No recuerda su edad, pero sabe que debe tener al menos unos veinte o veintidós años, fue llevado muy pequeño a una casa de venta, así que sus recuerdos no son muy claros.
Hoseok vivió una niñez complicada pero común para los de su especie, al menos hasta que cumplió once años, después de ello, las cosas fueron de mal en peor.
No era un chico demasiado adorable, por lo que fue usado para venderse en la misma casa y no para ser comprado por alguien rico, como los demás, era un trabajo sucio y molesto pero con el tiempo encontró el gusto.
Sobre todas las cosas era una persona positiva, los clientes que venían siempre le dejaban regalos, le decían cosas lindas o lo trataban bien, pronto encontró cariño en unos brazos de una noche.
No es como si quisiera vivir así, pero escapar no era la opción, sabia que al irse lejos no obtendría dinero ni comida o un techo seguro, sabia que esa casa por muy sucia que era, la conocía, y quedarse era mejor que bagar en los pueblos rogando por una moneda.
Por supuesto que habían días malos, en los que al ver lo joven que era se aprovechaban de el, le golpeaban o no le pagaban, pero los días buenos podía comprar uno de esos panes dulces que tanto adoraba y pensar que quizás la vida no era una mierda.
Vio a este cliente en especial tirar de sus piernas y mirar sus pies descalzos.
-¿No usas zapatos?-
-Tengo unos, pero son feos, y seguro no quiere verme con ellos- Aclaro,
no entendía como un pura sangre había llegado a ese lugar, borracho y sucio, por supuesto que nadie iba a acostarse con el, todos sabían que los ebrios eran los peores, mas si era un Alfa como ese.
Hoseok también lo sabia, sin embargo, había visto su rostro lloroso y se apiado de el llevándole a su habitación.
-¿Cuantos años tienes mocoso?-
-Trece-dijo tímidamente.
-No me gustan los niños- dijo el acostándose en la cama- Ven aquí, solo quiero compañía-bostezo.
-¿De verdad no quiere nada?, soy joven pero se hacer muchas cosas-
-No, he dicho que no me gustan los niños, quiero que me cuentes un cuento- dijo acariciando su cabeza.
-¿No quiere nada?, ¿es por que soy feo?- el hombre se rió.
-Si... eres muy feo, y si no quiere mi dinero por hacer nada iré a follar con alguien afuera- lo vio hacer una mueca.
-Esta bien, escuche entonces- dijo pensando en alguna historia y pronto recordó las que uno de sus clientes le contaba.
A la mañana siguiente le vio marchar dejando dinero en su cama, y luego no le vio mas hasta un mes después de ello.
-No es necesario-
-Si quieres que los tire a la basura lo haré mocoso- Hoseok sonrió.
-Bueno, me los pondré- dijo mirando sus pies y un hermoso par se zapatos marrón- son bonitos-
-No sabia la talla- dijo el otro.
-Pero usted le ha dado al clavo- le dijo acercándose a el y besando su boca sin permiso.
-Te dije que no quería nada de esto-
-lo se, no lo haré mas, es solo que... estoy muy contento-
El hombre volvió a irse, pero esta vez regreso, primero cada dos semanas, luego cada una, y después cada día, pero solo a conversar.
El Hombre le hablo de su familia, era el hijo menor de una familia de sangre pura, todas mujeres menos el y su padre.
ESTÁS LEYENDO
De color rojo (Taejin)OmegaxOmega
RomanceEn un mundo donde los omegas son discriminados, vendidos y usados, Jin encontrara su lugar en los brazos del nuevo omega del amo Namjoon, aun si para eso tiene que desafiar a los temibles alfas o a su mismo horrible y obscuro pasado. -Omegaverse -Om...