Amor en cuarentena ✧Taegi/Yoontae✧

Para Min YoonGi

«Viernes 12 de abril del 2016

Querido, no, amado Min Yoongi:

Sabes que no soy bueno con las palabras, y esto no es exactamente algo que podría decírtelo a la cara. Espero que estés bien, aunque creo que lo que estás a punto de leer terminará haciéndote sentir mal, porque tú fuiste el único que se preocupó por mí, el único que realmente me amo sin condiciones, tal y como yo era, con todos mis defectos.

No soy bueno en esto de los sentimientos, tú tampoco lo eras tanto y de todas formas me quedó claro siempre todo el amor que me tienes, y estoy agradecido con ese amor y ese cariño. Lograste hacer que éste chico triste riera de vez en cuando, qué mis días rutinarios se volvieran divertidos. Gracias a ti logré salir un poco de mis problemas, y sonreírle a la vida.

Pero el mundo es cruel, Yoongi, tú mismo me lo dijiste aquella vez cuando leíamos juntos en las noticias como una chica se suicidó por culpa de sus supuestos amigos, esa vez que fuiste totalmente comprensivo con el tema. Tal vez si hubieras dicho aquella vez que el suicidio era algo egoista y tonto, como otras personas me han dicho, tu opinión hubiera sido realmente importante para mí, y no consideraría este tipo de cosas... O quizás, siendo alguien que constantemente pensaba en la muerte, me hubiera sentido más solo, hubiera perdido la confianza en ti. Probablemente la segunda opción es la más realista. Ese día supe que te amaría hasta el día de mi muerte.

Min Yoongi, mi amado Min Yoongi... El mundo está siendo demasiado cruel con nosotros, pero te conozco y sé que eres fuerte, al contrario de mí, yo solo sé llorar, es lo único que he hecho... Y lo único que aporto a tu vida es sufrimiento.

Pido perdón, realmente pido perdón de todo corazón por esto que te estoy haciendo... Mis padres me odian, nuestros compañeros me odian, todo el mundo me odia menos tú, y no te mereces esto, pero desde que estoy lejos de ti, desde que cada vez que te miro recibo burlas... Ya no puedo seguir así.

Yoongi, esto que te estoy haciendo es cruel, porque conozco la sinceridad de tu amor, pero no aguanto más, me pesa la vida... no tengo visión de mi futuro, ni de algo bueno en mi vida que no seas tú. Te amaré por siempre, incluso si amas a alguien más, estará bien, te seguiré cuidando desde donde sea que uno se vaya cuando se muere.

¿Recuerdas cuando nos preguntábamos que había después de la muerte? Yo recuerdo bien esos días, todos mis recuerdos están pasando frente a mí como una película. Comíamos dulces en el último piso del colegio, nos escondiamos en el techo, y tú traías esos ositos de goma, incluso si no te gustaba tanto lo dulce, comias conmigo porque sabes que me encantan. Recuerdo esa vez, comíamos ositos de goma abrazados en el techo del colegio para ocultarnos de la gente que nos molestaba. Yo tenía mucho miedo y te pregunté que había después de la muerte. ¿Habrá un cielo?¿Habrá un infierno?¿Reencarnamos?

Pues hoy, amor, iré a averiguarlo... Lamento mucho no esperarte. Yo no tengo nada que arriesgar al marcharme, pero tú si tienes amigos y gente que te quiere, tú tienes ganas de vivir, tienes sueños, esos que me contaste. Creo en ti, sé que lo lograrás. Min Yoongi, sé que también quieres amar, pero yo no soy la persona para ti, porque yo ya no estaré en esta tierra para cuando tú leas está carta.

Yoongi, he pecado por ti, así que si es que existe el cielo y el infierno, debo de estar en el segundo. Pero ¿Te cuento un secreto? Tú lo vales. ¿Y si existe la reencarnación? Entonces te juro que nos volveremos a encontrar, te prometo que te recordaré.

Y si no existe nada de eso, y solo queda mi alma vagando en el universo... Entonces me aseguraré de que encuentres a alguien perfecto para ti, que te cociné tus comidas favoritas, que te haga reír, que te haga salir de ese caparazón que solo abrias para mí. Hazme un favor y colabora con eso.

Yoongi, realmente te amo, y como te digo, te amaré hasta el día de mi muerte, e incluso más allá de esta, sin importar si encuentras felicidad en otra persona.  Te amo, te amo mucho, perdoname por favor, perdona está carta llena de lágrimas marcadas, perdona este acto tal vez insensato que estoy cometiendo. Confío en ti, y sé que me entenderás aunque no hubieras querido despedirme.

Como mi último deseo, dejo declarado en esta carta que oficialmente puedes asistir a mí velorio, y tú, solo tú, puedes llevarte mis cenizas, y tirarlas a donde se te de la gana. También si quieres te dejo insultar a mis padres... Se lo merecen después de todo. Y a los alumnos que me acosaron, puedes echarles la culpa, para que entiendan que sus palabras y acciones no son graciosas.

Con mucho amor y tristeza, desde donde sea que quede la muerte, me despido de ti, el amor de mi vida.

Atentamente: Choi Dak Ho.»