《Capítulo 16: INSOMNIO》

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¿Es una broma? Preguntó Owen incrédulo recibiendo una negativa de parte de Zane. No lo voy hacer. Cruzandose de brazos y frunciendo el ceño el menor se dejó caer sobre un sofá.

Es éso o dormir bajo la lluvia. Fue la vana respuesta del mayor, quien nisiquiera se interesó en mirarlo y prefirió seguir acomodando aquellas sábanas que esa y la siguiente noche lo protegerian del contacto con la fría madera.
Pero recuerda que me prometiste obedecer.

Con la mirada Owen clavó dagas en las espalda de Zane. De verdad odiaba se comportará de ésa forma tan hostil con él pero odiaba más cuando utiliza sus palabras en su contra.

Eres un maldito. Murmuró tomando de la mesa del centro de la sala las sábanas que antes de irse a dormir Cameron había dejado para él.

Pensando que no lo había escuchado se levantó del sofá y comenzó a preparar una improvisada cama sobre éste.
Era lo único que podía hacer y por lo visto negarse no era una opción.

Para él, Zane era un idiota cabeza dura que con tal de joderle la existencia era capaz de dejar aún lado su inexplicable odio y ordenarle que durmiera con él en la sala.

Te escuché. Espeto Zane sin siquiera mirarle.

Owen dio un pequeño sobre saltó antes sus palabras y lo miró de reojo. No pensó ser escuchado, pero tampoco le importó.
Zane se había ganado su desagrado a pulso y él seguía sin entender el origen de su odio cual jamás hizo algo para molestarlo.

Al principio creyó que era por Cameron, que su deseo por cuidarlo hizo que lo considerará un problema, pero luego de la forma tan diferente en la que trata ha Set le hizo ver que no era así.

Al terminar Owen apagó la única luz que iluminaba la sala y se acostó en el sofá que para su mala suerte era incómodo, aunque no debía quejarse, al menos el estaba durmiendo en el piso como Zane.

Pasaron algunos minutos y sus ojos seguían abiertos, su mirada estaba fija en el techo a pesar de que lo único que miraba era oscuridad que de vez en cuanto era iluminada por los relámpagos de esa noche lluviosa.

Zane.... Llamó pensando que el susodicho estaba dormido. Zane ¿estas dormido?

No... Murmuró una voz junto a él, que a diferencia de otras ocasiones no había hostilidad en ellas.

Zane... Llamó nuevamente, con voz calma. Como si estuviera hablando con amigo.
¿Puedo preguntarte algo? Soltó de repente dudando que hubiera respuesta de su parte.

Y así fue...

Esperó por una respuesta pero no hubo sonido alguno más que el de la lluvia chocando contra el techo.

Haz lo que quieres. Luego de un largo momento en silencio escuchó nuevamente la voz de Zane.

Pues.... Owen se quedó pensativo por un momento, pensando en que si preguntar sobre éso sería una buena o mala idea. Pero  era una pregunta que debía hacer, sólo de esa forma sus viejas dudas acabarían.

Si no vas a preguntar nada me voy a dormir. Le cortó el mayor con su habitual tono hostil. No voy a desperdiciar mi sue...

¿Porqué me odias tanto? Soltó al fín. Haciendo que callar a Zane. No recuerdo haber hecho algo malo. Continuó intuyendo que no recibiría respuesta para su pregunta probablemente infantil a ojos de Zane.

ENTRE DOS AMORESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora