《Capítulo 21: DOLOR COMPARTIDO》

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Narrador general:

Hola Will. Saludó sentándose juntó a la barra.

Hola Owen... Respondió el hombre cinco años mayor que él  mientras secaba algunas copas. ¿Qué te trae por aquí? No creó que vengas de visita.
Bromeó esperando recibir un comentario burlón de su parte.

¿Puedes traerme algo fuerte? Lo más fuerte que tengas. Pidió con voz triste. Hoy quiero olvidarme hasta de mí nombre.

Vaya... Exclamo el hombre tras la barra sorprendido. Esta es la primera vez que te veo así... ¿A casó tienes mal de amores?

Y de los que duelen. Concedió con una sonrisa amarga.

Owen no tenía problema en hablar con él. Después de todo lo conocía desde hace ya mucho tiempo. Will es el mejor amigo de Zane, estudiaron juntos en la secundaria y fue ahí que lo conoció.
Pero a diferencia de Zane, que se convirtió en policía, Will prefirió continuar con el legado de su padre, el bar en el que se encontraba.

¿Tan malo es? Preguntó el mayor tanteando el terreno para no decir algo que pusiera peor al menor.

Si descubrir que tú mejor amigo está enamorado de ti y que lo rechaces pensando que sólo lo ves como un amigo es malo. Descubrir tiempo después que a ti también te gustaba e intentas que él te vuelva a querer pero resulta que el se enamoró de alguien más debe ser lo peor.
Explicó con sarcasmo.

Will lo miró con una ceja enarcarda. Al parecer no había entendido nada de lo que dijo.

En ocasiones su vida parece una escena dramática de alguna telenovela.

De verdad necesitas ese trago. Murmuró el mayor antes de dar media vuelta e ir a preparar su orden.

Owen recosto su cabeza en la barra y posteriormente colocó sus brazos a cada lado. Por más que trataba no podía dejar de sentir dolor, dolía como el demonio y dolía mucho más aceptar que Cameron estaba en buenas manos.

Ahora estaba sintiendo lo que una vez Cameron sintió cuando lo rechazó.
Sentía impotencia y ganas de llorar, si no hubiera sido tan idiota como para no prestarle atención a lo que sintió cuando Cameron se le confesó en ese instante no estaría en ese bar, estaría junto a Cameron.

La persona que te tiene así es Cameron. Repitió incrédulo, a lo que Owen desganado asintió y bebió un poco de su trago. ¿Entonces no tienes oportunidad con él? Y nuevamente asintió.

Owen no entendía porque, probablemente estaba alucinando o el alcohol comenzaba a surtir efecto. Era la única información que encontraba para explicar la extraña sonrisa que se instaló en su amigo.

Éso es maravilloso. Exclamo Will con felicidad, pensando que lo había pensado cuando en realidad lo dijo.

¿Maravilloso? Repitió el menor enarcando una ceja. ¿Desde cuándo el sufrimiento de los demás es maravilloso?

No...yo no me refería a eso. Murmuró con nerviosismo. Es que... lo que pasa...

Mejor olvidalo. Corto agotado. Mejor traeme otro trago.

Will no lo pensó ni dos veces cuando tomó el recipiente vacío y volvió a llenarlo de tequila.

Para Owen no era extraña su actitud, Will solía comportarse de esa forma. Divagaba antes de hablar y solía decir cosas que no tenían nada que ver con la situación.

ENTRE DOS AMORESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora