Capítulo 18.- Presión

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—Zippy ya te ha dicho que no. ¡No se te permite volver a la casa después de que encendió las luces hasta el punto en que explotaron! Ve a jugar en tu reloj—Dijo el elfo doméstico y señaló el reloj del abuelo, que ahora estaba en la casa de la playa de Severus.

—Pero los tiburones de la mente están nadando en círculos en busca de las golosinas jugosas que se perdieron para poder regresar a su cueva—Se quejó el fantasma de Doc.

—Bien, ¿quieres saber por qué te han varado aquí? Hace unos 8 meses explotó las luces y quemó al maestro Severus y si el maestro Harry no se deshiciera de usted, los Sanadores habrían contratado a 20 exorcistas diferentes para desterrarlo al limbo. Lo creas o no, estás aquí por tu seguridad, aunque Zippy sospecha que si el maestro Harry te ve antes del nacimiento, él mismo puede hacer la llamada—Murmuró Zippy.

Doc parpadeó sin comprender—¿Cuándo es el momento del consumo de comestibles? —.

—Zippy no te está haciendo ninguna comida—El elfo suspiró molesto.

—Los ruidos internos no pueden cesar hasta que los comestibles se envíen a la batalla—Se quejó Doc.

—No tienes hambre. ¡Estás muerto! Entiende eso a través de tu cráneo transparente—Dijo el pobre elfo frustrado.

—¡A LA SEDE! —Gritó Doc y las luces parpadearon antes de explotar.

Zippy abrió los ojos y fulminó con la mirada cuando vio que Doc se había ido—Oh no, no lo haces—Murmuró, desapareciendo con un estallido para perseguir al fantasma...

Zippy abrió los ojos y fulminó con la mirada cuando vio que Doc se había ido—Oh no, no lo haces—Murmuró, desapareciendo con un estallido para perseguir al fantasma

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—¿Te sientes bien? —Preguntó Harry mientras ayudaba a un Severus muy embarazado a levantarse del sofá.

—Me siento gordo—Severus se quejó.

—Bueno, eres claramente hermoso... tal vez debería buscar a los Sanadores para que puedas contarles sobre estas alucinaciones—Dijo Harry y se rió entre dientes mientras Severus lo empujaba juguetonamente.

Severus sonrió, pero luego su sonrisa se desvaneció lentamente—¿Estarás bien viéndolos de nuevo? —.

Harry miró esos ojos negros en silencio durante unos minutos antes de arrodillarse sobre una rodilla—Si dices que sí, lo estaré—Dijo mientras sacaba un anillo completo con una esmeralda verde de su bolsillo.

—Harry... yo... sí—Severus jadeó cuando comenzó a llorar—Idiota acordamos no discutir esto hasta después. ¡Te estás aprovechando de mis hormonas! —Severus lo acusó, pero no pudo evitar llorar cuando Harry deslizó el anillo en su dedo anular.

—Sé cómo conseguir lo que quiero—Harry sonrió y se levantó para quitarse las lágrimas—Te amo a ti y a nuestro pequeño—Dijo suavemente con una mano sobre el vientre hinchado de Severus, pero antes de que pudiera besar a su amante vio un parpadeo de algo en la esquina de su visión y levantó la vista para ver a un fantasma flotando allí—Doc...—Harry dijo con un toque de hielo en su tono, lo que significaba que no estaba de humor para las travesuras de su mentor, pero cuando Doc no reaccionó, arqueó una ceja—¿Doc? —.

A B C, 1 2 3 - BlackKitten23Donde viven las historias. Descúbrelo ahora