Newt Scamander.

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Rossie se hallaba caminando por las calles de New York tranquilamente. Ese día había salido de su apartamento para tomar algo de aire fresco y despejar su mente, que últimamente había estado torturándola noche y día hasta el punto de hacerla llorar.

Aún así, la castaña portaba una hermosa sonrisa en su rostro, la cual le regala a todo aquel que le mirara.

En un momento, la de ojos café se detuvo a ver un escaparate, pero no era para ver lo que en el había, sino para ver su reflejo en el cristal.

Un extraño movimiento en su bolsillo izquierdo le hizo mirar el mismo, encontrando así a un Escarbato en él, parecía estar escondiéndose de alguien.

Inmediatamente, la castaña observo alrededor, por si alguna persona hubiera visto al animal, o de otra manera, estar buscándolo. Y así, encontró al dueño, buscándolo, se le notaba preocupado.

Rossie compartió miradas con el pequeño animal antes de sonreír y continuar su caminata con prisa, su idea era que el dueño la buscara, que la persiguiera, hasta atraparla. Desde niña ella había tenido una obsesión de hacer aquello cuando alguien quería algo de ella, eso le demostraba cuanto aquella persona deseaba lo que ella poseía.

Una vez que se aseguro que él dueño hubiera localizado al animal, ella apresuro su paso a la vez que empezaba a escurrirse en callejones y lugares con demasiada gente, pero con cuidado de que el Escarbato no escapara ni robara nada.

No supo en que momento tuvo que empezar a correr para que él no la atrapara, pero lo único que sabía es que no iba a poder explicar todo aquel alboroto que estaba causando, pero eso no le importo.

Camuflándose entre la gente, Rossie logro llegar a un par de calles abandonadas, donde se detuvo para recuperar el aliento mientras observaba al Escarbato, que la miraba de forma curiosa.

No tardo nada que los pasos apresurados de su dueño se oyeran detrás de ella, lo que hizo que ella sonriera de forma socarrona.

—Disculpe, señorita.

Rossie se volteo con el rostro mas inocente y la sonrisa más hermosa que pudo, robando le el aliento al muchacho.

— V-vengo por él —Señalo tímidamente al Escarbato en el bolsillo de la castaña.

—Oh, te refieres al pequeñin. Es una lastima, ya empezaba a caerme bien.

Sin temor, ella lo tomo entre manos, mientras este se aferraba fuertemente a su bolsillo. Ella soltó una tierna risita mientras finalmente lograba hacer que se soltara para luego entregárselo a su dueño, que lo guardo en su mágica maleta.

—Por cierto —Dijo el joven una vez termino—. Soy Newt, Newt Scamander.

—Es un placer, Newt. Soy Rossie, a secas.

—Bueno, Rossie. Yo me preguntaba si...

—Si, si quiero ir contigo.

Sin palabras, él la miro. Por último, sonrió.



Drabbles/One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora