/KEITHAN LOWER/
Keithan tomó uno de los almohadones de la cama y se lo colocó en la cara para disminuir el grito y luego lo lanzó contra el suelo con una rabia mayor con la que corre el agua en una cascada.
Cenaron entorno a un incomodo silencio, Jayden se notaba triste porque pensaba que aquella actitud de sus padre era por su causa, así que cuando terminó se disculpó con ambos.
-No tienes porque disculparte, no tienes la culpa de nada- decía Keithan con suavidad, y Jayden estaba sentado en sus piernas.
-¿No la tengo?-
-Para nada- dijo Ailani y acarició la mejilla de su hijo. Ya aliviado de aquella idea se fue a su habitación a jugar un poco antes de que llegara la hora de dormir.
-Ven- dijo Keithan tomando la mano de sana de la rubia. -prometí enseñarte la casa y así lo haré.-
-No es necesario- intentó soltarse, pero Keithan no lo permitió.
-Soy un hombre que cumple sus promesas- y la dirigió hacía una puerta que se encontraba al fondo, después del baño. —Este es el despacho donde sueles trabajar hasta tarde.-
No era muy grande, solo contaba de un pequeño escritorio, una computadora y un sofá de color negro.-¿Te gusta el sofá?- preguntó. -Ahí hemos hecho el amor unas incontables veces, aquellas noches que bajo a buscarte para que dejes cualquier cosa qué haces.- No pudo evitar reírse de ese comentario y sonrojarse a la vez.
-No tienes por que dar tantos detalles-
Keithan la sujetó de la cintura.-Te daré todos los que quiera...no importa lo roja que te pongas- esto último lo susurro de forma sensual y muy cerca del oído de su esposa.
Así comenzó su recorrido por la casa, él le presentó de forma muy formal y seductora todas aquellas esquinas, paredes, y parte del suelo donde hubieran entrelazado sus piernas y sus ingles, y con una descripción excepcional de cada uno de sus movimientos y como ella lograba despertar todo el barrio con sus gritos y gemidos. El rostro de la rubia se podía camuflar entre un campo de rosas rojas.
-Y por último la habitación de Jayden- bajo un poco la voz al darse cuenta que su hijo yacía dormido en el suelo.
-Por lo menos su habitación se ha salvado- dijo Ailani casi en un susurro.
-No lo creas no, el verano pasado mientras estaba de vacaciones con mis tíos, tu muy bien que disfrutaste aquel día cuando llegue del trabajo y estabas recogiendo su ropa sucia solo usabas una remera y braga.
-Shhhh...- decía ella con un dedo en la boca. -vas a despertarlo.-
Con extremo cuidado Keithan le colocó un pijama y lo acostó en su cama, iba a arroparlo cuando Ailani lo detuvo.
-Déjame a mí- Keithan se recostó en la puerta observando como su esposa de una manera tierna arropaba a su hijo y besaba su frente.
—sueña con los angelitos- Apagó la luz y ambos salieron de la habitación.-Se me olvidó comentarte, hoy en la tarde hablé con el doctor Blade- comentó Keithan mientras bajaban a la cocina, pues aún no habían recogido los platos sucios.
-¿Cómo está?-
-Bien, me dijo quien te atenderá y para mí fue una sorpresa saber quien era, pues no sabía que había regresado, es un viejo amigo, más tuyo que mío- hizo una mueca con los labios al decir esto último.
-¿Quién?-preguntó interesada.
-Aiden Woodler- al parecer aquel hombre estaba dispuesto por atravesarse en su camino. -tú lo conocías desde la escuela, es el hermano mayor de tu jefe, y mis padres tenían negocios con sus padres hace mucho tiempo, pronto lo conocerás.-
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Unidos sin Recuerdos (UNIDOS #2)
RomansaDespués de que el amor de Keithan y Ailani atravesara todos los obstáculos y lograran estar juntos, Ailani despierta en la habitación de un hospital, no recuerda como llegó allá, ni el por que está ahí, justo al frente se encuentra un hombre que dic...