Capítulo 20: No volveré.

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Terminaron de cargar las carretas mientras el sol se escondía a través del horizonte, un último rayo de luz se disparaba hacia la casa para ser oscuridad total, como toda la vida que estoy llevando.

Aproveche el reino de sombras para ayudar a Mary y Chijioke a rellenar los hoyos que hizo el perro de la casa, Bartolomé.

Me ofrecí a llevar las palas de vuelta al granero, lo que aceptaron con mucho gusto. Chijioke estaba dispuesto a ir con los hombres a Derridon y Mary se quedaría a ayudar con la cocina.

Por un momento en mi mente se pasaba el pensamiento de subir con Jimin a la carreta y jamás regresar, pero la última vez que intenté dejar la casa, una bandada de cuervos casi me convierte en su cena. No sé si fueron enviados por Jungkook para evitar que me fuera, pero lo dudo, nuestra conversación parecía demasiado definitiva y él estuvo dispuesto a dejarme ir.

Pero si no fue Jungkook, quien o, mejor dicho, qué estaba evitando mi huida de Coldthistle House.

Podría marcharme sin Jimin, pero necesitaría asegurarme que estará a salvo. Incluso si lograba huir a América, un océano de distancia no sería lo suficiente para quitarme la culpa de su muerte.

Ya en el granero, decidí guardar las palas lo más rápido posible e ir por el libro que había dejado ahí la última vez que estuve. Ya habían pasado varios días. Consideré dejarlo ahí, pero Jungkook acertó algo de mí, y es que soy alguien curioso. Podría haber un secreto ahí guardado que me ayude a contrarrestar el poder del libro de la habitación trece.

Me resulta tonto tener que depender del broche toda mi vida, yo pierdo todo, ¿qué pasaría si se me cae? ¿O me lo roban?, ¿o me quito la ropa?

Jalé hacia abajo la escalera dispuesto a subir al henal pero ya estaba ocupado, vi una figura en la oscuridad.

El señor Jeon pasaba las hojas de su propio libro, dándome la espalda, su muy musculosa espalda notó mi presencia y se dio vuelta.

— ¿Sabes? Es extremadamente grosero que Spicer no se haya molestado en quedarse con esto. ¿Pero que podría esperar de alguien del supramundo?— cierra el libro con fuerza y lo acercó a mí con una sonrisa cálida, pero con sentido de bondad casual.

No lo tomé, se sentía como una de sus trampas, no podía confiar en él.

— ¿Como estuvo tu viaje? ¿Te importunaron algunas aves?

— Tú enviaste a los cuervos, ¿verdad?— pregunto, sintiendo que cada segundo que pasaba mi corazón palpitaba más fuerte en una ola de sentimientos de ira. Cada segundo era más estresante, las carretas se marcharían si no me daba prisa— creí que dijiste que podría irme, ¡esas aves me atacaron!

— Claro que podías irte, te di el broche, es lo único que necesitas, ¿no es así? De todas formas, ¿Por qué afirmas que los cuervos eran para ti? Solo estabas en su camino, tal vez. Quizás eran para el anciano.

— Conoce al pastor entonces...— miro de reojo la ventana, debía apresurarme, la carreta ya se iría. Necesito apresurarme.

— Nuestro queridísimo vecino, casi siempre una de sus malditas ovejas se aleja de su terreno y viene a parar a nuestra propiedad, ¿y como rechazar buena carne para mis aves cuando viene sola a ellas? Sí, ya he hablado con él en más de una ocasión. ¿No crees que se ve como un feo pudín sin cocinar?

— Fue amable conmigo— contesto, mirando hacia abajo. Al principio me sentí intimidado, pero debo mostrar fortaleza si quiero salir de aquí. Levanté mi mentón— además no controla un diabólico hotel lleno de fenómenos.

Eso lo molestó, no sé si por mi insulto o mi predilección. Sea lo que fuese lo hizo cambiar de expresión.

