. Atacase con lo que quisiera atacar. 
"Todo va a estar bien, Gowther. Encontraremos la forma de volverte a la normalidad. No debe ser difícil, ¿no? Ésto, seguramente también sucedió la última vez. No debo preocuparme. Despertarás antes de que me dé cuenta, si. Vamos a estar bien, ya lo verás. Si... ¿Por qué no sería así? No es como si jamás volviera a abrir los ojos... No... Todo irá bien"

- POR FAVOR, SÓLO VAYÁNSE - Oí salir de pereza.

Y fue entonces que noté la situación en la que nos encontrábamos. King, peleando sólo contra el antiguo maestro del capitán. 

"L e v a n t a  e l  p u t o  c u l o  y  p e l e a"

De un chispazo, electricidad pura que se levantaba desde la punta de mis pies a la cabeza, me puse en pie. Aún temblaba, pera esas manos, que me pertenecían empuñaron la guadaña nuevamente. No era yo, en absoluto se trataba de mi propia voluntad. 

- Te agobias demasiado con todo - Comenzó una voz que no había participado hasta el momento - Hasta un rey puede pedir ayuda a otros de vez en cuando -.

Unas manos tan enormes y de un color tan peculiar no se podían confundir. Y esa voz... única en el mundo y en la historia, inconfundible. En cuanto lo ví, comencé a comprender qué era lo que buscaba hacer "mi cuerpo". Nuevamente sucedía, no me pertenecía. 

- Oh, siete pecados capitales, les encomendamos el futuro de Britania y, de alguna forma, proteger a Meliodas y Elizabeth, nuestro viejos mejores amigos... - Comenzó Drole.

- Ahora, compañero, hagámos esto - Siguió Gloxinia. 

- Nosotros, los antiguos reyes... -.

- Nos convertiremos, gustosos en los cimientos del futuro - Declararon al únisono. 

Entonces, renovado y con aspecto más escalofriante que antes, Chandler, comprendió quiénes serían sus nuevos adversarios. 

- Drole y Gloxinia de los diez mandamientos, respondan, ¿por qué ayudarán a los siete pecados capitales? -.

La chica Doble-Vida parte 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora