Yami POV: Tras despedirme de Water no me sentía con demasiados ánimos para estar un día entero encerrada en mis pensamientos mientras hacía las tareas de la Orden, así que fui al despacho de la Hermana Pecadora y le pedí si podía salir de la Orden ese día, ella me regañó diciéndome que debía habérselo dicho con antelación pero, como agradecimiento de haber cuidado muy bien al Papa Emeritus II, me lo concedió sin que sirviese de precedente. Le di las gracias y me fui de allí. De camino a la salida me crucé con Papa y Omega, les saludé simplemente con una inclinación de cabeza.
- Hermano Aether, Papa.- dije casi sin mirarlos aunque, por el rabillo del ojo, vi como los dos se paraban sorprendidos ante mi distanciamiento.
Salí de la Orden yo sola, era mi primera vez y no sabía muy bien qué hacer, bajé a la ciudad y me sorprendí al ver niños y algunos adultos disfrazados, ¿estábamos en Halloween? Eso explicaba por qué la gente no se extrañaba al verme.
- Pues no hace nada de frío para esa época del año.- murmuré, paseando por las calles absorta. ¡Espera! Si era Halloween era muy probable que el Mari estuviese abierto a estas horas. ¡Ay, Satán! Hacía tanto tiempo que no iba por mi bar favorito que sentí la absoluta necesidad de ir.
Como era de esperar había bastante gente aunque todavía no era ni de noche, entré y vi a Rodi disfrazado de vampiro, a su lado estaba Jako disfrazado de Riddick y ambos estaban tras la barra atendiendo. Me acerqué a la barra, Jako me vio primero y soltó una palabrota antes de saltar la barra y abrazarme con fuerza.
- ¡Cuánto me alegro de verte, Yami! Se te ha echado de menos.- me dijo al separarse, iba a responder pero otros brazos me rodearon casi rompiéndome las costillas.
- ¡Eres una cabrona! Ya podías haber dado señales de vida antes.- me incrimino mi ex-jefe a tiempo parcial.- Sabemos que lo que te pasó fue duro pero sabías que nos tenías a nosotros aquí.
- Eso es cierto, me sentí abandonado cuando desapareciste.- comentó Jako.
- Lo siento mucho, de verdad.- respondí, sin querer entrar en materia.- Simplemente creo que no quedé bien tras el asesinato indiscriminado de mi familia y, bueno, como dice Jako, realmente desaparecí yo también.
- Un colega me dijo que te había visto vagabundeando.- dijo Rodi, inseguro.- Que dormías en el parque y así.
- Sí, estuve viviendo en la calle pero ahora, de momento, tengo un buen sitio donde vivir, tranquilos.- comente, encogiéndome de hombros.- Parece que al Mari le va bien, me alegro, ¿me sirves una cerveza?
- Las que quieras.- afirmó Rodi, volviendo tras la barra y poniéndome una Franziskaner.
Tras eso hablamos de algunas cosas en los ratitos que la gente no pedía de beber, me reí y parecía que el tiempo no había pasado, todo seguía igual. Fue confuso y reconfortante a partes iguales.
La gente comenzó a llenar el Mari, así que me coloque en una zona más alejada para no molestar a mis amigos y bebí tranquilamente mientras cantaba algunas canciones, ahora que estaba ligeramente ebria mi cerebro comenzó a pensar en el detalle de que el anciano Papa era aquel señor que salvé en Urgencias hacía ya un par de años y que iba acompañado de dos hombres, me acordaba ligeramente del que me había sujetado la chupa y del otro hombre, el que llevaba bigote como Water, ¿podría ser que...?
Como invocado por mis pensamientos escuché su voz a mi lado pidiendo una cerveza, debí de poner una cara muy cómica porque él soltó una pequeña carcajada antes de hacerme una reverencia.
- ¿Se puede saber en nombre de Satán qué diablos haces aquí?.- le pregunté, ver a Water en mi antiguo hogar era curioso pero, sorprendentemente, encajaba bien. Sería porque era Halloween.
- ¿Quieres que me vaya?.- me preguntó, levantándose un poco la máscara para beber, seguí el movimiento con mis ojos y recordé lo que estaba pensando antes de que él apareciera.
- No, me alegro de que estés aquí.- comenté, dudé de si preguntarle directamente mis sospechas mientras me mordía el labio inferior pensativamente.
- Uffff, sabes que me estás provocando una erección así, ¿verdad?.- me preguntó, llevando su pulgar a mi labio para que lo soltase, automáticamente me lamí ese labio y rocé el dedo de Water.- ¿Lo estás haciendo a posta?
Negué con la cabeza intentando no sonreír, fallé, Water bajó su mano a mi cintura y acercó nuestros cuerpos, llevé mis manos a sus hombros para sostenerme a él.
- ¿Qué te propones, eh Ghoul?.- le pregunté inclinando la cabeza.
- A ésto podemos jugar dos.- susurró contra mi oído antes de levantarse la máscara casi del todo y morderme ligeramente en el cuello, solté un jadeo.
- ¡Eh Yami! Buscaos un motel o algo.- nos interrumpió Jako a voz en grito, me separé de Water para mirarlo con mala cara pero mi amigo ya estaba chivándose a Rodi, ambos me miraron levantando los pulgares hacia arriba.
- ¡Capullos!.- les grité, bebiendo un sorbo de mi cerveza, miré a Water.- Ésta era mi vida antes de la Orden, también trabajaba en Urgencias pero eso tú ya lo sabes, ¿no?
- Hummm... Sí, lo sabía.- respondió con tono inseguro.- ¿Tú...?
- Te recuerdo de cuando trajisteis al anciano Papa.- respondí, encogiéndome de hombros.
Las pupilas de Water se dilataron por la sorpresa, lo vi inspirar aire profundamente y luego suspirar.
- Tranquilo, no voy a decir nada.- le aseguré.
- Lo sé, lo que no sé es por qué no lo has hecho ya, me viste la cara perfectamente aquella vez en tu ducha.- comentó, rascándose la nuca claramente incómodo.
- Tal vez porque no me gusta joder a la gente gratuitamente.- respondí con una sonrisa.
- ¡Auch! Me siento dolido por tu comentario, ¿sabes?.- afirmó, llevándose la mano al corazón.
Iba a comentar algo más pero, de repente, apareció un tipo que me era familiar, me agarró fuertemente del brazo con una mano mientras con la otra empuñaba una navaja que iba a clavarme, yo me quedé petrificada pero Water actuó rápidamente, le pegó un fuerte puñetazo en la cara al hombre y, sin dejar que él reaccionara, le cogió la mano de la navaja, retorciéndosela a la espalda.
- ¡Tú!.- exclamé al reconocer al metalero random que me había tirado aquella vez hacía unos años.- ¡Serás mamón!
Dicho esto no le di tiempo a hablar, preparé el puño y le solté un mamporro que lo dejó k.o en el suelo. Water me miró de arriba abajo.
- ¿Estás bien?.- preguntó, examinándome y yo asentí, un poco en shock.
Jako apareció en ese momento, sorprendido, miró al tipo del suelo y negó con la cabeza.
- ¿Otra vez este pedazo de mierda?.- murmuró asqueado.- Lleva preguntando por ti desde que te fuiste, Yami. Voy a llamar a la Policía para poner una denuncia, dame tú número por si me preguntan algo.
- Me deshice de mi móvil.- susurré.
- Toma mi número, yo estoy en contacto con ella.- le dijo Water a Jako.
Tras asegurarse de que me iban a llevar a casa, Jako y Rodi se despidieron de mí con un fuerte abrazo y con la condición de que volviera a visitarlos pronto, asegurándome que ningún imbécil intentaría apuñalarme.
Cuando llegamos a la Orden ya era noche cerrada y no nos cruzamos con nadie, Water me acompañó hasta mi habitación todo el camino cogidos de la mano, eso me ayudó a estar presente porque notaba que mi cerebro quería desconectarse, hacía mucho tiempo que no me pasaba...
- ¿Estás bien Yami?.- me preguntó, acariciándome la cara con su otra mano, yo volví a asentir con la cabeza.- Dime algo.
- Tranquilo, supongo que me he asustado.- murmuré, di un paso hacia él y le levanté la máscara un poco, lo suficiente para poder darle un pico.- Muchas gracias Water.
- Ya me lo cobraré, lo sabes, ¿no?.- respondió él, guiñándome un ojo.- Buenas noches, Yami.
- Buenas noches, Water.- susurré, entrando en mi habitación.
Me sentía demasiado alterada para dormir pero, aun así, me acosté en cama. Le di vueltas a la cabeza a mil cosas, sabía que en breve tendría que salir otra vez porque ya estaríamos en Noviembre. Suspiré, cambiándome de postura y me dormí pensando en el Ghoul que tanto me estaba sorprendiendo últimamente.
A la mañana siguiente me levanté extrañamente descansada y despejada, el asunto de mi asaltador guardado en un cajón trastero de mi mente.
Hoy teníamos Fiesta Carnal en la Orden, sería algo más especial por ser Halloween y hoy pasaríamos el día decorando en Gran Salón casi todas las hermanas, el resto se dedicarían a hacer un banquete nocturno.
Desayuné con Alpha, Mary y Sara; miré hacia la parejita mientras le sonreía a Sara y ella me contestó poniendo los ojos en blanco. Los tortolitos se dieron cuenta e intentaron disimular pero era obvio que su relación era ahora oficial, no sabía si el resto de la Orden lo sabía pero eso no me importaba mientras ellos fueran felices. Omega vino a sentarse con nosotros casi cuando habíamos acabado.
- ¿Qué hay?.- saludó, sentándose a mi lado pero evitando mirarme, parecía cortado.
- Buenos días, Hermano Aether.- le saludé, luego me dije a mí misma que no podía seguir enfadada para siempre, realmente no me había hecho nada malo así que me corregí.- Omega.
- ¿Ya no estás enfadada conmigo?.- me preguntó tímidamente.
- Si soy sincera aún sigo algo mosca pero echo de menos tenerte como mi amigo y charlar contigo, grandullón.- comenté, acabándome mi té y mis tostadas.
- ¡Gracias a Satán!.- comentó, sin darme tiempo a reaccionar me dio un abrazo de oso.
- ¡Ya era hora!.- exclamó Alpha, levantando las manos al cielo.
Abracé a Omega de vuelta y después fuimos todos juntos a la capilla para la misa, Omega se despidió de mi con un bro fist y Alpha con un golpecito en el hombro. Apenas escuché lo que dijo Papa sobre la misa, lo escuché hablar de fondo y no estuve presente hasta el final.
"Our father
Who art in Hell
Unhallowed be thy name.
Cursed be the sons and daughters
Or thine Nemesis.
Whom are to blame
Thy kindom come.
nemA."
- ¡nemA!.- repetimos todas a coro mientras nos dispersábamos.
- ¡Hermana Yami!.- escuché como me llamaba Papa, me hice la loca pero, cuando insistió no pude ignorarlo así que le hice un gesto a Sara y Mary para que continuasen.
- ¿Ocurre algo Papa?.- pregunté, girándome hacia él y haciéndole una reverencia.
- Eso mismo iba a preguntarte yo, estabas distraída durante la misa.- me acusó, lo miré y me dio la impresión de que estaba enfadado, pues ya éramos dos.
Iba a darle una mala contestación pero sabía que no debía, miré por encima de su hombro y vi a Water observándonos, recordé lo que él me había dicho así que respiré hondo y mantuve mi mal genio a raya.
- Lo siento mucho Papa.- me disculpé, haciéndole otra reverencia y ademán para irme.
- Eso no basta, Yami.- dijo él, dando tres pasos y cortándome el paso.- No puedes comportarte así conmigo.
- Ya he dicho que lo siento, Papa.- repuse entre dientes, inspiré por la nariz y se me ocurrió la excusa perfecta.- Ayer salí y un hombre me intentó atacar con una navaja...
- ¿Qué?.- preguntó, rompiendo su fachada fría y enfadada, se acercó un paso más, examinándome de manera muy similar a la de Water.- ¿Estás bien?
- Sí, gracias por preocuparte, Papa.- miré por encima de mi hombro, Water seguía escuchando.- Un amigo me salvó.
Papa siguió mi mirada para luego enfocar sus ojos dispares en mí, levantó su mano enguantada con intención de tocarme y yo me tensé ligeramente, no quería que me tocase porque seguía dolida pero no iba a apartarme tampoco.
- Me alegro mucho de que estés bien, Yami.- murmuró quedamente, llevando su mano a mi mejilla.- Sé que ahora mismo no soportas estar cerca de mí pero me gustaría que pudieras verlo desde mi punto de vista, yo... lo que le dije a Water...
