/AILANI KEIN/
El hombre que estaba a su lado se arrodilló para estar a su altura, pues era muy baja de estatura, la niña de ojos azules lloraba y preguntaba entre gemidos "¿Dónde está mamá?" Aquella persona la rodeó por completo en sus brazos permitiendo que la niña llorara abiertamente, acarició suavemente su cabellera rubia y besó una de las coloradas mejillas cubiertas de lagrimas de la niña y susurró con voz pausada "Ella está en un lugar mejor y te aseguro que te cuida desde donde esta". Un resplandor los iluminó a ambos y desde lejos pudo vislumbrar a una mujer de cabellera negra y larga, sus ojos azules brillaban de felicidad, y la pequeña niña percibió en su interior un sentimiento de ternura y cariño "Mamá..." dijo la niña. El señor que la había estado abrazando se dirigía ahora a donde estaba aquella mujer, mientras se alejaba su apariencia se tornaba más joven, las canas y las arrugas en el rostro habían desaparecido cuando su mano tomó la de ella, al hacerlo sonrió, estaba feliz, pero la pequeña volvía a llorar al observar como las dos figuras se alejaban. Una luz comenzó a molestar en sus ojos no quería verla, pero se rindió y abrió los ojos ante ella.
-¿Qué hora es?-preguntaba Ailani mientras estiraba su cuerpo. El reloj de la mesita de noche marcaba las ocho de la mañana, había dormido demasiado y aquel sueño un tanto extraño. Se puso de pie y comenzó a recoger la cama, no quiso quitar el cartel, le parecía un gesto muy tierno de parte del niño y del señor Lower, se dio un baño y salió rápidamente.
Al bajar las escaleras se extraño de no escuchar ninguna de las voces, ni siquiera el televisor estaba encendido, fue directo a la cocina y en la nevera vio una nota pegada a la puerta de está, la cual decía:
"Estoy en el trabajo y Jayden en la escuela, llegaré a la una para la comida, no te preocupes yo pasaré a buscar a nuestro hijo. Cualquier cosa que necesites mi número de trabajo está anotado en la agenda que está encima de la mesa, más otros números si te da el deseo de llamar a alguien más".
Besos
Keithan-Claro... ¿qué esperabas? ¿Qué te fuera a levantar antes de irse y todo esto te lo susurrara en el oído?- se quejaba
Ailani mientras tomaba la agenda en sus manos. -O a caso querías encontrarlo aquí y que dejara de trabajar por ti? Me hubiera gustado verlo antes de irse...Tomó asiento en una de las sillas de la mesa, vio algunos nombres ya conocidos en la agenda como el de Tyler y el de Lucybell, no quería quedarse allí encerrada hasta que llegara Keithan, además tenía ganas de ver la casa pero junto con su compañía, así que marcó el número telefónico de Lucius Kein, las cosas deberían empezar desde sus inicios y así sería.
-Buenos días- contestaron desde el otro lado del celular, ella no sabía como llamarle, si señor o papá, iba decir algo cuando otra vez habló Lucius.
—Hola, Ailani ¿cómo amaneciste?--¿Cómo sabe que soy yo?-
-Instintito paternal creo...es que tengo un
identificador de llamadas-Ella rió por lo bajo y después un leve silencio se entorno ante ellos por unos segundos, pero Ailani lo rompió diciendo:
—¿Estarás muy ocupado en la mañana?-—No... ¿Quieres que vaya a visitarte?-
—No, no es que su presencia no me agrade, es que quiero ir allá, a su casa, si usted quiere, claro-
—Por supuesto que puedes- dijo con una sonrisa en su rostro, le entusiasmaba saber que su hija quisiera compartir con él, conocerlo nuevamente y así conocerse así misma.
—Entonces estaré allá como en media hora, hasta pronto- ya se estaba quitando el teléfono del oído cuando se escucha la voz de Lucius gritando: —Espera, espera"- y se lo volvió a colocar al oído para escucharlo. —¿Pasa algo?-
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Unidos sin Recuerdos (UNIDOS #2)
Roman d'amourDespués de que el amor de Keithan y Ailani atravesara todos los obstáculos y lograran estar juntos, Ailani despierta en la habitación de un hospital, no recuerda como llegó allá, ni el por que está ahí, justo al frente se encuentra un hombre que dic...