Quiéreme Si Te Atreves

Capítulo 11

[...]

—No puedo creer que me hayan convencido de venir con ustedes. —exclamé con el ceño fruncido y los brazos cruzados.
Mi madre, mis hermanas y yo íbamos caminando por los pasillos de el centro comercial
—Oye, ¿quieres el disco de Coldplay o no? —Catalina alzó las cejas en señal de triunfo
—Si. —refunfuñé
—Entonces aguanta, sí. En cambio yo, me voy a comprar un vestido hermosísimo
—No me importa, te vas a ver igual de gorda con cualquier vestido que te pongas
—Al menos yo no me veo como un travestí al usar un vestido
—¿A quién le llamas travestí? —grité
—Hijas comportense quieren. —habló mi madre parando la pelea
—Querida, déjalas solo son niñas, todas se pelean. —dijo ese señor del cual desconocía su nombre aún aunque debo reconocer que vestía elegantemente
—¿Quién le preguntó? —grité
—Vanessa basta, le vas a pedir una disculpa a mi prometido, pero como vas. —chasqueó los dedos
—No, no lo voy a hacer el no es mi papá. —corrí alejándome ellos, no podía soportarlo más
—¡Vanessa ven para acá! —mi madre intentó ir detrás de mí
—Déjala mi amor, ¿te parece si hablo con ella?
—Buena suerte, es muy prejuiciosa
—No te preocupes, volveré en unos minutos. —dijo ese ''señor''
Fue a buscarme por el centro comercial, finalmente me encontró, estaba sentada en una banca, se acercó y sentó a un lado mio
—Hola
—¿Qué quiere?
—Mira Vanessa, sé que este cambio en tu vida te esta afectando, sé que piensas que puedo reemplazar a tu padre, pero yo no tengo 
esa intención
—¿A no?
—Claro que no, jamás podría reemplazar a tu padre que en paz descanse
—¿Y cual es tu punto?
—Mira Vanessa, te voy a hacer una pregunta...¿Cuál es el problema?
—¿El problema?
—Si
—Pues usted mismo lo ah dicho, ese, no quiero que alguien reemplaze a mi papá
—Sabes Vanessa, estoy enterado de que él no es tu verdadero padre
—No, pero lo quiero como si de verdad lo fuera
—¿Y donde esta tu verdadero padre?
—¡Tú dimelo! —fruncí el ceño
—No quiero que te molestes conmigo, creo que lo mejor es que llevemos la fiesta en paz al fin y al cabo en una semana vamos a ser familia
—Bueno, esta bien
—Ah por cierto...ten tu disco. —me lo entregó
—Oh gracias. —sonreí
—Ahora bien, lo que le dijiste a tu mamá, fue muy grosero de tu parte
—Ash ya lo se, aveces soy así sabes
—¿Por que?
—No lo sé, será por que ella no me presta ni la más mínima atención. —me levanté para irme
—No digas eso, tu mamá te quiere mucho. —se puso de pie
—Si, como no. —empezamos a caminar a un restaurante donde ya nos esperaban mi madre y mis hermanas.

[...]

—¿Y cuando se casan? —preguntó Monserrat
—Pff, la próxima semana
—Que mal, tener que vivir con un hombre que apenas conoces
—Lo sé, aunque ayer ya lo conocí un poco mejor, de hecho no es tan malo como yo pensaba
—Que onda chicas, ¿como andan? —apareció Santiago
—No muy bien. —exhalé
—No le hagas caso, esta así por que su madre se va a casar con un hombre que apenas conoció ayer
—¿Enserio?
—Ni modo que broma idiota, esto es muy enserio. —rodé los ojos
—Bueno me voy, tengo que acompañar a Esmeralda a su casa
—¡¿Que?!..quiero decir, a quien le importa. —me crucé de brazos
—Es que se lo prometí
—Bien —tomé mi skate de mi casillero—. Adiós —gruñí y azoté la puerta del casillero—. Puedo irme sola, faltaba más. —murmuré, puse mi skate en el piso y me monté en el comenzando a andar

