Capítulo 31: La Teoría De Kate

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"- Estas enamorada?
- Si..
- Y él es lindo?..
- Ella es hermosa."

Observo a través del vidrio como se muve de forma ágil de un lado a otro manteniendo en perfecto equilibrio la vandeja en su mano derecha, su sonrisa permanente en su rostro hace que yo sonría más ampliamente. Entonces la sonrisa se borra de mi rostro cuando veo a un hombre levantarse de una de las mesas y apuntar con un arma a nadie en particular provocando el pánico en la clientela que se encontraba en ese momento. Puedo ver como este les grita a todos que se tiren al suelo.

- Vamos hazlo..- digo en voz baja.- tirate al suelo...- pero ella sólo se queda estática en su lugar viendo como el ladrón volvía el arma hacia ella y la coloca en su frente.- ¡Demonios Harriet!..- me apresuro a la puerta y el ruido de la campana advierte de mi precencia.

- ¡Tú al suelo!..- me grita el hombre, sus ojos marrones me miran con determinación y se que no dudaría un segundo en dispararme. Observo a los clientes en el suelo, muchos lloran otros están en calma, un niño llora en un rincón sujetado por una señora asumo que la abuela.- ¡¿Que no escuchas? ¡Al suelo!..- me enfoco en el ladrón frente a mi.

- En serio quieres hacer esto?..- le pregunto con aburrimiento, escucho las exclamaciones asustadas de algunos clientes asumo que no les está gustado que me enfrente al ladrón.

- ¡Al suelo perra!..- me dice colocando el arma en mi pecho.

En un rápido movimiento que el hombre no se esperaba coloco mi mano derecha sobre el arma y la izquierda sobre la suya agarrando su muñeca, la retuerso al punto de hacerlo gritar y soltar el arma que cae al suelo con un extruendo, escucho a los clientes gritar asustados por el ruido, el arma no se disparó lo que los asustó fue su caída. El tipo sigue gritando intentando por todos los medios liberar su mano. Pero bloqueó todos sus movimientos. Es un objetivo fácil de someter.

- Tu mami nunca te ha dicho que no insultes a una dama?..- le digo esta vez retorciendo su brazo en su espalda, ya de espaldas a mi levanto mi pie y la doy una patada a la parte de atrás de su rodilla haciendo que caiga al suelo.

- Oye Cenicienta..- llamo la atención de Harriet que mira la escena con asombro.- Quieres llamar a la Policía?..- le pregunto con una sonrisa. El tipo sigue tratando de liberarse así que ejerzo más presión en su brazo.

- Si...si claro..- parece reaccionar y sale corriendo a la barra.

- Tú.. la chica de la sudadera roja..- le digo a una chica a mi izquierda.- pasame esa cinta que traes en tu cintura..- le hago señas con mi cabeza y esta se apresura a sacarsela.

- La Policía ya viene..- se acerca Harriet. Coloco la cinta en las muñecas del hombre que se retuerse debajo de mi intentando zafarse, lo tiro al suelo y colocó mi rodilla en su espalda, llevo sus dos manos hacia atrás y las ato bien firmes para que no pueda liberarse. Lo vuelvo a sentar en el suelo y me agachó a su altura agarrando con el puño de mi campera el arma del suelo.

- Sabes estos juguetes son peligrosos y podrías herirte si se te escapa un tiro si querer..- observó sus ojos ampliarse cuando apunto el arma hacia él.- ¿No quieres disculparte por lo que has hecho Júnior?..- le digo con una sonrisa.

- Mi nombre no es Júnior..- dice este de verdad cabreado.

- Oh en serio?..- cuestionó haciendome la tonta escucho unas cuantas risas bajas también el sonido de las sirenas de la Policía.

- Hija de...

- ¡Júnior tu transporte llegó!..- lo corto y luego me acerco a su oido.- disculpate con toda estas personas a las cual asustaste sino quieres que te ponga una bala "accidental" en ese rostro tan bonito que tienes..- lo miro y este trata duró.

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