— ¿Entonces por qué no te vas a vivir a su sucia pocilga? Seguro lo encontrarás apropiado para tus gustos. Ovejas... que divertido, ojalá tu pequeño corazoncito logre soportar esa emoción— me mira a los ojos directamente, estaba furioso, y lo que dijo fue hiriente. Pero no fue nada que no mereciera. Esbozó una blanca sonrisa, esta vez su expresión se volvió más suave. Estiró su brazo nuevamente ofreciendo el libro— ten, conservarlo, tengo muchos de esos en el armario de mi habitación, bueno tal vez lo hayas notado. O quizás no, las veces que estuviste ahí hiciste de todo menos revisar mi cuarto.

Demonios, no puedo evitar sonrojarme ante tal comentario. Odio mi sensible piel. Necesito decir algo grosero para poder eliminar tensión del momento y salir lo más rápido posible.

— ¿Nadie quiso comprar cuentos de hadas para niños?— quiero hacerlo enojar lo suficiente para que se fuera cuanto antes. Tristemente, solo sonrió, pero me desvió la mirada. Esta vez sí tomé el libro.

— ¿Has llegado al capítulo de los sustitutos, Taehyung?— me pregunta entrecerrando los ojos.

— No. Suena insignificante.

— Apropiado, es la palabra correcta— se inclina hacia la ventana mientras chasqueaba su lengua— parece que tu transporte a Derridon casi se va.

— ¿Por qué habría de ir a Derridon?— sabe mis intenciones, ¿acaso leerá mi mente? Si es así, que pena, que cosas tan... feas sabrá que imagino con él, o mis comentarios hirientes, o la forma que me hace sentir, ya me volvió paranoico.

— Hay algo que no entiendo del tío de tu amigo, Jimin— sus ojos café se posaron en mis labios y se iba acercando cada vez más— vino hasta aquí a investigar, junto a su sobrino, sobre una aburrida herencia, pero no ha hecho más que coquetear con la difunta señora Eames y husmear en los alrededores de la residencia. En mis teorías está que quiere quedarse con la herencia del muchacho, pero quiere saber lo necesario antes de quedárselo y, dime, ¿cuál sería la mejor forma de quedarte con la herencia de tu sobrino siendo su tutor legal? No hay razón para que Brenner salga con su sobrino a solas a Derridon en esta noche y necesito saber por qué. Tú lo averiguarás.

Él tenía razón, si la casa se encarga de atraer gente malvada, ¿cuáles eran los motivos de Brenner?

Podría ser una trampa, tal vez sí está planeando algo contra Jimin.

— Insinúa que quiere... asesinar a su sobrino— lo observo, mis piernas empiezan a temblar. Si lo que dice es cierto, Jimin corre peligro.

— Bingo— me guiña un ojo. Si esto es una manipulación debo aceptar que es muy bueno.

— ¿Cómo sé que no me está manipulando y quiere que sea su espía?

— Piensa en esto, si tú quieres proteger a tu amigo, entonces pensarás lo que te dije detenidamente, si no, ya lo veremos. Siempre hay lugar en el cementerio— él sonríe vagamente— no es como que el chico me agrade pero a ti sí y, si salvarlo te hace feliz, estoy bien con ello— se acerca y nuestra distancia fue eliminada con un beso, suave y efímero.

— ¿Taehyung?— dice Chijioke, llamándome desde abajo.

— Aquí arriba, bajará en un momento— dice Jungkook, dándome un último beso. A pesar de todo el odio que le tengo a la casa y el asco que me da que Jungkook sea un homicida, no tengo problemas con que sea un... demonio o qué sé yo. Cuando él se acerca y me besa, no puedo detenerlo, siento que significo algo para él, o lo que sea. Pero debo ser congruente y saber que no pertenezco a este mundo, ni tampoco Jimin. No dejaré que mis pensamientos egoístas estén sobre la seguridad de alguien a quien quiero— creo que debes irte, a menos que quieras seguir hablando conmigo, pequeño.

— Me iré, Jungkook, y no pienso regresar— me desvía la mirada y sonríe. Era una sonrisa llena de dolor.

— Espero que encuentres lo que buscas, entonces.

Mansión de las Furias (Adaptación) (En Edición) | KookV/KookTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora