#5 Risas & Llanto

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Se encontraron ambos sentados en las afueras de la casa. Dentro del toque de queda, podían ver como nadie en los alrededores se preocupaba verdaderamente al ver a dos niños fuera, sin importarles en lo absoluto. 

—¿Derry es así de raro? — (t/n) pregunto mirando hacia el cielo —. No es muy similar a otra parte en la que haya estado. 

—N-No lo sé verdaderamente — contesto —, nunca he salido de aquí. Pero, desde que mi hermano G-G-Georgie desapareció, mis padres no me prestan atención. 

—Estamos en el mismo barco... 

Bill asintió de forma silenciosa. 

—Lamento lo de tu hermano — dijo prontamente (t/n) —.

—Los e-encontraremos. 

Hablo él nuevamente, tomando la mano de (t/n) en la suya, animadamente, aferrándose a la esperanza que él le estaba entregando. Que si sus hermanos volvían, podrían volver a tener una vida común y corriente como la merecían. Sin figurar en la vida de sus padres, porque no lo merecían. 

Pronto noto como las luces del auto de su familia se hacía ver en la distancia. Sabiendo que era momento de que volviese a adentrarse. 

—Tienen que estar por ahí... — hablo (t/n), sonriéndole a Bill — gracias por hablar conmigo aun cuando estamos en toque de queda. 

—N-No es nada (t/n), hasta mañana. — contesto, con una sonrisa en su rostro —.

—Hasta mañana Bill.

Y con ello ambos se volvieron a sus propios hogares. (t/n) entro tan pronto como pudo, anhelando que su familia no fuese capaz de verla entrar a esa hora, aunque claramente pudieron observar al joven Bill cruzando la calle para ir a su propia casa. Mientras que (t/n) se fue con prisa a su habitación, encendiendo la radio, y tomando un cuaderno de dibujo. 

Una imagen, un dibujo; Galletas de la fortuna. 


Los brazos de Eddie no soltaron en ni un solo momento a (t/n) cuando intentaban protegerse a si mismo de la galleta que aún estaba atormentándolos. Ambos tan atemorizados como el otro, sin saber como salir de esa situación. 

—¿Por qué tuve que volver a Derry? — menciono (t/n) ahora arrepintiéndose de estar donde estaba —.

—¡No es real! — grito Mike —. ¡Esto no es real! 

El rostro de (t/n) se hundió en el pecho de Eddie cuando Mike comenzó a golpear una de las sillas en contra de la mesa. Apoyados contra la pared. Los ojos de Eddie estaban cerrados. Deseando que todo lo que sucedía se finalizara. 

—¿Les ayudo en algo?

La voz de la mujer que los había atendido a todos se hizo sonar. El rostro de (t/n) se asomo desde los brazos de Eddie, confundida en como todo había desaparecido, todos mirando a la mujer en esos instantes que era completamente ciega a lo que ellos veían. 

—Si — contesto Richie antes que cualquiera —. ¿Nos trae la cuenta? 

Tan pronto como pudo, Eddie dejo ir finalmente a (t/n). Ella no menciono nada al respecto, moviéndose tan pronto que pudo para tomar su maleta. Comenzando a marchar primero que cualquier otro. Sintiendo como su celular sonaba en su bolso. Irritada en esos instantes, sin siquiera notar que Eddie la seguía de muy cerca con una mirada preocupada. 

Saco el celular de forma descuidada. Casi arribando a la salida cuando su pie volvió a torcerse. Soltando un quejido de dolor. 

—Déjame ayudarte — se ofreció Eddie amablemente —.

Angel Of The Morning {Eddie Kaspbrak & Lectora} It 1 & 2 - FinalizadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora