#16 Artefactos

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Mucho antes de que pudiese comenzar a descender como todos lo estaban haciendo con sumo cuidado. La mirada de Eddie cayo prontamente en los pies descalzos de ella. Cuando estuvieron nadando con toda esa sucia agua obviamente no había sido capaz de notar su falta de zapatos, pero podría jurar que la había visto con ellos cuando caminaron a Neibolt e incluso al adentrarse a la horrible casa.

¿Entonces, por qué estaba descalza? 

—(t/n), corazón — la llamo —. ¿En donde quedaron tus zapatos? 

—Oh — ella solto una ligera risita ante el comentario mientras jugaba con su cabello como si fuese una adolescente en esos momentos —. Le lance uno a Jhonny, y el otro se cayo con él en el poso. 

Él sonrio mientras negaba con la cabeza ante todo eso. 

—Te vas a hacer daño. 

—Sabes que soy completamente capaz de tolerarlo a estar un segundo más con esos horribles zapatos del mal. 

—Cuando salgamos de aquí te comprare un par de zapatillas.

—Tengo mi propio dinero — ella intento —.

—Pero quiero comprártelas — el pidió prontamente —. 

Compartiendo unas sonrisas espero a que ella comenzara a descender, deseando que ella pudiese bajar sin ni un tipo de problemas ni que sus pies se lastimaran demasiado. Luego cuando vio que estaba a una distancia considerable para que pudiera bajar con ella la siguió. Ella pudo descender sin ni un problema.

Recibiendo la ayuda de Mike cuando estaba abajo, e incluso la misma ayuda de Richie cuando toco finalmente el suelo. Apartandose de la entrada para mirar a su alrededor con sorpresa. Tan pronto, Eddie se unio a todos ellos.

Pasando por debajo de la roca, recostados, y arrastrándose hasta que se adentraron en un área enorme. 

—¿Esto estuvo debajo de Derry todos estos años? — pregunto Eddie sin poder creer lo que veía —.

—No desde siempre — le contesto Mike —, síganme, es por aquí. 

Obedecieron. Aunque se mantenían mirando todo su alrededor. Eddie estuvo más que nada mirando el suelo, mientras se acercaba a (t/n), procurando que ni un objeto filoso estuviera en el suelo. Pero ella en cambio solo miraba alrededor, confiando en que simplemente nada podía pasarle, y tenía razón.

Porque una vez estuvieron donde Mike quería que estuvieran, no piso absolutamente nada sumamente peligroso. 

—Tenemos que tener balance con la oscuridad. Sus artefactos, láncenlos al fuego. 

—Ah... — comenzó Bill dando un paso adelante — este es el barco que hice con G-Georgie.

—Es mi inhalador — continuo Eddie, llevándolo a su boca antes de arrojarlo a las llamas —, por si acaso. Ah...

Continuo Eddie, recordando el objeto que tenía guardado en uno de sus bolsillos. La gorra de baño que sostenía y todos podían observar.

—No nos olvidemos de Stan, de nuevo. 

(t/n) se quedo quieta en su sitio con el papel entre sus manos. 

—¿No vas a arrojar tu artefacto? — le pregunto Eddie mirándola curioso acerca de que sería lo más preciado para ella —.

—Lo guarde como un tesoro por tantos años...

Ella comenzó a decir mientras abria el papel arrugado. Leyendo las letras, una y otra vez, lo sabia de memoria. E incluso los bordes estaban tintados de un toque amarillo en donde los rayos del sol en alguna ocasión lo tocaron. 

—Lo oculte de Jhonny, y lo leí en los días difíciles... en aquellos donde dudaba de mí y me odiaba, recordándome lo que el amor podía ser... y ahora... temo perder eso. 

—Eddie siempre te puede escribir otro — informo prontamente Richie con una sonrisa —.

Ella dejo caer el poema más que por deslizarse de sus dedos por la sorpresa de las palabras de Richie. No pudo hacer nada contra la perdida del poema. Puesto que las llamas lo consumieron de forma inmediata. 

Ya no quedaba nada del poema por rescatar. 

Pero miro a Eddie muy sorprendida al respecto. 

—Eras tú... todo el tiempo, eras tú — ella menciono, una sonrisa asomándose, con una mano cubriendo su boca por la sorpresa, con sus mejillas tornadas de color rosado —. Ahora lo recuerdo, realmente... fuiste tú. 

—Espera — volvió a interrumpir Richie —. ¿No lo recordabas? ¿Y tú no se lo contaste? 

—No encontré el momento perfecto — contesto Eddie encogiéndose de hombros —.

—Recordaba cosas al azar... no absolutamente todo, no recordaba quién era el remitente... ¿por qué no me constate? 

—Creí que... no te gustaría que fuera yo quién lo escribió, después de todos estos años. 

—Eres el único para mí al que podría amar — ella confeso —.

El poema. Quemándose entre las llamas hambrientas. Desapareciendo para siempre. Pero, podía recordar cada palabra acerca de todo esto. Recordaba cuando llego a su casa aquel día, acomodando su mochila para sacar las cosas cuando noto que había un papel que no había visto anteriormente.

Era una carta postal con un bonito paisaje que no era Derry. 

Recordo cerrar la puerta de su habitación con pestillo. Sentándose en su cama mientras leía con atención cada palabra, en como estaba escrito, sonriendo, cada vez más, con sus mejillas iluminándose en tono rosado. 

Y se sintió completamente enamorada de aquellas palabras.

Deseando cada noche descubrir quién lo había escrito para ella. 

Ese poema que ahora ya no existía. Pero, que a su lado se encontraba la persona que lo escribió, y sabia que no olvidaría nunca eso. Esa felicidad de saber que era amada plenamente por él, que aquello eran palabras, y que el amor de él por ella no se extinguiría con nada. 


Angel Of The Morning {Eddie Kaspbrak & Lectora} It 1 & 2 - FinalizadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora