Capítulo veintiuno ✔

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            Poco antes de las siete de la mañana Liam se encontraba en el asiento del piloto de su auto, Emily en el del acompañante y los padres del chico iban en el asiento de atrás. Era hora de emprender camino hacia Boston y Emily no daba más de nervios, no paraba de estrujar sus manos y mover una de sus piernas con intranquilidad. Su futuro incierto la tenía mal, sabía que iba a llegar a Boston y que por un tiempo vivirían con los padres de Liam, sabía también que en menos de tres meses abría la empresa de Austin y que tanto él como Liam debían esforzarse para que pueda funcionar, y sabía que en menos de ocho meses sería mamá. No sabía si alguna vez podría retomar sus estudios, no sabía si tendrían su propia casa donde criar bajo sus normas a su hijo, no sabía si la empresa de Austin les diera el suficiente dinero para mantenerlos, y todo eso la frustraba, ¿Sería buena mamá? ¿Sabría cómo brindarle amor a su hijo cuando ella nunca recibió amor de sus padres?

-Emily – la voz de Liam junto con su enorme mano en su pierna hizo que salga de su ensoñamiento.

-¿Qué? – preguntó distraída.

-¿Qué te pasa? – le preguntó para mirarla de reojo por un segundo y volver a fijar la vista al frente.

-Nada – dijo sacudiendo su cabeza, intentando ahuyentar sus pensamientos.

-Pequeña mentirosita – le dijo riendo Liam, robándole una sonrisa a Emily.

-Me acaba de mandar un mensaje Olivia – dice Lucy, captando la atención de los tres restantes – Me pregunta con que quiere Emily que nos espere para almorzar.

-Oh, con nada en especial, cualquier cosa está bien – dijo sonriendo.

-¡Que Chase haga una barbacoa! – pidió Liam.

-Frena el auto – le pidió Emily llevando una mano a su boca - ¡Liam frena el auto ahora! – le exigió Emily, y el chico no dudó en frenar a lado de la ruta, Emily no espero a que el auto se detuviera del todo cuando ya había abierto la puerta y había arrojado todo el contenido que tenía en su estómago.

-Em ¿estás bien? – le preguntó Liam llegando a lado suyo, mientras le corría el pelo y le acariciaba la espalda.

-Creo que tu hijo no quiere almorzar lo mismo que vos – dijo con cara de asco mientras se recostaba contra el auto.

-Toma agua linda – dijo Lucy bajando del auto para alcanzarle una botella.

-Mami barbacoa no – dijo Liam negando con la cabeza, haciendo reír a las dos mujeres.

-¿Podemos dejar de decir esa palabra? – pidió Emily, mientras poco a poco volvía el color a sus mejillas.

-Podemos – dijo Liam rodeándole con su brazo para después depositarle un beso en su cabeza.

El resto del viaje no tuvo mucho contratiempo, solo tuvieron que parar un par de veces al baño y de paso comprar algo para que Emily comiera, aunque el viaje solo duraba tres horas. Cerca de las diez y media Liam estaba estacionando el auto frente a la casa de sus padres, los cuatro bajaron en silencio y Liam se paró a contemplar la casa donde creció, extrañaba estar en ese lugar, extrañaba Boston, extrañaba a su familia.

-¡Tío! – Tyler llegó corriendo y casi no le dio tiempo a Liam para agacharse y recibirlo entre sus brazos.

-Bela – la pequeña Brianna corrió hacia su abuela para engancharse entre sus piernas.

-¡Papá! – gritó exagerada Olivia y corrió a abrazar a su padre.

-Esto demuestra que la madura en la casa de Liv es Liz – dijo Chase negando con la cabeza mientras abrazaba por los hombros a su sobrina de diez años, quien caminaba tranquilamente a lado de su tío.

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