〞13 ─ ꒰ CAP 13 ꒱

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Un deseo desesperado de abandonar dicho pasillo invadió hasta la zona más recóndita de mi anatomía, ocasionando por breves instantes que el consecutivo martilleo de mi acelerado pulso me desorientara. Anhelaba volver a mi habitación y tumbarme en la cama, sobretodo de poner fin a las sensaciones extrañas y la violenta sucesión de impresiones que acompañaban mi falta de descanso.

Llegué a cuestionarme si debía alzar la voz y lanzar una advertencia a la oscuridad, pero fui incapaz de reunir las fuerzas necesarias para abrir la boca. En aquel momento me embargaba con total claridad la sensación de que me estaban observando desde allí dentro, y no se trataba de aquél hombre.

Mi repentina sensación de vulnerabilidad me provocó el deseo de incorporarme y marcharme cuanto antes de ahí, pero mis piernas flaqueaban tras la frígida brisa y el constante temor que invadía mi cuerpo al estar en un espacio en el cual se hallaba aquél sujeto, quién con sus desérticos orbes analizaba hasta el centímetro más insignificante de mi rostro, inundándome del terror que su vibra despojaba.

En cuanto traté de esquivar al opuesto, percibí desde unos metros de distancia como la desaseada madera del pasillo emitía un pequeño crujido, los cuales evidentemente aclaraban que dichos pasos estaban a una distancia inminente de nosotros.

Dirigí mis ojos hacia las manos del mayor, las cuales había retirado del interior de sus ajustados pantalones. Al tener mi mirada clavada en tal lugar, determiné como este al escuchar mencionada resonancia oprimió con vigor uno de sus puños, causando que en dicho intento sus huesos traquearan con tenuidad, manifestando la exorbitante fuerza que había emprendido en el acto.

— Largo. —Ordenó, haciéndome respingar de manera inmediata debido a su grave tono de voz, y la dominancia con la cual se encargó de articular dicha palabra.— Ahora.

Sabía que no tenía oportunidad de salir por la misma puerta que entré, pues si apresuraba mis pasos me encontraría con aquél ser que se aproximaba mediante los cortos lapsos de tiempo.

Mis piernas decidieron moverse de manera involuntaria, retrocediendo mientras mis ojos buscaban un beneficioso escondite. En medio del suceso tuve aún mi mirada clavada en aquél sujeto, quién simplemente se limitó a ubicar uno de sus dedos sobre un pequeño interruptor que se mantenía instalado en la absoleta pared, presionándolo de una impulsiva manera.

La tenue luz que se coló entre mi cabeza y hombros dejó de iluminar mencionado sector, consumiéndome de forma repentina en aquella obscuridad, sin darme la posibilidad de admirar hasta la propia sombra de mis manos.

Él se mantuvo por debajo de la pálida fuente de luz, aquella que solo estaba almacenada una pequeña longitud antes de la obscuridad que embebía mi sector. Aquél sujeto se dedicó a amortiguar exclusivamente la luz que dejaba al descubierto mi presencia.

Traté de escabullirme con sutileza a algún lugar apto, quedándome justamente por detrás de unas empolvadas cajas de madera, las cuales y de seguro contenían unos insignificantes artefactos que no utilizarían para darle mantenimiento a la zona. Supe que se trataba de aquello puesto que en medio del recorrido traté de palpar con la cooperación de mis manos algunas áreas, para así mismo asegurarme si me beneficiaba ocultarme tras ellas.

La única fuente de luz que apreciaba desde mi perspectiva provenía de las amarillentas bombillas que colgaban del deteriorado techo. Si no fuera porque estaban adheridas a un fino alambre probablemente hubiesen caído al suelo, partiéndose así en miles de fragmentos.

El pequeño hoyo que se situaba en una de las inmorales cajas de madera me permitió visualizar el exterior, percatándome de como una mujer de cabello platinado reposaba su esquelética mano por encima del fornido hombro de aquél.

Insania | Shawn Mendes ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora