Capítulo 44: Esperanza

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"El cielo es más oscuro cuando está a punto de amanecer" (desconocido)



Algunos meses después...

- ¡Mamá! ¡Mamá!..- grito al tiempo que una fuerte punzada me hace doblarme sujetando mi vientre.- ¡Mamá!..- grito de nuevo saliendo de la habitación sujetandome de las paredes.

- ¡Meggan! ¡¿Que pasa?!..- sube corriendo las escaleras.

- ¡Rompí la fuente!..- la miro al tiempo que me sujeto de su brazo.- ¡Duele!..- le digo doblandome de nuevo.

- ¡Tranquila! ¡Vamos al hospital!..- me ayuda a bajar las escaleras.- ¡Papá!..- la escucho gritar mientras va por su bolso, me sujeto de la barandilla cuando una nueva punzada más fuerte me atraviesa.

- ¡¿Que pasa Laura?!..- se apresura el abuelo desde el jardín.

- Cuando James regrese con Molly del parque dile que estamos en el hospital!..- le dice esta y ahogó un grito mordiendo mis labios, el sudor comienza a perlar mi frente.- ¡Meggan esta en trabajo de parto!..- se apresura esta y el abuelo aciente.

- ¡Vamos mamá!..- le digo con apuro y ella me ayuda a caminar, mis piernas pesan y siento que no puedo sostener mi propio peso.

- Respira Meg! Sólo respira!..- me ayuda a subir al auto, comienzo a retorcerme en el asiento mientras las lágrimas caen por mi rostro.

El viaje en auto pareció transcurrir más lento de lo que creí posible y pese al dolor una pequeña parte de mi cerebro estaba activa pensando en que llegó el momento, hoy es el día en el que conocería al bebé. Las lágrimas caen con más fuerza pero nada tienen que ver con el dolor del parto, mi mano acaricia mi vientre sin parar.

- ¡Lo siento! ¡Lo siento tanto!..- sin darme cuenta comienzo a decir con el dolor del alma a flor de piel.- ¡Perdóname por favor! Lo siento!..- el llanto es cada vez más intenso, siento la mano de mamá aferrar fuerte la mía y al mirarla sus ojos intentan disimular sus lágrimas.

- Ssh! Meggan...calma..tranquila cariño!..- su voz intenta sonar tranquilizadora pero estoy perdida en mi mente, el dolor no me deja pensar, ambos, mis ojos se sienten hinchados y la presión en mi bajo vientre aumenta.

Cuando por fin llegamos al hospital y me siento en la silla de ruedas el dolor ya es insoportable a niveles que no puedo dejar ir la mano de mamá.

- ¡No te vayas!..- le suplico mientras con apuro me llevan a la sala.

- Estoy aquí cariño, estoy aquí!..- acaricia mi cabello.

- ¡Aaaaaaaah! ¡aaaaaah! ¡Duele mucho!..- el grito sale de mi garganta, el dolor lo compararia a una pesada máquina cayendo sobre mi espalda una y otra vez.

- ¡Llamare a Mel!..- escucho que dice en cuanto entramos a la sala. Más lágrimas salen de mis ojos mientras toco mi vientre. Comienzo a negar pero esta no me ve, ya me ingresan en la sala.

- Meggan cierto?..- escucho la voz de la mujer frente a mi y aciento.- te colocaremos la epidural, te ayudará a aminorar los dolores..- dice colocandome un suero en el brazo.

- Te sacaremos la ropa así te colocamos la bata si..- me dice ella y aciento.- enseguida procedere a revisarte, sentirás una pequeña presión pero es normal, veremos cuan dilatada estas..

- Esta bien..- digo.

- Ya casi cariño..- sonríe ella.- la epidural no tardará en comenzar a hacer efecto, mientras tanto revisare las pulsaciones...

- Esta bien..- vuelvo a asentir más en calma al sentir que el dolor disminuye gradualmente.

Esta coloca una cinta rodeando mi vientre que se conecta a una máquina a mi lado, enseguida se escuchan fuerte y claro los latidos a un ritmo acelerado.

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