Infielmente enamorada (Camren)

Confusión ​

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Bebé, si todavía me amas como antes
Ya nada me parece interesante
Yo sé que en el amor
soy un farsante
Yo sin ti no vuelvo a enamorarme, bebé
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Camila condujo a Lauren hacia el auto y le ayudó a tomar asiento en el lugar del copiloto, le puso el cinturón de seguridad y tomó su lugar, cuando la castaña subió, Lauren le preguntó:

—¿Aun tienes el Porsche?

—Claro, aun lo tengo...—ese coche estaba lleno de recuerdos—me gusta.

—Es un buen auto.

—¿Aun conservas el tuyo?

—Si, también me gusta...—subió la mano y abrió la visera la tocó y notó que la foto de ellas que la castaña guardaba ahí seguía en su lugar, eso significaba algo...—-es muy veloz.

—Si lo es... —la castaña se giró para verla y vio que estaba tocando la foto—sigue ahí... —dijo simplemente.

—Si...solo quería saber.—cerró la visera y bajó la mano.

—Como si te importara...—Contestó Camila, triste.

—Aunque no lo creas...me importa—Confesó Lauren, cruzando los brazos sobre su pecho e hizo el rostro a un lado.

—Seguro que si...—Camila comentó con incredulidad, aunque se moría por creerle.

Siguió conduciendo hasta llegar a casa, una vez llegaron la ayudó a bajar del coche, guiándola hasta entrar en la casa, era un pequeño departamento, lo suficiente para ella, era muy acogedor.

Lauren y Camila durmieron por separado, la castaña descansó en el sofá ya que amablemente cedió su cama a la ojiverde.

A la mañana siguiente, Lauren despertó pero como no quería molestar a Camila esperó a que ésta entrara a la habitación para darle los buenos días.

—Buen día.—- Lauren saludo, amablemente.

—Buenos días.—A Camila le encantó verla de nuevo por la mañana, recién despierta—¿Qué tal estas?—se acercó a ella quedando enfrente.

—Un poco mejor, ya no me arden tanto los ojos. ¿Y tú? ¿Cómo dormiste?

—Bien, después de dos días sin dormir cualquier sitio es bueno—dijo yendo al armario para coger algo de ropa.

—¿Vas a darte una ducha?—Lauren preguntó sonriente, había escuchado las cajoneras del armario.

—Si, ¿quieres ducharte?—Al instante se arrepintió de hacer esa pregunta, solo pensar en verla desnuda...

—Claro—no desaprovechó la oportunidad--- aunque nada podré ver...—Completo irónica.

—Te dejaré en la ducha, ¿podrás ducharte sola, verdad?

—Ehm...creo que si, pero no sabré donde están las cosas.

—Te lo mostraré—Camila la cogió del brazo y la llevó hasta la ducha—quítate la ropa—le instruyó mientras ella encendía el agua caliente.

—Pídemelo con un poco mas de cariño ¿No?—Lauren río mientras intentaba quitarse la camisa.

Camila  sonrió por el comentario, al ver que la pelinegra no lograba hacerse con la camisa sus manos apartaron las suyas para ayudarla, lo mismo hizo con el resto de la ropa, hasta dejarla completamente desnuda, la guió hasta la ducha, y le mostró donde estaban todas las cosas.