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Capítulo 13.- Compañero

—Albus, por favor, dime—Remus rogó suavemente a pesar de saber que esto iba a lastimarlo de alguna manera.

Albus sonrió tristemente—Juro...—.

—No Albus... no necesito, de todas las personas, que prometas que estás diciendo la verdad—Remus dijo positivo, que podía confiar en el viejo mago.

—Ok... cuando me hablaste de tu cachorro, le pregunté a Severus y Lucius cuando fuimos a visitar a Severus. Ambos eran espías, por lo que sabían mejor que nadie lo que sucedía en el ejército del Señor Oscuro. El único incidente que involucró a un niño herido en sus manos fue un niño sin hogar. Eso es todo... no hubo muertes de niños—Dijo Albus severamente asegurándose de que Remus lo entendiera mucho antes de explicar los detalles más complicados.

—¿Ninguno?... pero... mintieron sobre mi cachorro... ¿¡Qué demonios realmente pasó!? ¿Está vivo mi cachorro? Por favor, necesito saberlo—Exclamó Remus antes de morderse el labio para no llorar.

El director puso una mano reconfortante sobre el hombro de Remus, cuando Peter bajó las escaleras para ver lo que estaba sucediendo—Es una... historia horrible. Muchos de los detalles son demasiado personales para compartir, pero te diré lo que hay que decir para explicar la historia. Cuando Lily y James recogieron a su hijo, lo llevaron a San Mungo. Fue etiquetado como un squib y ellos... los detalles del abuso fueron horribles y no son míos para compartir, pero terminó siendo abandonado en las calles del callejón Knockturn con el elfo muerto con el que se quedó cuando era un bebé—.

—¿El chico sin hogar que mencionaste? —Remus se ahogó entre sollozos. Solo evitó derrumbarse por completo porque los fuertes brazos de Peter lo envolvieron suavemente y le proporcionaron más amor y apoyo de lo que nunca antes había sentido.

—Sí... el niño sin hogar era tu cachorro. Tomó el nombre del hombre sin hogar que lo salvó ese día y el apellido del hombre que lo pasó de contrabando a Estados Unidos para sanar sus heridas... y entrenarlo en magia—Dijo Albus preparándose para la parte interesante.

Remus sollozó—Pero tú dijiste...—El hombre lobo dejó caer su frase tratando de hacer los cálculos. Los Bylines se desarrollaron en Estados Unidos hace unos años, así que tal vez su cachorro estuvo entre los primeros—¿Entró en los Bylines? —.

—No exactamente—Dijo Albus mientras sonreía suavemente—Desarrolló las Bylines. Se llama Harry Minitree y estará en San Mungo mañana... y sospecha que algo está mal con James y Lily, ya que no son capaces de no tratar de controlar cada pequeño detalle de su mundo y usar la violencia si es necesario—.

Remus sacudió la cabeza con furia—¡No, sabría si estuvieran heridos! ¡Solo olían a agua con miel cuando no les vi sangre! —Exclamó Remus, pero había una sensación persistente que le preocupaba. ¿James y Violet estaban en algún tipo de peligro?

—¿Agua de miel? Remus, ¿estás seguro de eso? —Preguntó Peter, un poco preocupado.

—Si. Cada vez que los visitaba, los niños olían a eso. Pensé que era un jabón o algo así... es un jabón, ¿verdad? —Preguntó Remus sintiendo que sus nervios se enfriaban lentamente de miedo cuando Peter y Albus intercambiaron una mirada.

Peter decidió responder a la pregunta—No tienes una manada y no eres un auror o de una familia de sangre pura. Supongo que Black nunca te lo dijo, pero hay una poción que huele a agua de miel y elimina completamente el olor a sangre de cualquier superficie cuando se aplica. Si te bañas en ella, ocultará el olor de las heridas abiertas y el sexo. Los aurores lo usan cuando tratan con vampiros y hombres lobo... o solían hacerlo. Incluso el olor del agua de miel se evapora después de unos minutos, aunque la poción permanece activa durante al menos una semana. Prácticamente deben rociar a sus hijos justo antes de que llegues...