1998
Magnus no lo había visto venir.
Un segundo se encontraba abrazando a Alec, dándole besos en sus suaves mejillas, acariciando su cabello y riendo cuando Presidente Miau se enredaba en las piernas de ambos para dormir. Al otro, Alexander estaba pálido con el teléfono pegado a la oreja y las manos temblando.
Había oído el miedo en su voz cuando la otra persona le había hablado. A pesar de las insistencias de Magnus por saber de quién se trataba, no obtuvo respuesta. Solo pudo quedarse parado en la cocina frente a su novio esperando que él colgara.
Contrario a lo que esperaba, Alexander colgó el teléfono segundos más tarde sin decir palabra y caminó deprisa a su habitación. Magnus le siguió de cerca, con el corazón latiendo rápido por la actitud de su novio y llamando su nombre sin que él volteara a verlo ni una sola vez. Alec se sentó en la punta de la cama y observó un punto fijo. Estaba pálido, en completo estado de shock y a Magnus le recordó el día en el que todo se había vuelto cenizas cuando Alec había salido del closet. El terror lo invadió una vez más mientras se colocaba en cuclillas frente a él.
-Alexander- llamó suavemente, tomando su mano y esperando que reaccionara-. Alexander, mírame, por favor.
-Era mi padre.- Magnus hubiera deseado haber escuchado mal, pero la voz de su novio había sido clara y tensa.- Vendrá a verme.
-¿Cómo ha conseguido nuestro número?- Trató de no alterarse pero la sola idea del hombre cerca de Alec le revolvía el estómago.- ¿Cómo se ha enterado donde vivimos?
-No lo sé.
-Él no cruzará la puerta, Alec. No entrará en mi casa.- Por primera vez, él lo miro y en sus ojos oscurecidos vio la determinación.
-Entonces yo iré a verlo- se puso en pie. Magnus lo imitó atónito mientras Alec buscaba su chaqueta.
-Debes estar bromeando. Alexander, él-
-Sé lo que hizo- lo interrumpió-. Sé lo que me hizo, lo que viví. No me interesa.
-¿Qué crees que pasará ahora? ¿Algo diferente? Alec, escúchame.
Alexander suspiró antes de darse la vuelta. Sus rasgos se habían suavizado y sus ojos estaban cristalinos. Magnus no entendía lo que estaba sucediendo y cuando él abrió la boca para hablar de nuevo, se perdió aun más.
-Mamá está embarazada.- Se quedaron mirando fijamente, esperando a que el otro hiciera algún movimiento.- Papá quiere...ellos necesitan mi ayuda.
-¿Ayuda?- Magnus rió irónico.- ¿Por qué deberías hacerlo?
-Son mis padres, Magnus. Son mi familia.
-Ellos no son...Alec, escúchame. Conozco tu corazón tan bien como al mío, conozco la clase de persona que eres. Sé que quieres correr a ellos, sé que necesitas... que necesitas ayudarles por ti tanto como por ellos. Pero Robert y Maryse no merecen que malgastes tu tiempo ¿Tendrán otro bebé? Pues te ayudaré a conseguir la mejor tarjeta de felicitaciones. Pero no vayas a esa casa.
-Tengo que hacerlo. No pido que lo entiendas, pero es mi futuro hermano o hermana y estaré allí cuando el bebé nazca. Si ellos me quieren de nuevo en su vida, lo haré.
-¿Después de tanto tiempo? Han pasado dos años desde aquella noche- Alec bajó la mirada-. Sé que ves la oportunidad de tenerlos de nuevo.
-¿Lo haces?- Magnus lo observó sin entender.- ¿Lo entiendes realmente? Porque no creo que sepas como es el que tus padres te desprecien como la peor basura, no sabes lo que es el que te nieguen. Yo sí, Magnus. Lo viví. Pero estoy dispuesto a dejar eso atrás ahora. Deberías apoyarme.
ESTÁS LEYENDO
1 9 9 6
FanfictionMagnus Bane ahora tiene a su novio, Alexander Lightwood, viviendo en su pequeño departamenro luego de que su padre le echara de su hogar. Ahora juntos, deben enfrentar el temor a lo que hay por fuera del closet. Segunda parte de 1993. Es necesario...