Amor en cuarentena ✧Taegi/Yoontae✧

Día 0

La gran pandemia mundial del corona virus tenía a todos realmente estresados y preocupados. Yoongi veía desde el balcón de su apartamento como varios de sus vecinos salían a comprar, y horas después volvían con papel higiénico, mascarillas, y útiles de aseo en demasía.

— Tontos.— susurró. A él también le preocupaba el hecho de que en su país aumentaban los contagios, pero sabía que vaciar los supermercados no te iba a salvar de contagiarte. Solo te volvía un ser desconsiderado y poco empático.

Yoongi estaba ahí en su balcón, sentado en una silla mientras apoyaba sus codos en el barandal. Con calma ya que había hecho las compras justas y necesarias el día anterior.

Entonces fijo la vista en un vecino que recién había llegado, con varias bolsas con alcohol gel y mascarillas. Puso sus ojos en blanco por lo estupido que creyó a Kim Taehyung, su vecino de al lado. Era el único con el que alguna vez habló antes, pero no habían cruzado tantas palabras, más que una presentación y un hola y adiós.

Yoongi aceptaba que el chico era guapo, pero no era de los que se guiaba por el físico. Siempre pensó en no juzgar a un libro por su portada, y eso iba tanto en lo bueno como en lo malo. Al ver como el chico subía con dos bolsas en cada mano llenas de alcohol gel y mascarillas, se agradecía a si mismo nunca haberse fijado tanto en él.

Se quedó más tiempo ahí en el balcón. El día estaba soleado, pero corría un viento fresco y sereno. Era agradable. El chico pálido decidió revisar su instagram mientras tanto, se había cansado de ver a sus vecinos egoístas entrar con bolsas con mercancía. Paso un buen rato en el dispositivo.

— oh.— escuchó decir luego de unos minutos.— ¡Hola!— era su vecino. Sí, ese que compró demasiadas cosas. Estaba observardolo desde su balcón.

— Hola.— respondió Yoongi de mala gana.

Hubo un pequeño silencio, pero el moreno nuevamente habló.—¿Ya fuiste a comprar?— era la única pregunta que le importaba.

— ¿Acaso comprar en exceso me hará menos inmune al virus?— Yoongi solía ser sarcástico o decir cosas con ironía, y no le importaba si la gente lo llamaba grosero. De todas formas, no dijo eso con ánimos de hacer amigos, pues era de las personas que prefieren no formar lazos de amistad con gente egoísta, según él.

Taehyung río incómodo.— sí quieres puedo darte alcohol gel y una mascarilla— ofreció, logrando llamar la atención del mayor, quien hizo una expresión rara con su rostro, preguntándose por la actitud de su vecino.— son reutilizables, las puedes lavar y...

— está bien.— interrumpió Yoongi. No necesitaba que le dieran la definición de reutilizable. Recordó que necesitaría de eso en caso de necesitar salir, y no había comprado. Intento sonreír amablemente para no parecer un aprovechado.

— vuelvo de inmediato.— sonrió el moreno también, adentrándose a su departamento. Demoró unos cinco minutos más o menos en volver a salir, aún con la sonrisa en el rostro.— ten... Espero que te sirvan— se acercó a la parte de su balcón que chocaba con la de su vecino, con los productos en ambas manos, y espero a que Yoongi se acercará.

Yoongi se levantó lentamente de su silla, pero ahora no llevaba una cara de pocos amigos, sino que hizo su mejor esfuerzo para tratar amablemente a su vecino, ya que este le estaba ofreciendo ayuda.— Gracias...— fue lo único que dijo al tomar los productos, junto con una sonrisa forzada, pero no falsa.

— De nada— Taehyung también sonrió al sentir la calidez con la que Yoongi recibía su regalo.

Era primera vez que sostenían una conversación de esta manera, pensó Taehyung, y agradeció de que al menos la pandemia sirviera como excusa para conocer a su vecino. Yoongi por otro lado, seguia creyendo que el menor era un egoísta por haber comprado tantos productos para él solo. Según Yoongi, Taehyung vivía completamente solo, al igual que él.

La cuarentena total empezaba mañana, y ya estaban ambos en el balcón, sin saber que hacer ahora que no podrian salir de sus casas. Solo seguían sentados cómodamente mientras miraban a la calle. De vez en cuando se miraban entre sí, a veces hasta se atrapaban viéndose y volvían su vista a la calle. Todo en silencio hasta que la noche cayó sobre sus hombros.

Yoongi bostezo, pegándole el bostezo a su vecino. Se levantó después de su silla.

— Buenas noches Kim Taehyung.

— Buenas noches Min Yoongi.