Los sonidos de las campanas me despertaron. La vibración de los motores de las alas del avión carguero todavía se palpaban, pero descendían poco a poco, indicandome que se apagarían pronto.
Desperté a Maho quien dormía a mi lado y di un vistazo por el espacio siendo opacado por los dos tanques alemanes en su mayoría y un par de cajas de raciones por las horas que pasaramos en España. Laika movía su cola mientras se encontraba recostada a nuestros pies
No vi a Calypso por ninguna una vez la imágen tenía era completamente nitida, posiblemente se encontraba detrás de alguno de los blindados durmiendo o, en su defecto, hablando con quién quiera que la haya dado la información del paradero de Erika.
Una vez la excomandante de Kuromorimine se reincorporó en su asiento me levanté. La compuerta de la parte delantera del avión se abrió como la boca de alguna clase de monstruo con alas y el sol de la capital española se asomaba dentro de manera deslumbrante.
Las tripulaciones de los dos vehículos comenzaron a moverse dentro de estos con rapidez. La artillera de Maho tenía una cara somnolienta y a su conductora bien parecía que necesitaba limpiarse el rostro. Por su parte, Abigail corrió hacia su cazacarros tambaleando y con una manta sobre su espalda todavía, Sarah tenía agarrado un pedazo de pan con su boca y William había manchado su casaca del equipo con lo que parecía ser café.
Cal apareció de la cabina del piloto una vez la compuerta se abrió completamente. Dio un vistazo a Maho quien forzosamente recibió un pedazo de galleta por alguna de sus tripulantes al asomar su cabeza por la escotilla y rió un momento por este hecho. Ella se acercó a mí mientras restregaba las mangas de la chaqueta sobre mi rostro.
—Ya estamos aquí tío. Es un largo tramo de aquí a las afueras de Madrid —dijo ella.
—¿No estamos en la capital? —Pregunté en un bostezo.
—Sí, tío, estamos en Madrid, pero la ciudad es muy grande y Erika se encuentra en el otro extremo de mierda de la ciudad. Además traemos los dos tanques tío, esto se verá muy sospechoso a simple vista, así que evitaremos las vías principales
—¿Qué hay de la persona que le dio la información?
—Relajaos —sonrió —. Nos está esperando afuera del avión, le he dicho que viniera con tiempo.
Seguí a Calypso con la perra detrás de nosotros hasta bajar por la rampa del avión, ahí pude ver a un joven de posiblemente diecinueve años, su cabello era crespo y moreno y su piel estaba colorada, al igual que la de Cal; los dos debían ser de Barcelona. Pero este a duras penas era un poco más alto que ella. A su lado había un jeep destechado.
Al estar frente a frente la española sonrió de par en par y nos presentó.
—Comandante, este es Leonidas, podéis decirle Leo —dijo ella.
—Gracias por la ayuda —dije.
—Leo, este Liam, el tío del que te hablé en vacaciones.
—Os agradezco yo por quitarmela de encima unos meses. A veces es insoportable —dijo él.
Reí ante el comentario cuando Calypso le dio un golpe con su codo. Los dos estrechamos la mano y Laika le dio un pequeño gruñido al joven.
—¿Cuál es su relación?
—Soy su novio.
—Dejad la información inútil a un lado, tenemos una ciudad que recorrer y seguro poco tiempo. Leo, conduces tú —subió al auto.

ESTÁS LEYENDO
Serie Fanfic Girls Und Panzer #2: Los Dos Sables
FanfictionUn fantasma recorre Kuromorimine. El espectro que una vez recorrió la mente de Liam acecha dentro de las extensas barreras políticas y sociales del Sensha-dō. Una enorme oscuridad se adueña de todo lo que entra en ella. Contra su mente y su pasado...