La cortezana Daki

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El lugar era un tanto excéntrico, raro, las paredes estaban hechas de tela y el suelo de bambú, Selene se sentía extraña, solo fue acompañada por mujeres hasta la sala de estar, esperando a que la atendieran. Marco se había adelantado, pero no lo encontró por ningún lugar ¿Se abra perdido? Oh tal vez esté siendo atendido y complacido en otro cuarto.

~Bienvenida.

La puerta de tela se desplazó hacía un costado frente a sus ojos, una mujer se adentró por el espacio que se formó tomando lugar en el suelo. Para ser una casa elegante y de reputación los modales de la mujer no eran muy elegantes, tomo asiento en el suelo cruzándose de piernas a pesar de estar en vestido, aquel apenas si le cubría las piernas a la altura de la cadera, si alguien quisiese ver a través de ella no le costaría mucho.

~Es raro recibir a mujeres aquí, pero serás atendida como a cualquier cliente, nosotros no discriminamos.

Su cara se tornaba roja, algo picara mientras posaba su cabeza sobre su mano derecha observando a Selene. Ella ni se inmuto, podría llegar a sentirse incomoda, pero estaba acostumbrada a lidiar con una gran presión, esto a su lado no significaba mucho.

-No deseo ser atendida, solo vengo a buscar a alguien.

~Todos nuestros clientes vienen aquí buscando a alguien querida.

-Su nombre es Daki…

~Todos nuestros clientes buscan a Daki.

Ella se mostró algo picara, pero molesta a la vez, cuando Selene menciono su nombre parecía querer estallar en furia, desde que Daki apareció al parecer ninguna otra era tomada en cuenta.

~Sabe que te costara mucho, yo puedo ser igual de eficiente y a la mitad de precio.

-Lamento decirte que no busco esa clase de servicios, si puedes traerla ante mi te lo agradecería.

La mujer se mostro molesta, juntando sus piernas se levantó de allí casi atropellando las cosas al salir, tras cerrar la puerta algunas maldiciones salieron de su boca.

-Marco…

Selene aprovecho a sentarse y buscar comodidad en el suelo, trataba de observar los dibujos de la pared, los cuales parecían pintadas a manos, eran flores desde rosas hasta tubos de bambú.

-Un trabajo impresionante.

Unas niñas pasaron por allí dejándole un poco de té a Selene, ninguna se atrevió a mirarla a la cara, al parecer eran las encargadas de hacer la limpieza oh de atender a los invitados mientras esperaban, Selene acepto amablemente a la espera de Daki. Pasaron 10, 20, 30 minutos donde ella solo veía a las personas pasar, algunos venían y otros se iban.

Pasaron 40 minutos hasta que la puerta volvió a abrirse, la chica se presentó ante Selene saludándola con una reverencia.

~Me dijeron que llamabas por mí.

Una de las chicas le acerco una toalla, con la cual agradecida seco parte del sudor de la cara, antes de tomar haciendo en el suelo usando sus propias piernas como apoyo, tomando con mucha delicadeza su vestido para arroparlo debajo de sus piernas.

~Me llamo Daki, ¿en qué puedo servirle?

Esta vez fue diferente y Selene logro ponerse algo nerviosa, sentía que la presencia de Daki era demasiado fuerte y comenzaba a entender porque la enviaron allí.

-Daki… No Katerinhe, soy Selene de la casa Roothward y me enviaron por ti.

Ella creó un silencio, tomando uno de los sorbos de té más largo eh incomodos que podrían existir, Selene respetuosa espero a por la respuesta de ella.

Erase una vez, mi querido reinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora