Bandera Blanca Al Corazón [Completa]

》Capitulo dos《

Soy la semilla.
Dentro mío descansan
Inviernos y lluvias
La potencia de las auroras
Las noches estrelladas.

Lo que te ofrezco, me lo regalo
Lo que guardo, te lo quito.

Estoy en todas las cosas
que ya han estado en mi.

Desde el interior
Un torbellino silencioso
Irrumpe
La coraza estalla:
Soy la semilla que germina.

Soy un bosque en gestación.

- Aurorasomos

Oigo el silencio rugir en mi interior.

Es un silencio que me dá paz y armonía.

Siento que floto y no tengo prisa. Me dejo llevar mientras levanto mis brazos hacia arriba y hacia abajo, pausadamente, sintiendo una brisa cálida que eriza los pelos de mi piel desnuda.

Aquí el tiempo no tiene medida. Es infinito. Pudieron transcurrir tranquilamente años y nunca haberlo notado. Tampoco existe la memoria o la conciencia. Simplemente soy. Tengo la certeza de que existo, sin pasado ni futuro.

Solo presente.

Solo un instante.

Por alguna razón sé que esta sensación de profundo bienestar es nueva. Nunca la experimenté antes. Es como… busco la palabra indicada para esta sensación tan placentera pero no encuentro nada tan perfecto para describirla. Podría quedarme asi por el resto de la eternidad. Sin prisa. Ni dolor. Ni angustias.

Intento recordar como hubiesen sido mis tiempos bajo esas palabras, sintiéndolas en mi cuerpo. Pero no puedo. No me está permitido volver a un estado anterior. Aunque tengo el presentimiento de que alguna vez esas palabras fueron mi presente.

Continúo sin preocupación alguna, despojada de cualquier pensamiento perturbador y sonrío. Nadie podría sacarme de aquí.

Pero al parecer me equivoco porque, de pronto, centellea ante mis ojos una imagen.

Y en ella puedo distinguir un rostro.

Frunzo mi seño por primera vez e intento con todas mis fuerzas retener en la memoria sus rasgos.

Sus ojos…son el cielo mismo.

Continúo recordándolo y visualizo su sonrisa.
Me pregunto quien será. Reductos de mi antigua vida se resisten al olvido, por lo visto.

De repente, más estímulos exteriores irrumpen mi calma. Es como si hubiese abierto una puerta que antes estaba sellada para mi.

Un latido constante y estable se escucha a lo lejos. Sin pensarlo demasiado, voy en su busca. Por alguna extraña razón, estoy segura de que ese sonido me llevará hasta ese rostro que tanto anhelo. Pero no todo es perfecto, porque a medida que me muevo, la calidez y el bienestar de mi lugar me abandonan. Y sé que tengo que elegir.