Bandera Blanca Al Corazón [Completa]

》Capitulo tres《

"[...] Estamos
en mundo tan singular,
que el vivir sólo es soñar;
y la experiencia me enseña,
que el hombre que vive, sueña
lo que es, hasta despertar.
¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son [...]"

-La vida es sueño de Pedro Calderón de la Barca

No puedo recordar a mi madre.

Tampoco puedo tocarla. Y por supuesto, no me puede ver.

Yo tampoco. Ni siquiera sentirme de carne y hueso. Solo soy una presencia que no tiene voz. Y me gustaría tenerla, porque todo esto es injusto.

- Es injusto – Replica la mujer joven, haciéndose eco de mis pensamientos.

Sonrío. Ella me cae bastante bien.

- ¡Tiene derecho a saber que va a tener un hijo!– Continúa.

A pesar que habla con calma, puedo percibir en el ambiente su rabia e impotencia.

- Ese hombre le destruyó la vida – Exclama con amargura mi madre – Si no fuera por él, ¡ella no estaría muriéndose!

La mujer joven suspira con cansancio.

- Solo pensá por un momento que pasaría si estuvieses en su lugar. Benjamín tambien la está pasando muy mal.

- Si ella decidió escaparse de él, por algo debe ser...

La mujer joven frunce sus labios y si estaba por replicarle algo, decide guardárselo. Toma su cartera de la silla, se acerca a mi cuerpo y me besa la frente.

- Me voy Nora. Voy a ver a mis hijos.

- Gracias Luisana… - Exclama mi mamá. Noto que decir estas palabras le cuesta un poco, aunque son del todo sinceras – Por todo.

Ella le sonríe con pena en sus ojos y sale de la habitación.

Luisana.

Estoy completamente segura que ese nombre lo oí antes… ¿Pero en dónde?

Comienzo a sentir una extraña presión en el pecho… una sensación a la cual no puedo ponerle nombre.

Mi mamá se queda un momento a solas a mi lado, observándome. Luego toma una de mis manos y la aprieta con fuerza.

Noto que en su garganta hay un nudo que no puede desatar, pero la está ahogando. Quiero abrazarla y decirle que todo estará bien. Que estoy bien aquí y que de donde vengo no la pasé nada mal, por si tengo que regresar.
Pero sé que eso no va a suceder.

Porque algo mucho mas fuerte que yo y mis deseos me atan a la vida. Lo sé.

De pronto, un hombre vestido con un ambo blanco ingresa a la habitación. Mi mamá se levanta rápidamente de su asiento y le ofrece su mano.

- ¡Hola Nora! – Exclama él con un entusiasmo poco congruente dadas las circunstancias.

Mi madre solo le sonríe forzadamente.

- Me contaron que ya te dieron el resultado de los estudios esta mañana – Le dice.

Ella solo asiente.

- Bueno. No le voy a mentir. La situación es muy compleja. El embarazo es de riesgo. No hay duda… debido al accidente casi se desprende la placenta, pero hay esperanzas de que el feto sobreviva. Ya pasó un mes y evoluciona favorablemente. Estamos entrando a la semana 13 y es muy probable que resista al menos… hasta los 7 meses… momento menos riesgoso para practicar una cesárea.

Veo como mi madre empalidece ante la cobtundencia de aquellas palabras y su ritmo cardíaco disminuye levemente. Se desploma sobre la silla, dejando de controlar la inercia, y empieza a hiperventilar.

- ¡Nora! ¿Está bien? Pensé que ya sabía el parte médico de hoy…

Ella no contesta y acepta el vaso de agua que el hombre le ofrece. Bebe un sorbo y luego mira mi cuerpo.

- ¿Quiere decir que… - Murmura, pero su voz se va apagando lentamente.

Le cuesta decir en voz alta algo tan doloroso.

- Nora… - Dice el doctor – el coma de su hija es… irreversible.

- Eso… ya me lo dijeron – Musita ella débilmente.

- Tiene tal daño en su corteza cerebral que muy difícilmente pueda recuperarse – Continúa él explicando - El tejido nervioso no se regenera a diferencia de otros tejidos del cuerpo. Me temo que por ella… no podremos hacer nada. Pero si por su futuro bebé…

- Entonces… - Exclama ella con voz estrangulada – Mi hija…

La habitación comienza a tornarse fría. Tan fría, que comienzo a temblar. Mi madre también.

- Si usted lo permite, vamos a hacer todo lo posible por mantenerla viva hasta que nazca su bebé – Sentencia.