juego de hermanos

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-Aunque no sea imposible, esos chicos no parece que se vayan a quebrar tan fácil.

Zenher observaba la concentración de su hermano, incluso en un momento de descanso donde trataba de comer un pedazo de pan, lo único que tenía de almuerzo, no perdía de su mente las ideas que tenía.

Más que simples estafadores, detrás de esos chicos Vincent entendía que había una fuerza aun mayor, desde hace un tiempo en la capital y sus cercanías surgieron problemas pequeños pero a gran escala. Desde robos diminutos hasta desapariciones de personas, cada vez más y más provocando que los caballeros no den abasto a sus esfuerzos por detener la delincuencia.

-Creó que alguien controla en las sombras este tipo de incidentes aislados que ponen más en duda al rey, si el pueblo no está seguro ellos mismos se alzaran en armas.

El método de tortura de Vincent era sencillo pero aterrador, provocaba a las personas un terror psicológico parecido a la muerte gracias a una droga. Al entrar al organismo de las personas están actuaban de impulso para la creación de sudores fríos, calambres, dolores internos eh ilusiones que este podía moldear a gusto. Era como si estuviesen debilitados y Vincent pueda mostrarle las miles de manera en la que ellos podía morir, incluso sintiendo el dolor de esas torturas pero ninguno reaccionaba y era capaz de confesar algo.

~Si no son capaces de confesar algo con tu método de tortura, tal vez ellos no saben nada hermano.

-Lo dudo, unos simples estafadores no habría falsificado un papel real y se hubiesen expuesto tanto, muchos de los guardias habría reconocido sus errores en poco tiempo, al menos que alguien desde las sombras les haya dado consejo a cada rato para suplir sus errores.

~ ¿Un traidor?

-Oh varios, ¿Pero que te parece si dejamos eso de lado un rato?

Vincent abandono su cómodo asiento en las gramillas tomando su espada mientras daba un brinco para desenvainarla, muchos de los guardias se habían alejado del lugar mientras marcaba el campo llamado a su hermano al interior de este.

-Tiempo que no practicamos, ¿Quieres saber que tanto a mejorado tu hermano?

La demostración anterior de Vincent y el interrogatorio que había llevado a cabo con aquellos prisioneros le dejaba claro que no necesitaba comprobar la fuerza de su hermano, oh ver que tanto era su progresión, se había vuelto tan rápido un monstruo que seguro estarían a años luz de distancia ahora mismo, sin embargo este parecía ansioso por empezar.

~Bien, creó que puedo ayudarte como siempre.

Mientras Zenher optaba por una opción más defensiva, Vincent se preparaba para ampliar su campo y atacar de todos los ángulos, muchos sabían que cuando este desenvainaba su espada cualquier punto de flaqueo podía convertirse en un lugar que atacar pues él era impredecible.

-Como en los viejos tiempos ¿no? Aquí voy.

...

(~Vamos, que nos atrasaremos con la práctica de hoy.

-Es gracioso pensar que padre era un gran guerrero de la lanza y tú te hayas convertido en uno de la espada.

Vincent se paró frente a Zenher dejando caer su espada tomándolo solo con la mano derecha, está pendía como si estuviese de un hilo bastante fino dejando al parecer un montón de aberturas.

~El mismo lo dijo Zenher, antes de irse de nuestro lado, cada guerrero debe forjar su propio camino.

-Es gracioso que digas eso cuando insististe que fuera contigo.

Vincent solo sonrió, desde el principio siendo el hermano menor fue un genio de la espada, muchos dicen que nació con una bajo el brazo y aprendió a empuñarla antes que ah caminar, a diferencia suya si hermano Zenher estuvo toda la vida practicando cada movimiento de la misma para dominarla, pues cuando Hetwicht se fue del lado de ellos, él sentía la necesidad de apoyarlo en su crecimiento, pero para poder hacerlo debía tener una fuerza lo suficiente para no quedarse detrás.

~Vamos.

Vincent agitó la espada con delicadeza llamando a su hermano, este arremetió de frente y chocaron espadas en el centro. Con la Sola práctica de todos los días, tanto de los movimientos por parte de Zenher y las batallas pronto el talento de Vincent fue quedando de lado, la brecha se acorta entre los dos, entre un hermano que se esforzaba por ayudar al otro, y este creía que no necesitaba hacer un esfuerzo para ser más bueno de lo que era.

