Han pasado dos días desde la desafortunada muerte de Yayoi y Jun. Con esas muertes ya eran tres de niños, algo que preocupó aún más a los padres de los demás niños.
"En otras noticias: dos jóvenes de quince años murieron hace dos días en la ciudad de Tokio a causa de la enfermedad covid-19. Se presume que uno de los jóvenes padecía de un problema serio del corazón, mientras que la otra siempre presentaba las defensas bajas en épocas de frío, lo que provocó que en su caso el Coronavirus sea mortal. Con estas dos muertes, son tres en total de menores de edad. Ahora más noticias relacionadas al te…"
La mujer apagó la radio mientras manejaba con sus dos hijos atrás.
—¡Estúpido Coronavirus! ¡Cada día se presentan más casos!
—Mamá…, ¿el abuelo va a estar bien?— preguntó uno de ellos.
La mujer, que tenía alrededor de cuarenta años de edad, para no preocupar a sus hijos, les dijo:
—No se preocupen, Masao, Kazuo, su abuelo es un hombre fuerte— les sonrió, pero en el fondo estaba muerta de miedo. Se trataba de su padre, quien era portador de Coronavirus. Como era de la tercera edad, formaba parte de la población en riesgo.
Iba a hacer hasta lo imposible por protegerlo, aún si tenía que morir ella por Coronavirus.
(…)
Las cosas en la casa de Hanji no iban tan bien: su abuela se puso aún más paranoica tras la noticia de las tres muertes de jóvenes en Tokio. Hanji estaba ¡harto! de verla tan estresada, caminando de un lado al otro diciéndole que no salga afuera.
—¡Abuela, esto es el colmo!— gritó, finalmente.
—¡¿Qué me dices, niño?!
—¡Esto! ¡Andas reestresada con la enfermedad de mierda esta!
—¡Ojito con lo que dices a tu abuela! ¡Murieron tres niños de tu edad! ¡De tu edad! ¡¿Y no estás preocupado?!
Se hizo un silencio de alrededor de diez segundos.
—Tal vez, pero esos niños padecían de enfermedades crónicas, por eso murieron. En cambio, yo soy cuidadoso, y no padezco ninguna de esas enfermedades.
—Pero…
—La que está en peligro eres tú, abuela. Sólo te pido que no salgas afuera y que te tranquilices, que es lo principal.
—¡Tú no das las órdenes aquí!
—¡Escúchame! ¡Te preocupas demasiado por una enfermedad con muy poca probabilidad de muerte, cuando en el mundo siempre hubo problemas más graves en los que sí han muerto muchas personas, como las hambrunas! Y nadie nunca se hizo cargo de eso. ¿Entiendes a lo que llego?
—Hanji…
Urabe le dio un abrazo.
—Te amo, abuela. Eres lo único que me queda en el universo, y no soportaría perderte en estas circunstancias. Yo te cuidaré con toda mi vida si es necesario. Pero no me gusta verte así, sé que lo haces por mi bien, pero la única que se perjudica eres tú.
—Hanji… Yo… lo siento mucho. No quise ser tan insoportable, sólo quería protegerte, porque la verdad es que esto de las muertes de estos niños me puso aún más nerviosa, y me preocupé más por ti. Pero prometo no ser tan paranoica. Sólo ten cuidado, ¿sí?
—Lo tendré, abuela— le sonrió el oji-verde—. Te haré de comer por hoy. Tú relájate, lee algún libro, teje alguna bufanda, completa algún crucigrama, sólo relájate. Yo me haré cargo del almuerzo.
—Está bien, Hanji.
Urabe estaba feliz de que su abuela se tranquilizara por fin. Podía dormir sin escucharla revolviendo bolsas a las cinco de la mañana, podía respirar el aroma a jazmín de su casa sin tener que ver a su abuela caminando por todos lados, podía estar feliz a pesar de lo que pasa afuera de las paredes.
(…)
—Teppei Kisugi— un doctor entró a la habitación del niño de los rizos.
—¿Sí?
—Vine a darte de alta. ¡Felicidades, te curaste!
—¡¿Enserio?!
—El reposo ha dado buenos resultados. Ya puedes irte a tu casa— sonrió.
—¡Wooo-hooo!— levantó los brazos—¡En tu cara, Coronavirus! ¡Soy invencible!
—Jeje.
—Teppei.
—Kisugi.
Sus padres junto con sus amigos estaban muy felices al ver a su hijo recuperado.
—¡Kisugiii!— Taki e Izawa lo abrazaron.
—Hola, amigos. ¡Soy invencible!
—Sí, lo eres— se escucharon sollozos de parte de los dos.
—¿Están llorando?
—¡No! ¡Tenemos una basura en el ojo!
Kisugi solamente rió.
(…)
Tsubasa estaba cada vez más aburrido. La madre de Ishizaki le prohibió salir afuera, o sea que ninguno podía verse.
—¡Mierda! ¡¿Por qué no puede existir una vacuna para esta putísima enfermedad?!— gritó—¡Ya estoy harto! ¡Voy a ir a ver a Ishizaki, ya sea que me contagie o no!
Esperó a que sus padres se durmieran su siesta para escabullirse e ir a lo de Ishizaki. Tomó un tapabocas que su madre había comprado. Se lo puso y se abrigó lo mejor que pudo y salió sigilosamente. Sus padres solían dormir tres horas de siesta, así que tenía alrededor de dos horas para estar con Ishizaki (ir allá toma media hora).
Y así salió con el dinero en su mano, dispuesto a ver a su amigo para combatir el aburrimiento que estaba instalado en su casa.
(…)
Yeiiii!!! Mi bb se curó!!! :D
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𝗖𝗢𝗥𝗢𝗡𝗔𝗩𝗜𝗥𝗨𝗦 ❱ 𝗖𝗧 ✔
FanfictionUna gripe extraña nació en la ciudad de Wuhan, en China, la cual fue llamada covid-19 (Coronavirus). Esta gripe ha ocasionado un gran número de muertes en este país, y se ha esparcido por varios países del mundo (de otros continentes cercanos) a cau...