Unidos sin Recuerdos (UNIDOS #2)

12. Más que amigos

ATENCIÓN: La siguiente canción no me pertenece, todo los derechos de ella son de sus respectivos dueños.

/AIDEN WOODLER/

Ya era miércoles, iban por la mitad de la semana. Aquella mañana el doctor Woodler no había tenido tantos pacientes por atender, cosa que agradeció porque esa tarde almorzaría con una antigua amiga, la cual estaba ansioso por ver. Llegó al restaurante donde habían quedado para comer, la buscó entre la gente pero no daba con ella. Luego sintió unos golpecitos en su espalda y al girar ella estaba ahí, hermosa como siempre, mostrando esa sonrisa la cual había sido su perdición.
El giró sobre sus talones para ver quien lo tocaba, si creía que se veía guapo de espaldas de frente era asquerosamente atractivo. Le sonrió amablemente y la llevó hasta una mesa y ambos tomaron asiento.

Era un restaurante estilo bohemio, al fondo del lugar una pareja de cantantes terminaban de instalar los micrófonos de ambos, y después el joven de ojos negros y pelo de igual color, revisaba las cuerdas de su guitarra y ella se acomodaba en su asiento, era una joven de la misma edad que el chico, llevaba el pelo rizo de color marrón y ojos miel, llevaba un vestido de color marfil, muy sencillo.

-Te ves fabulosa- confesó Aiden que llevaba rato observando su esbelta figura tras ese traje de ejecutiva el cual le sentaba muy bien.

-Gracias, no has cambiando en nada-sabiendo que eso era una mentira, porque Aiden si había cambiado, se veía más fornido, mientras los años pasaran mejor aspecto adoptaba él.

Una camarera llegó y les ofreció el menú, se retiró al escuchar de parte de él que la llamarían cuando estuvieran decididos.
-¿Qué tal el trabajo está mañana?-preguntó Riona al darse cuenta que ninguno de los dos rompía el silencio y que Aiden solo la miraba y eso la ponía nerviosa.

-Ha estado un poco flojo, no tuve tantos pacientes- contesto mientras le hacía señas a la mesera para que volviera.-ya estoy listo para ordenar ¿y tu?-

-Si-respondió Riona.

-Quiero pescado y patatas, estoy antojado de comida inglesa hoy-dijo dirigiéndose a Riona en esto último con una sonrisa de niño.

-¿Y para usted?-preguntó la mesera.

-Pasta y un servicio de ensalada.-

-¿Y para beber?-

-Solo agua-respondieron los dos al mismo tiempo.

-En unos minutos volveré-y se alejó hacia la cocina para entregar las nuevas órdenes.
De fondo la melodía de la guitarra los rodeaba, era un suave sonido algo contagioso. Cosa que molestó la molestó porque no quería que nada le trajera viejos recuerdos que una vez enterró muy profundo en su alma, pero si realmente deseas olvidar debes sacarlo y no guardarlo, no importa la profundidad dentro tuyo, porque siempre tienes la oportunidad de desenterrarlo y traerlo a la luz, como lo que estaba sucediendo con la de ojos azules.

-No vinimos acá a hablar de eso Riona, así que deja esos nervios-le dijo Aiden acariciando su mano que estaba posada sobre la mesa. Ella las retiró al sentir el contacto de su piel con la de él.- ¿Por qué dejaste de cantar?-

Le agradecía de todo corazón por haber cambiado de tema aunque fuera de forma tan brusca.
-Me di cuenta que me gustaba más estar diseñando ropa, además no lo deje del todo, aún canto en la ducha.- Los dos rieron, si algo toda la vida le había encantado de Riona era su sentido del humor.

"...Oye
Escucha lo que tengo que decir
Ya no me quedan ganas de mentirte para no llorar
Yo sé que ya es muy tarde pero
Oye
Todo es cuestión de tiempo, ahora estoy bien..."