Pasó una semana, y más rápido de lo que imaginé ya era el día de la boda

—¿Hijas que tal me veo? —preguntó mi madre que se veía en el espejo el vestido de novia
—Bien para tu edad. —di media sonrisa
—¿Se ve bien mi cabello? —lo retocó de la parte de atrás
—¿Comparado con el de él? —debo admitir que la semana pasada traía un peinado ridículo ¿Será que hoy se peinará igual o mucho peor?
—No digas tonterías, su peinado es lindo. —mi madre seguía maquillandose
—Si madre, si —contuve la risa—. Claro que si. —me limité a sonreír
—¿Ya estas lista? —mi sonrisa se desvaneció
—No, y no me voy a poner ese vestido tan feo que compraste para mi, odio el color, no me gusta y además yo no lo elegí lo elegiste tu
—No esta feo, así que pontelo ahora mismo. —exclamó
—No me voy a poner el vestido. —me crucé de brazos y fruncí el ceño
—Haber hija —volteó a verme enojada—. Este es el dia de mi linda boda, y no dejaré que tu rebeldía lo arruine así que ve y vístete que nos vamos en 10 minutos ¿OK?
—Ash esta bien —tomé el vestido que estaba en la repisa y me fui a mi cuarto.
Me vestí rápido y nos fuimos en el auto a la boda, llegamos a la iglesia y ya estando ahí. La música que tradicionalmente se pone en las bodas empezó a sonar, ufff que patético. Si alguien me pregunta si alguna vez me casaré mi respuesta sería no, odiaría estar atada a alguien toda la vida
—Mi mamá se ve espectacular —dijo Daniela
—Oh cállate —no quería escucharla en aquéllos momentos
La ceremonia empezó.
—Hermanos, estamos aquí reunidos para unir a este hombre y a esta mujer en sagrado matrimonio
—Ya empezó —rodé los ojos
—Shhh, Nessa callate ya —murmuró Catalina
—Bien —susurré, me crucé de brazos y me hundí en la banca detrás de mí

—¿Isela aceptas a Frank como tu legítimo esposo? —ahí me di cuenta de cual era su nombre
—Si, acepto —sonrió
—¿Y tu Frank aceptas a Isela como tu legítima esposa?
—Si, acepto —ahora sonrió el
—Si alguien se opone a esta unión que hablé ahora o callé para siempre.
En ese momento yo me iba a levantar para decir
"—Yo me opongo"
Pero cuando estaba a punto de hacerlo Catalina y Daniela me agarraron de los brazos y evitaron que me levantara de mi lugar.
—Bien, entonces yo los declaró marido y mujer, puede besar a la novia —mi madre y "mi padrastro" por llamarlo así ahora, se besaron y los invitados los cuales algunos eran desconocidos para mi aplaudieron.
Después de la ceremonia nos fuimos a la fiesta a "festejar" aunque no se que había que festejar pero bueno.

[...]

—¿Ya casi llegamos? —pregunté
—Si hija, ya casi llegamo, ¿y ahora por que tanto interés en llegar? —me miró por el retrovisor
—Es que en cuanto llegué, me largó al parque
—Bien familia llegamos —habló el esposo de mi madre
—Genial...abre la puerta Frank —le ordené para por fin salir de su auto
—Vanessa —mi madre me miró con una expresión de enojo
—Esta bien, la abriré yo —abrí la puerta y salí del auto
—Wow pero que linda casa —exclamó Catalina
—Y eso que no la has visto por dentro —se bajaron del auto detrás de mí
—Mamá, dile a la interesada de mi hermana que se callé si —bajé mi maleta
—¿Tu nunca puedes dejar de pelear verdad Nessa? —exclamó Daniela
—¿Y hasta ahora te das cuenta? —caminaba por el camino de piedras que conducía a la casa que por cierto por fuera era muy lujosa
—Bueno llegamos —esperamos a que Frank abriera la puerta. Y entramos, la casa era inmensa por decirlo así.
—¿Nos vamos a quedar aquí?
—Si, así es...ah hija allí estas ven. Quiero que conozcas a alguien —escuché a murmullos al esposo de mi madre
—¿Qué pasa papá? —escuché una voz que se me hacía conocida. Me volví a ver de quien se trataba, el esposo de mi madre me presentó a ella
—Mira ella es Vanessa y Vanessa ella es Esmeralda —me quedé impresionada al ver de quien se trataba. Una perfecta "o" se formaba en mi boca.
—¡¿QUE?! —creí por un momento que me desmayaría del susto