/AILANI KEIN/
—Mamá, mamá... Eileen, Eileen, mamá- Se repetía una y otra vez, tuvo que apoyarse de la mesa porque sintió que todo se nublaba, la imagen de aquella mujer volvía poseer su mente, un extraño sentimiento se apoderó de ella, quería estar a su lado, quería volver escuchar aquella voz que ya le era irreconocible, sin embargo sabía que si la escuchaba nada le iba a parecer confuso. Lucius sacó dos tazas de la estantería y se percató del esfuerzo que hacía su hija por permanecer de pie, se acercó lo más rápido que pudo y la sentó en una de las sillas de la mesa, tomando él también asiento al frente de esta. Unas lágrimas corrían por las mejillas de Ailani, sus manos temblaban, al igual que su labio inferior, trató de decir algo, pero el nudo en su garganta se lo impedía.
—¿Qué ocurre Ailani? ¿Quieres un poco de agua? ¿Si?- su padre también se puso nervioso al ver esa reacción tan repentina de ella, con lentitud bebió un poco de agua, y al tranquilizarse dijo:
-Mamá...mi madre, murió, lo recuerdo...-y entonces más lágrimas resurgieron.—me duele...porque no tengo... recuerdos de ella-
Su padre la tomó en sus brazos, estaba tan débil en aquel momento, limpió su rostro y la miró a los ojos, y como aquel día, cuando le dijo a su pequeña niña de cinco años con voz suave y pausada:
-Ella está en un lugar mejor y te aseguro que te cuida desde donde esta- la cubrió con sus brazos dejándola llorar largamente. Hasta que el ruido de la tetera anunció que el té estaba listo.
—Puedes ir a tu habitación mientras sirvo el té, lo tomaremos ahí.-Ailani subió las escaleras y por alguna razón no necesitó que su padre le dijera donde estaba, porque ya lo sabía. Tenía la impresión de que nada en ella había cambiado, la cama estaba en su misma posición, el color de las paredes, las cortinas, todo igual. Se acomodó en su cama y tomó entre sus manos una muñeca con un traje algo peculiar, le daba gracia.
—Te la regaló tu madre en tu segundo cumpleaños- dijo su padre que entraba con una bandeja en las manos con unas tazas de té sobre ella. Ambos se encontraban sentados en la cama, conversando animadamente mientras tomaban el té.
—¿Y qué más recuerdas de tu madre?-
—Son mínimos los recuerdos que tengo de ella, solo se algunas de las cosas que me decías sobre ella, como que era modelo, que se conocieron cuando tú apenas estabas empezando a ejercer tu carrera como abogado y ella estaba en problemas legales con su representante, también que su familia no te aceptaba-
—Así es, ¿recuerdas lago de Tyler?-
—No mucho- dijo a la vez que movía su cabeza de forma negativa. —aún son algo borrosos, sólo que solía llamarme rubia hueca-
—Si, todos los días, y tú siempre te enfurecías por sus comentarios- ella rió y su padre la observó detenidamente.
—¿Qué ocurre?-
—Eileen debe estar orgullosa de ambos, ella los amaba demasiado, eran lo más importante en su vida, ella era lo más importante en mi vida aparte de ustedes-ahora era su padre quien lloraba. -la extraño...la extraño...-unas gotas cayeron hasta su taza de té, la puso nuevamente en la bandeja. —Es mejor que regreses, ya se acerca la hora de almorzar y estoy seguro que tu esposo desea encontrarte allí, cuéntale, él se sentirá lleno de felicidad al saber que empezaste a recordar- ella afirmó y se puso de pie. Cuando su padre intentó hacerlo perdió el equilibrio y cayo, mientras se sujetaba el pecho con la mano derecha, como si de esa forma aliviaría el dolor que sentía en aquel momento.
—¿Te encuentras bien?- preguntó Ailani preocupada y lo ayudó a ponerse de pie.
—Si, son cosas de viejos, ya estos huesos no sirven para tanto-
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Unidos sin Recuerdos (UNIDOS #2)
RomantikDespués de que el amor de Keithan y Ailani atravesara todos los obstáculos y lograran estar juntos, Ailani despierta en la habitación de un hospital, no recuerda como llegó allá, ni el por que está ahí, justo al frente se encuentra un hombre que dic...