Capítulo 5: El diablo

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Mi sangre quemaba mis entrañas, había una sensación de pesadez en el aire, mis músculos se tensaron, un sentimiento de terror, peor que aquel que sentía en Pitney, entro de repente en mi cuerpo.

El señor Jeon estaba sentado en un sofá cerca de la puerta, con una taza de té y una mesa pequeña a su lado, me había atrapado fisgoneando en sus cosas. No tuve el valor de darme la vuelta para verlo.

— L-lo lamento señor Jeon— digo, aturdido y congelado en el asiento. Si había una sensación peor al miedo que me daba el señor Jeon, nunca la he sentido, pero demonios, esto realmente me tiene de los nervios.

— Soy una persona bastante paciente, Kim Taehyung, sin embargo, nunca he tolerado a los entrometidos. Aunque, debo decir, la carta no dice nada importante para ser honesto, sólo quise causarte un susto. Algo que me pareciera gratificante, como morder una manzana jugosa y crujiente— escucho sus zapatos de cuero tocar el piso de madera y su voz cada vez más cerca, definitivamente él sabe cómo incomodar a las personas.

— Me disculpo señor Jeon, la curiosidad es una mala cualidad en mí— admito, mientras volteo para finalmente mirarle a la cara, pero ya no está detrás de mí.

— No te preocupes Kim Taehyung, encuentro tu curiosidad adorable como la de un gato— me volteo y está frente a mí, recostado en el mostrador mordiendo una manzana, luce roja, quizá carmesí. Pareciera más negra que roja.

Al verlo, quedo en shock, nunca había visto a un hombre tan atractivo, Su piel blanca pareciera como si sumergiera su cuerpo en leche de lo blanco y terso que se puede apreciar.

Su cabello, tan oscuro como los cuartos de la casa, tan delicado. Cada cabello puede apreciarse individualmente, es largo para ser un hombre pero no tan largo como el de una mujer, cae alrededor de sus orejas.

Sus ojos café oscuro, parecieran color negro, con una mirada tan penetrante que pareciera que ve mi alma a través de mi cuerpo.

Su cuerpo parecía esculpido por un artista hecho a detalle, la camisa que traía era ajustada, tanto que podría ver sus pezones sobresaliendo, definitivamente era el hombre más guapo que vería en mi vida.

Sus labios rozaban la manzana como si estuviera besándola, y sus dientes cortaban la fruta de una forma tan exquisita que me hipnotizó verlo

— Señor Jeon, lo siento mucho en verdad, no volverá a pasar. De verdad, me siento avergonzado por ello— le digo quitando mi mirada de sus ojos que parecieran saber mis deseos más oscuros y mis pensamientos más ocultos.

— Eres más hermoso que un gato, he de decir. Por fortuna, eso es algo que me encanta en mis trabajadores, pero la señora Haylam se lució contigo esta vez, tendré de darle una recompensa luego— posa su mano en mi barbilla, la levanta y me hace mirarlo fijamente, sus manos acarician la piel de mi rostro suavemente.

— Entonces contrata a sus empleados por su aspecto físico, señor Jeon— digo con la voz algo quebradiza, mientras examina mi rostro a detalle y se acerca lo suficiente para imaginar un beso, pero se detiene a medio camino y sonríe.

— Resulta que tengo una capacidad especial para detectar cosas "especiales" en ciertos individuos. Respondiendo a tu pregunta, no, su apariencia me es irrelevante aunque debo decir...— toca mi cabello, parece fascinarle y lo huele de una forma delicada, que en otra persona parecería raro pero él lo hace ver sensual— que entre más raro sea el espécimen, me resulta más... gratificante.

— ¿Le contó la señora Haylam que deseo trabajar en la casa?— le pregunto mientras se da la vuelta y se dirige a la silla de su escritorio y toma asiento.

Mansión de las Furias (Adaptación) (En Edición) | KookV/KookTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora