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Capítulo 19.- Sueños

Harry caminó por el pasillo durante varios minutos antes de que los Malfoy entraran a la sala de espera del laboratorio—Está en cirugía—.

—¿Por qué? ¿Qué pasó? —Preguntó Narcissa preocupada.

—Su presión arterial era tan alta que se estaba volviendo demasiado peligrosa para el bebé. Van a hacer una cesárea anticipada—Dijo Harry aturdido. Nunca antes se había sentido preocupado.

Lucius se sentó junto a su esposa y suspiró—Sé que estarán bien y pronto estarás abrazando a tu bebé mientras lidias con un gruñón Severus que, por supuesto, querrá ignorar a los Sanadores para que ambos puedan irse de inmediato a llevar a tu bebé a casa—Harry soltó una risita a medias, pero todavía estaba demasiado preocupado como para concentrarse, por lo que Lucius decidió cambiar el tema por completo—Consiguieron 10 años en Azkaban—.

—¿Qué? ¿Solo 10? —Harry dijo finalmente, deteniéndose en seco.

—Sé que no parece suficiente, pero para cuando salgan, Daniel será el jefe de la familia y puede obligarlos a vivir en otro lugar por completo con un pequeño subsidio. Él y Violet no tendrán que volver a verlos nunca más—Lucius se rió entre dientes al recordar el juicio—Después de esos estallidos en el juicio no tuvieron mucha defensa. Su abogado intentaba hacer un agujero, incluso tu relación de sangre con los Potter—.

—No podían cuestionar eso cuando recibí la custodia debido a los Goblins que tuvieron que revisar mi sangre antes de dármela. El mismo Goblin que revisó mi sangre vino a informarle a Sirius sobre mis derechos de tutor y frente al ministro nada menos—Dijo Harry casualmente, aunque no apartó la mirada de la puerta que Severus estaba detrás.

Narcissa sonrió—No dijimos que era una buena defensa. El testimonio de Weasley fue el mejor. Molly contó cada pequeño secreto que Lily le contó mientras estaba bajo la influencia de una poción y ahora, sin duda, todos los reporteros advertirán al público que verifiquen si hay vacíos en sus recuerdos. Dependiendo de con quién durmieron, se pueden agregar más cargos. Creo que lo que más dolerá es cuando salgan y vean que nadie los recuerda o algunos lo harán, pero no con buena luz—.

—Sí... ese será el mayor castigo de todos para ellos—Dijo Harry suavemente y casi saltó cuando Amy entró por la puerta—¿Está todo bien? —.

Amy sonrió—Ambos están bien y te esperan—.

Harry prácticamente corrió hacia la habitación justo cuando Tracey estaba curando el último trozo del estómago de Severus, pero apenas notó algo más allá del pequeño paquete que se movía en el carrito al lado de Severus—Ella es hermosa—.

Severus sonrió mientras continuaba mirando al pequeño bebé—Ella realmente tiene tu cabello—.

—Voy a hablar con Doc sobre eso—Murmuró Harry distraídamente mientras tocaba suavemente el pequeño mechón de cabello rubio de su hija.

Lucius y su esposa entraron y sonrieron a los nuevos padres—¿Cómo la vas a llamar? —Preguntó mientras los ojos negros de la bebé, idénticos a los de Severus, miraban con curiosidad a su padre.

—Nos decidimos por Hope, Hope Elizabeth Minitree—Dijo Severus en voz baja, mientras Tracey anotaba el nombre en el certificado de nacimiento.

—Si necesitas algo solo pregunta—Dijo Narcissa y los Malfoy se fueron para darles a los padres tiempo para ellos y Hope.

Efectivamente, Severus se puso tan quisquilloso como su recién nacido y quería irse a casa. Todos los Sanadores allí le dijeron que tuviera cuidado, pero les permitieron irse. Cuando llegaron a casa y pusieron a Hope en la cuna que tenían en su habitación, estaban exhaustos. Sin embargo, Harry se despertó en medio de la noche cuando escuchó a alguien hablando...