Capítulo 6: Esto es...

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Había vuelto al lugar de las luces que queman, ya se me hacía familiar. Sabía que si me dirigía a la parte oscura del lugar, me chocaría con algo que no podría mover. Entonces, ¿me quedaba quieta hasta que las luces terminaran conmigo?. Parecía la opción más lógica, pero esa voz en mi cabeza no estaba conforme. Ella quería que camine a la parte oscura, como la última vez. Traté de ignorarla, esperando que deje de hablar por ello. Pero no lo hizo. Comenzó a gritar lo que debía hacer. Seguí aparentando que realmente no estaba ahí. Un segundo después dejó de gritar y una niña se paró frente a mi. La mitad de su cuerpo estaba bajo las luces.
Por lo que podía ver, llevaba un vestido color marrón con un delantal blanco atado a la espalda. No tenía puestos zapatos de ningún tipo. En sus ojos se apreciaba un color carmesí completo. Al menos en uno de ellos. En el ojo izquierdo, un tono más bien... indescriptible se mezclaba con el carmesí el área cercana a la pupila, formando un anillo. Bruscamente desvió la mirada, mostrándome su perfil izquierdo. El tono extraño de su ojo comenzó a esparcirse por el el color carmesí. La liga que antes sostenía su cabello se rompió, el mechón le cubría la mitad del rostro. La melena era fina y lisa que me recordaba a mi propio cabello de esa rata. De pronto me pregunté como sabía el espesor y la presencia de ondas o no en mi cabello, no podía verlo. Jamás lo había visto. La voz en mi cabeza habló.

- ¿Lo entiendes? -.

Volví a mirar a la niña. Ella era la que había hablado. En ese momento entendí que ella no estaba realmente en un lugar muy oscuro con luces que queman la piel, yo tampoco lo estaba. Ella estaba dentro de mi cabeza, al igual que yo. Éramos voces de la cabeza de alguien más. Pero, ¿por qué?. ¿Por qué existíamos?. ¿Era normal?. El ojo de la niña se volvió completamente rojo y fue mutando hasta llegar a un tono similar al mío. ¿La niña y yo podíamos ser la misma persona?. Y si así era, ¿éramos la misma persona que nos tenía en su cabeza?.

***

De nuevo despierta. Un recorrido de lágrimas secas se había adueñado de mis mejillas. Tal era el grado de afecto que les conferí que, incluso, me había dormido llorando su muerte. A mí lado, como siempre, estaba mi hermano, sosteniendo una de mis manos entre las suyas. Y, al otro, el cuerpo aún dormido de Gowther.

- ¿Te encuentras bien, pequeña? - Consultó Ágar.

- Ellos no dudaron en sacrificarse, y... yo... extrañaré a esos vejestorios. Pero, ahora Gowther está muy mal... -.

- Entiendo... - Sonrió - No hace falta que sigas peleando si no te encuentras bien, me encargaré de que nada pueda dañarte -.

- No quiero perderte como a ellos, sería mejor si volvieras a casa con papá -.

- ¿Qué carajos estás diciendo, (Nombre)? No volveré a ningún lado, soy un caballero igual que tú y voy a... -.

- No podrás sobrevivir sin un poder mágico - Interrumpí.

- Viste lo que hice con el ataque de ese gordo -.

- Pero no sabes siquiera lo que... -.

- ¿Y tú si? No me jodas, ¿recuerdas lo que hiciste con esa serpiente? - Al no obtener una respuesta, continuó - Lo imaginé. Me subestimas por no saber controlarlo y tú no recuerdas nada. Bien, ¿sabes lo que hiciste? Acabaste con esa mierda tú sola. Mientras los otros... Dios... te convertiste en una fierra, yo... jamás te había visto luchar de esa manera. Era... como si fueras varias personas a la vez. Fue una puta locura, (Nombre). Carajo, es que ha sido una carnicería -.

- ¿Yo.... cómo... qué? -.

¿Qué demonios había pasado? Ese hechizo... ¿qué se suponía que hacía? ¿Ser muchas personas a la vez? ¿Siquiera era posible? Jamás había escuchado que en algún momento de la historia, se hubiera dado algo así
Pero, como ya lo sabía, ni el tiempo, ni el enemigo iban a esperarme. Rápidamente, de una forma casi inaudible, ese monstruo apareció nuevamente. Y, contra todo pronóstico, el capitán, consumido por el poder demoniaco de su pasado, disolvió la orden por completo, secuestrando también a Elizabeth.

***

- Maldición... ¿Qué es lo que piensa el capitán? -.

Furioso, King, rey de las hadas, golpeó una de las mesas. Por su debilidad, se hirió a sí mismo.

- El capitán actual no tiene una mente lúcida. Todo esto es causado por el hecho de que sus emociones fueron robadas por el Rey Demonio - Calmó Merlín.

- PERO NO PODEMOS DEJARLO ASÍ - Gritó Diane.

- No seas tan ruidosa, colitas. Hay un muerto aquí -.

- Cierra el hocico, Ágar. Gowther no puede morir -.

Aún no despertaba. Se mantenía tranquilo, en su aura lúgubre sin "vida". Y yo me ponía cada vez más tensa, preocupada. Lo sabía, él no podía morir así como así, pero... de todos modos...

- Lord Hawk, ¿puedo hablar usted un momento? - Consultó la hechicera - Esto es muy interesante... usted está conectado con el purgatorio. Vaya, el Rey Demonio observaba al capitán a través de... Esto es más interesante aún -.

La chispa de pensamiento lógico y rápido se activó con la explicación de los peligros que se encontrarían dentro. Estaba tan jodidamente claro que tendría alguna herrada escondida. Si un simple mortal había podido penetrar las puertas del purgatorio y volver aún vivo, alguien dotado con la capacidad de curarse... BAN.

- ¡Zorro estúpido...! - Exclamé.

- No tienes que decírmelo, iré por mi cuenta, pulga - Respondió enseguida.

- ¿Siquiera me han escuchado, ustedes dos? Ban podrá tener un cuerpo inmortal, pero su alma no lo es -.

- Por favor, déjenme hacerlo... Quiero salvar a mi mejor amigo con mis propias manos, si no puedo hacerlo, ni siquiera podré proteger a la mujer que amo. Volveré sin falta... hasta entonces, te confío a Elaine, King -.

El más valiente, sin temor a abandonar el mundo de los vivos, Ban, aquel pecador de la avaricia. Un hombre, como se lo consideraría, con el temple de un cadáver, listo para el tour por el lugar que jamás conocerá. Él se marchó con una sonrisa en la cara, preparado para lo que fuera. Por primera vez, sentía algo de vergüenza por siempre discutir, insultarlo y hacerle putadas por diversión. En ese momento prometí lo más banal que se me había ocurrido jamás: Que cocinaría algo rico para cuando volviese.

La chica Doble-Vida parte 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora