No todos han tenido la suerte de tener en su vida una mirada de amor.
Esas miradas dulces, tiernas, con unos ojos que parece que te atraviesan hasta
lo más profundo de tu ser. A veces, son los padres los que te miran como si
fueras el mayor milagro de su vida. (Si supieran los padres el bien que le hacen
a sus hijos sus miradas...). A veces, es una amiga, un amigo, que te tiende la
mano y por un instante pertenecen al mismo mundo, al mismo espacio y se
funden en risas contagiosas. Y otras, son las parejas, los enamorados, esos
que te dedican con sus ojos todo el bien del mundo. Toda la suerte del mundo.
Las miradas dicen mucho, y las buenas miradas te llenan de amor, de
alegría, de energía.
Quizás lo has visto en la calle, en la inocencia de los niños, en los
hermanos o incluso en algún conocido. Mirá, y mirá con atención, que las
miradas de amor solo duran instantes, pero se quedan con uno para toda la
vida.
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De Cabeza
RandomDe Cabeza es un libro que llega a tus manos y no sabes muy bien de qué trata. Tiene historias de amor, de desamor, poesías para llorar, reflexiones que te invitan a tomarte un café con vos mismo y pensar un rato. No es psicología, filosofía y aún as...