Harry se cepillaba los dientes y reflejaba el rostro en diferentes ángulos al espejo, procurando todos sus rizos en su lugar o la existencia de una mancha. Escupió los restos de pasta dental, tomó su enjuague bucal. Mientras lo revolvía en su boca, revisó la situación del novato; temblaba, soltaba pequeños tics, como muecas o chasquidos, pasaba el peine una y otra vez por su ya peinado cabello.
Escupió el enjuague y secó su boca con una toalla.—¿Nervioso?
Louis volteó a ver a su compañero por algunos segundos, antes de regresar su vista al espejo, de nuevo, cepillándose el flequillo.
—No, no. Estoy bien—soltó otro tic.—Bueno, sí, algo. Solo un poco, pero no tengo por qué estarlo, ya que estudié bastante tiempo como para hacerme atrás ahora, ¿no? Solo debo tranquilizar-mierda.
Accidentalmente tumbó el envase del enjuague, la muñeca le giró y el peine también cayó. Con las mejillas coloridas, recogió las cosas diciendo un par de "lo siento" en el proceso. Harry se arrodilló, recogió el cepillo y sonrió al castaño.
—Estudiaste para resolver casos, no para fingir emociones. Algunas veces tal vez sea lo mejor, pero no tienes por qué hacerlo estando conmigo.
Lo exaltó un poco, espero por alguna carcajada, una broma sobre <<debiste ver tu cara>>, más la sonrisa perduró. ¿Aquel hombre era el mismo orgulloso y sarcástico con el que estoy trabajando? ¿No me llamó un novato inservible hace dos días?
Agachó la mirada y se puso de pie, acomodó las cosas en el lavabo. Aquella imagen de Harry tan cerca suyo, unos ojos tan dulces, lo dejó sin aire.
—Lo siento—se disculpó de nuevo. Harry también se levantó.
—No tienes porqué disculparte, es tu primer caso, tienes todo el derecho de sentirte nervioso—caminó hasta la cama y tomó su saco. Se lo colocó y después acomodó su camisa negra.
—Gracias...por eso.
—No hay de que pitufo—Louis ladeó la cabeza con una expresión decepcionada, Harry le devolvió la mirada con una sonrisa de lado.
—Arruinaste el momento.
—Pero ya no estás nervioso.
—Debiste de ser comediante, ¿no crees?
—Me han dicho que sería buen cantante o actor por mi físico, pero comediante hubiera sido una gran idea—contestó.
—Hubieras sido un buen modelo.
Quedó callado, observó el suelo, y entrecerró los ojos. Razonó las últimas palabras. Suspiró arrepentido al comprender lo que dijo, ¡lo llamó guapo sin pensarlo! Le costó verlo de nuevo, y cuando lo hizo se arrepintió. Su compañero deslumbraba una sonrisa grande y orgullosa, como un niño que se le dio la entrega de una pegatina en forma de estrella con las palabras <<¡Bien hecho!>>
—No dejes que se te suba a la cabeza.
—Muy tarde, ya está ahí.
Louis rodó los ojos y caminó a la puerta. Harry apresuró el paso.
—Fue solo un cumplido—se excusó sin éxito.
—Un cumplido en un momento innecesario, cosa que nunca olvidaré.
—Por dios santo, Harry.
—¿Qué día es hoy? Me tatuaré la fecha en mi frente.
—Cállate.
—Pero si tú fui-
—Que te calles—le cubrió la boca y empujó a una habitación con la puerta abierta, tropezaron con la carretilla de limpieza. Pisotearon algunos utensilios y se estamparon contra la pared, Louis envolvió las manos en el umbral y acechó afuera.
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M O R T E M.
RomanceESTADO: T E R M I N A D A. Harry Brown es un policía y detective con algunos años de experiencia. Aunque habitaba en el pequeño pueblo Stockbridge en Massachusetts, era bastante reconocido en el área gracias a su arduo trabajo y facilidad para resol...