Claro, hasta que un día, Vincent logró ver cuán corta se había hecho la brecha. En ese día el cielo estaba algo apagado, en la mañana habían caído algunas gotas y el viento soplaba con algo de fuerza en la tarde, tras el descanso del trabajo de parte de Zenher este tono su espada y llamó a Vincent al campo.

Vincent no tenía ganas de hacer nada, había pasado todo el día acostado en uno de los sillones de la casa, tambaleándose de un lado a otro algo adormecido. Ya había decidido hace tiempo que quería unirse al ejército del rey, algunos examinadores lo vieron y descubrieron su talentos, la naturalidad con la que manejaba la espada solo con una mano, como su temple podía intimidar a la vez que llenar de determinación por igual, tenía las cualidades de un líder que con una buena cultivación de sus habilidades sin dudas sería el mejor, ¿Que habrían opinado ellos de ver que el supuesto gran líder solo se sentaba en el sillón de la casa a ver que los días pasen?

Las espadas sonaban al unísono chocando entre sí, incluso eran capaces de ocultar el sonido de los relámpagos con lo fuerte que sonaban sus golpes. Zenher solo se defendía, Trataba de buscar el contraataque pero muchas veces para él fue inútil, ese día específicamente había logrado ver los movimientos de su hermano por primera vez.

Vincent tenía un estilo particular, muchos decían que sus movimientos eran errantes y poco previsibles, se movía con soltura y rapidez atacando ángulos que por lo general pasan desapercibidos.

Tras el último choque, Vincent retrocedió, la espada de Zenher quedó vibrando, tanto que sus manos casi pierden la fuerza al sujetar, en ello el menor aprovechó para dejar la espada caer casi hasta la punta del mango, dónde muchos no entrarían ni siquiera un buen agarre, el encontró un tambaleó oportunidad en forma de péndulo que roto por detrás de su espalda hasta caer en picada contra su hermano.

Zenher de defendió bastantes bien, Vincent aprovecho a retroceder jugando con el filo de la espada, cuando su hermano se recuperó del golpe este se movió de su sitio atacando de frente, una gran estela envolvió a Vincent quien apuntó con fuerza al pecho de su hermano y levantó la espada rápidamente, otra vez solo optó por poder defenderse.

El Ataque no era más que una ilusión, Vincent detuvo la espada a medio trayecto y cambio de ángulo con un giro atracando a la espalda de su hermano, estaba a Punto de cantar victoria cuando…

Otro sonido fuerte llamó su atención y al darse cuenta su espada había volado de su mano, Zenher logró ver a través de su ilusión, y contrarrestar su Ataque sorpresa desarmándolo.

~Eso me sorprendió, pero no puedes pasar toda tu vida solo defendiéndote.

-No creo que pueda hacer otra cosa frente a ti hermano.

Vincent sonrió con amargura dando por finalizada la sesión de entrenamiento, mientras que Zenher admiraba el esfuerzo que hacía su hermano por mejorar su habilidad, el solo podía ver cuánto la brecha se había achicado.

Desde ese día Vincent le puso más empeño a la práctica, desarrollando en su totalidad un estilo nuevo que sería conocido como el ilusionista de la espada, pero no importa que tanto crezca en habilidad, la brecha que había creado con su hermano no se agradaba, es más solo seguía achicándose.)

Mientras se tomaba su tiempo para analizar cada uno de los ángulos de Zenher noto curioso que su hermano no tenía un solo punto de flaqueza, aunque estaba a la defensiva y parecía abierto incluso a un ataque frontal, su defensa era excepcional, mejor que la de muchos guerreros incluso de su mismo calibre que había llegado a conocer, una frustración interna apareció en Vincent por ver como su hermano había mejorado una vez más, un grito proveniente de la carpa lo alerto quien perdió su guardia para observar en aquella dirección como incluso los gatos escapaban de la escena

-¿Se escapan?

Uno de los guardias se tomó el atrevimiento de acercarse, aunque estaba por iniciar un duelo, entre disculpas termino arrodillado a la espera de poder decirle lo sucedido. Vincent, por otro lado entendió s intromisión y más importante quería escuchar lo que tenía que decir.

~Señor Vincent, los prisioneros, se han suicidado…

Erase una vez, mi querido reinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora