Nueva vida

Capítulo ocho ✔

 -¡Long Island baby! – gritó Arianna cuando junto a Mark pasaron a buscar a Emily, ésta les regaló una pequeña sonrisa, para después besar la mejilla de cada uno.

-¿Cómo están? – preguntó una vez sentada en el asiento de atrás, mientras Mark manejaba hacia el apartamento de Liam.

-¿Cómo estamos? ¡Felices! Vamos a la playa oh oh oh – cantó haciendo reír a Mark y Emily.

-Em – la llamó Mark - ¿esta chica siempre fue así? – preguntó burlándose de la rubia, ésta le enseñó su dedo corazón.

-Siempre, se cayó al nacer parece – dijo Emily alzando un hombro, Arianna llevó sus manos a su pecho en una expresión de ofendida.

-¿Y nunca consideraron internarla en un psiquiátrico? – preguntó Mark muy serio, siguiendo con su broma.

-Es que no hay centros que traten semejante locura – negó Emily con la cabeza.

-¡Son malos! – Gritó Arianna totalmente ofendida - ¡Ya van a venir requiriendo de este bello cuerpo y esta mente tan astuta! – Los tres rieron al tiempo que llegaban a la casa de Liam, él ya los estaba esperando afuera.

-Hola – saludó antes de entrar, dándole un beso en la mejilla a Arianna a través de la ventana - ¿todo bien? – preguntó una vez que entró al auto mientras estrechaba su mano con la de Mark.

-Todo bien, con Em estamos intentando encontrarle un centro psiquiátrico a Arianna, pero parece que Em me ganó en la búsqueda y no encontró ninguno que pueda tratar semejante locura – dijo Mark como si se tratase de algo totalmente normal, haciendo reír a Liam.

-¿Vos estás bien? – preguntó a Emily luego de besar los labios de ella, miró sus profundos ojos grises que estaban apagados.

-Todo bien – dijo ella regalándole una sonrisa chiquita - ¿Vos?

-Bien – dijo sin dejar de mirar esos ojos tan apagados, luego miró a Arianna intentando hallar una respuesta.

-Em – la llamó Arianna con ese tono que solo usaba con ella, ese de mamá que quería que su hija le cuente todos sus problemas - ¿Qué pasó con tus padres? – pregunto seriamente, mientras miraba profundamente a los ojos de su amiga, ésta se revolvió incómoda en su lugar, mientras Arianna y Liam la penetraban con su mirada, incluso también Mark le dirigía algunas miradas por el espejo retrovisor – Mark ya sabe todo, ¡yo también necesito descargar con alguien las injusticias que vive mi amiga!

-Lo mismo de siempre – dijo después de suspirar, y quiso dejarlo allí, pero Arianna la miró y supo que tenía que hablar más – No me creyeron que había invitado a Austin y que él se había ido con su familia a LA, y no le encontraban sentido a que viaje solo con amigos, al final terminé llamando a Austin delante de mis padres para que vean que hablaba de verdad, y les dije que el sentido que tenía ese fin de semana era divertirnos, hablaron mal como siempre y me fui a dormir – alzó un hombro y miró a su amiga, indicándole que allí terminaba la conversación.

-Bueno, ahora olvídate de todo, tenemos un fin de semana para los cuatro, ustedes pueden actuar libremente, usando forro siempre, pero pueden actuar sin miedo a que los vean – dijo Arianna sonriéndole a su amiga – Ahora borra esa cara amargada y ¡que empiece nuestro finde! – Gritó mientras subía el volumen de la radio y cantaba a todo pulmón la canción que pasaban, Emily rió para después plantar una sonrisa en su cara y ponerse a cantar-gritar como su amiga.

Liam la miró y una sonrisa se escapó de sus labios al ver que el brillito de Emily estaba volviendo poco a poco, miró cada facción de ella, como arrugaba la nariz mientras cantaba, su enorme sonrisa, los pasos de baile que improvisaba, la risa que lanzaba de vez en cuando al verse a ella misma y a su loca amiga. Estaba seguro que estaba enamorado de esa flaquita, estaba seguro que ella le había robado su corazón y estaba impresionado que haya sido en tan poco tiempo, él quería estar para siempre con ella, pero aún no sabían cómo iban a hacer, tenían tantos obstáculos que sortear, pero sabía que lo iban a lograr.