M O R T E M.

VI. CLARAS MENTIRAS NEGRAS.

Trevor López derramaba lágrimas por sus mejillas en silencio, pero su expresión permanecía neutra. Sus manos en puño reposaban sobre sus labios acallando unos sollozos que salían cada minuto, su cabello largo era sujeto por una liga, pero mechones sobresalían por todas partes. Su hombro y pierna eran cubiertas por vendas, zonas donde había recibido los disparos de los detectives en el centro comercial, quienes se hallaban sentados frente a él. Una mesa de acero los separaba.

Louis cruzaba los brazos y recargaba su espalda por completo en el respaldo de la silla—bastante incómoda—mientras miraba sus pies, que movía a un ritmo indefinido. Harry apoyaba los codos sobre la mesa y recargaba su barbilla en sus manos, a cada cierto tiempo observaba el reloj de mano que llevaba en su muñeca, algo impaciente.

Un suspiro de parte del criminal los hizo enderezarse, aunque Harry tuvo que dar un ligero golpe en el hombro de Louis para qué reaccionará; tenía mucho sueño gracias a las para nada cómodas camas del motel donde se hospedaron aquella noche. Al menos había podido dormir solo... en realidad eso no mejoraba ni empeoraba la situación, prefería mil veces dormir sobre Harry que dormir sobre esa cama de nuevo. Intentó no reír al darse cuenta de lo mal que sonaba.

—¿Ya crees poder hablar?—ni siquiera se preocupó por no hablarle de "usted", tenían casi la misma edad.

—Sí... sí, eso creo—respondió, aún sin verlos a los ojos.

—Si necesitas agua solo dinos—le habló a Trevor.—Comienza—está vez se dirigió a Harry, quien asintió.

—Trevor López, integrante de los Mortem, cumples con los recados de los jefes. Tu amigo, Mike Rolland, tenía tu mismo puesto, pero le encargaban trabajos más pesados como secuestrar, torturar y asesinar. Ustedes dos junto a Jessica Hills asesinaron y mutilaron a 6 niños huérfanos en un garaje a las afueras de Stockbridge, ¿nos puedes confirmar todo eso?

—No solo cumplo con los recados, también vigilo a gente que les debe algo, como solía hacerlo Jessica.

Louis hizo un ligero movimiento con su cabeza y alzó sus cejas, algo sorprendido porque un Mortem confesara sin problemas.—Trevor, ¿por qué asesinaron a esos niños?

—Beta nos dijo que no los necesitaríamos, que no eran candidatos para nuestros clientes así que nos dejó hacer lo que quisiéramos con ellos. Jessica y yo teníamos pensado dejarlos en el bosque a su suerte, pero Mike sugirió que los matemos, porque no podíamos faltarle el respeto a los fidei. No nos quedó de otra así que lo hicimos.

—¿Quién es beta y fidei?—Trevor alzó su mirada, casi indignado por la pregunta, como si Louis estuviera obligado a conocer a esos que mencionó.

—Beta es nuestro actual y último líder, los Fidei son los jefes de Mortem-

Harry levantó su mano derecha indicando que parara de hablar, observó a Trevor por unos segundos con su boca entreabierta.—¿Último líder? ¿Así que Rommel si será el último líder?

—Si ya no queda ningún Relish no hay manera de continuar con Mortem, lo dijo beta. Solo un Relish puede liderar a los Mortem.

—Con Rommel muerto se acaba Mortem por completo—susurró Louis.

El mayor se dejó caer en el respaldo de la dura silla sin cuidado, Louis lo tomó como señal de que se quedaría callado analizando todas sus posibilidades y nuevas planes que podrían realizar, así que el continuaría con las preguntas. Estaba a punto de hacer una sobre el paradero de miembros más altos o incluso algún jefe, pero repasó las palabras de Trevor con cuidado notando un error. Llevo la mirada a sus manos, parpadeando con lentitud.