Cuando se está expuesto a temperaturas bajas temperaturas, el cuerpo comienza a perder calor más rápido de lo que puede producirlo. El reino de Wimbledon presenta la mayor tasa de muertes por hipotermia en épocas de invierno, de gente que se fue a dormir para no despertar más.
En el día la exposición prolongada al frío, con el tiempo, solía drenar la energía almacenada en el cuerpo de las personas. Volviendo sus movimientos más reducidos, la temperatura corporal muy baja afecta el cerebro y hace que la persona que la padezca no pueda pensar de manera clara ni moverse normalmente.
No solo se debe a los casones de las personas con más de un agujero en las cuatro paredes, oh techo que los cubre, también se debe a estar rodeados de un bosque que ayuda a la congelación y la expansión de la nieve a cada uno de los pueblos. Esto hace al invierno de Wimbledon, uno de los más terroríficos que podrían llegar a existir, incluso en época de guerras, se han hecho treguas por parte de todos los bandos por miedo a perder gente a causa de las bajas y deplorable condiciones.
Incluso, corre el rumor de un bosque de piedra al este del reino que permanece congelado incluso en épocas de invierno, la gente no se anima a poner un solo pie en los límites del mismo. Y aquellos que se aventuraron q querer explorarlos, oh aparecen muertos por la exposición al frio cerca de los limites oh jamás volvieron a ser encontrados
Actualmente, quedan 12 días para el inicio del invierno.
"Este del reino de Wimbledon."
- ¿Y cuál es el plan que tienen en mente?
~Esta chica viajara hacía el reino Orphen, nosotros la escoltamos, eso es todo lo que necesitan saber.
Vincent parecía reacio a compartir información con los demás, incluso parecía reacio aun a cooperar. Se creía más que suficiente para evadir los pocos controles del reino y encargarse de aquellos que no pudiesen, los pocos miembros del grupo estaban sentados ante la fogata, no todos se animaban a opinar, solo escuchan y seguían ordenes de la manera que veían más óptima posible.
-Le pregunte a Sea.- Replico Selene, no tenía ganas de pelear, pero tampoco de dejarse pisotear –Quiero saber todo para ser más óptima al momento de protegerla.
~No entiendo porque quiere poner su vida en manos de una maldita Roothward que puede apuñalarla por la espalda.- Definitivamente tenía ganas de ganarse unas cuantas miradas de odio, oh incluso golpes ~Y mucho menos de un dopado dueño de bar.
Este último no dijo nada, solo sonrió ante las palabras de Vincent. Todos pudieron ver como movía uno de sus pectorales, a modo de provocación, como incitándolo a probar de nuevo cuando deseara.
-Ya basta, no tengo problemas en explicar las cosas de nuevo.
~Me intriga más el hecho de saber porque eliges el reino Orphen.
-El príncipe y yo teníamos un arreglo de matrimonio, mi padre lo planteo como una tregua y expansión territorial al fusionar ambos reinos.- Sea saco un mapa de su pequeño bolso desplegándolo sobre una roca cerca de la fogata, lo suficiente para ver los marcados que hacía pero no tanto para que este se quemara por el fuego –Rechace dicho compromiso, oponiéndome a que mi padre me diga con quien debía casarme, el aun siguió con los preparativos en marcha y con las condiciones actuales no me queda de otra.
~Casarse con alguien que no deseas...
-Todo sea por mi gente.- Se detuvo, tratando de tranquilizarse –El reino de Orphen tiene un imponente ejército, si logramos hacernos con su beneficio a través del principie, mi sacrificio es algo que no me importa pagar.
~ ¿Segura que no había otra opción?
Vincent se molestó, elevando su mano para darle la palabra a Selene a medida que le pasaba el mapa, todos se habían planteado diferentes opciones. Muchos de ellos más que guardias eran amigos y conocidos de Sea, pues sus padres eran nobles al mando del Rey. Escuchar que ella se entregara para buscar una paz, aunque sea forzada y con sacrificios les dolía tanto como a ella.
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Erase una vez, mi querido reino
AdventureErase una vez, un reino llamado Skyhand, que cayo en la perdición por las mismas personas que lo habitaban. Todos fueron testigos de lo que paso pero nadie se animo a hablar, solo querían seguir con sus vidas normales, si es que eso era posible. Zen...