—¿Por que? ¿Por que lo hiciste?
El rubio volteo hacia todos lados, buscando a la dueña de esa voz.
—Pensé que me amabas...¡Yo te amaba!
El vampiro gruño con disgusto cuando no encontró a nadie a su alrededor, todo era oscuridad.
—¿Por que me mataste hermano?
DIO se congelo al oír esas palabras, al fin reconocía la voz que le hablaba.
Con suma lentitud el rubio comenzó a voltear, encontrándose con la figura ensangrentada de su hermana.
Permanecía de pie, sosteniendo su herida sangrante la cual había empapado su vestido, también sangraba por el rabillo de sus labios. Sus hermosos ojos azules ahora estaban apagados, sin vida.
—¿Por que me hiciste esto, hermano? ¿Por que me mataste?
Y finalmente, todo desapareció.