Dentro de los pensamientos de Liam no había más que turbulencia. No había soñado con nada ese día, sin embargo, la misma escena le asaltaba la mente cada vez que la veía, se recordaba a sí mismo que aquello era un sueño y que no podía volverse realidad: los cuerpos femeninos caían de grandes alturas y se estrellaban contra el suelo, chisporroteando los sesos y la sangre en las costas del Pacífico; los cielos se abrían y entonces aparecía Nasténka en un intervalo de tiempo y le hablaba, pero él no escuchaba lo que le decía. Podía ser una advertencia, una maldición, lo desconocía. Cuáles eran las palabras que la hermosa joven le decía. Llevaba la cabeza a los demás demonios, jugando con la mente de los hombres y las mujeres desde el cielo (porque siempre han habido demonios en el cielo, no ángeles).
Se despertaba sin respiración con el corazón entumecido cada vez que la imágen se le dibujaba. Como si su propio cuerpo supiese que se trataba de un mal y que debía morir para no volver a sentirlo. Notaba a la joven de cabellos castaño a su lado durmiendo y se obligaba a olvidar las imaginaciones por el resto del día, luchando contra su temor más cercano en la vigilia.
Era viernes, el mismo sueño se había repetido y se acrecentaba con cada día que pasaba, interponiendose a cualquier otra visión que quería ver. Esta vez se encontraba en la habitación de Maho, intercalandose como de costumbre, desde que se habían casado de una manera sentimental, el lugar en donde pasarían la noche. A este punto no les importaba si la gente sabía o no que ellos estaban unidos como una pareja; a Liam le parecía que tomar sus pensamientos de esa manera le afectaría menos que como lo hacía una fotografía mental de Mara.
Se levantó de la cama, pasando sobre la joven, toqueteando con sus pies la alfombra peluda en el suelo. Inmediatamente fue asaltado por la perra que dormía en una esquina de la habitación con la cabeza sobre las patas traseras y contorsionandose de manera que parecía un caparazón de caracol. El animal le enterró las uñas en los muslos descubiertos a causa de la corta pantaloneta que usaba como pijama en los días de calor. Liam lanzó un quejido silencioso tratando de no levantar a Maho con su voz. Acto seguido, la can le dio la espalda y golpeó su pierna con la larga cola meneandose de un lado a otro. El colombiano suspiró, se dirigió a la pequeña cocina, tomó la bolsa de comida y le echó un poco en un tazón, al mismo tiempo que llenaba otro con agua. Los colocó el suelo y el hócico de la cuadrupeda se enterró en ellos.
Liam envidió la forma en que la perra se había dirigido a ingerir inmedatamente su comida, como si nada en este mundo importara más que lo le tenían dentro del pote. En aquel día en especial le importaba poco si Maho se levantaba temprano o no, pues el entrenamiento inciaría después de las clases ordinarias, sin embargo debían preparar el envío semanal del dinero recolectado para pagar los gastos que se necesitaban para el equipo de Panzerfahren. Este dinero se combinaba con el de la escuela y así mantenían una sustención de manera que una no podía coexistir sin la otra. Por lo que debían ser muy cuidadosos cuando de estas fechas se trataban.
Ellos trataban ocupar sus fondos lo mejor que podían. Cuando los tanques eran inmovilizados en los combates de entrenamiento hacían que los mismos estudiantes fuesen quienes les repararan, haciendo incluso que estuviesen preparados para cualquier adversidad en las batallas reales. Solo los sacaban a relucir cuando era realmente necesario, así fue con la llegada de estudiantes de distintos países. Kuromorimine, una escuela antiguamente de solo mujeres, se había convertido en una preparatoria mixta debido a las personas que estaban ingresando después del torneo. Antes de ello, Liam era el único comandante hombre, y su equipo era el único que estaba conformado mixtamente. Ahora, después del torneo, la población de hombres aumentó respectivamente a la anterior, pero sus números eran muy inferiores a la de mujeres; eso le agradaba a él, pues parecía ser que la escuela se mantendría con su forma inicial durante un tiempo.
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Serie Fanfic Girls Und Panzer #2: Los Dos Sables
FanfictionUn fantasma recorre Kuromorimine. El espectro que una vez recorrió la mente de Liam acecha dentro de las extensas barreras políticas y sociales del Sensha-dō. Una enorme oscuridad se adueña de todo lo que entra en ella. Contra su mente y su pasado...