Se detuvo, inseguro de cómo continuar y, justo cuando se había decidido a hablar, llegó la Hermana Pecadora.
- Siento interrumpir, Papa.- comentó llegando a nuestro lado.- Necesito hablar contigo un instante, Papa. Si nos disculpas, Hermana Yami...
Yo simplemente incliné la cabeza y me fui de allí, hacia el Gran Salón, Me pasé todo el día de risas decorando con Sara y Mary, antes de darnos cuenta ya era hora de la Fiesta Carnal.
Estábamos las 3 sentadas bebiendo vino, Sara estaba entre nosotras dos y, sin venir a cuento, agarró a Mary y la besó en los labios, nunca la había visto hacer eso aunque bueno, la mayoría de las veces, acababan desapareciendo y me quedaba sola con Omega. Pero no, ésta vez no habían llegado nuestros Ghouls conocidos, Sara se separó de Mary y me miró con cara de vicio.
- ¡Nope! Na-ah!.- dije negándome y separándome un poco de ella, sentándome en el brazo del sofá.- No estoy tan aburrida.
Justo terminé de hablar cuando llegaron los demás Ghouls con Papa vestido con su traje casual, hoy iban a tocar también pero Alpha vino directo a nosotras, miró a Mary sonrojada.
- ¿Qué? ¿Estabais pre-calentando el ambiente?.- preguntó juguetón, apartando a Sara y sentándose en medio, pasándole un brazo por los hombros.
- ¡Vale! Es tuya pero es que Yami no me quiere.- se quejó Sara haciendo pucheros y alargando la mano hacia mí.
- Lo siento, Sara, soy hetero.- dije ente risitas.- No descarto probar algún día pero...
- Hmmm... No me importaría ser espectador en eso.- murmuró Water, acercándose a nosotros.
Pasó su mirada por todos hasta detenerse en mí, miró mi postura, con las piernas ligeramente abiertas e inclinó la cabeza para ver hasta donde llegaba la raja de mi falda, dejando al descubierto el liguero. Su escrutinio, lejos de parecerme incómodo, me puso cachonda, así que abrí un centímetro más las piernas, detalle que no le pasó desapercibido. Dio otros dos pasos, colocándose entre mis piernas con su máscara a escasos centímetros de mí, ¡por Satán! Deseaba que me besase, en cambio, sus manos se pasearon por mi piel expuesta como la primera vez que lo vi en el Gran Salón, si aquella vez no me habían desagradado sus atenciones, ahora me volvían loca.
- ¿Truco o trato?.- murmuró Water, su voz sonaba ligeramente ronca.
No era ajena a las miradas de mis amigos pero, sinceramente, me daba igual lo que pensasen. Llevé una de mis manos a la nuca de Water para acercarlo más a mí mientras paseaba mi otra mano por su pecho.
- ¿No puedo escoger las dos?.- le respondí al Ghoul que apretaba su no tan disimulada entrepierna contra la mía.
- ¡Wow! Yo me he perdido un par de capítulos de la historia.- comentó Alpha, no parecía muy disgustado la verdad.
- Yo me he perdido la jodida peli entera.- comentó Sara, sorprendida, puede que algo molesta.
Me separé del Ghoul para mirar a mi amiga, ella escaneó mi cara cuidadosamente y suspiró.
- Sigue sin gustarme, que conste.- murmuró, cruzándose de brazos sobre su muy abultado pecho.
- Yo también te quiero, rubia.- le contesté, acariciándole la cara.
- Tengo que ir al escenario.- susurró Water contra mí.- Estaré pendiente de ti...
Se alejó de mí, no pude menos que sonreír como una colegiala al reconocer la frase que me había dicho aquella vez, Alpha se le unió, codeándolo en las costillas seguramente atosigándolo para soltar prenda.
- Así que Water, ¿eh?.- me preguntó Mary, con una sonrisilla sabionda en la cara.
- Así que Alpha, ¿eh?.- le pregunté de vuelta sonriendo yo también.
- Y a mí Air me da calabazas, no es justo.- dijo Sara, enfurruñándose más.
Ambas la abrazamos, dándonos prisa para alcanzar un buen lugar en la primera fila antes del concierto.
Papa salió al escenario, seguido de los Ghouls y todas las hermanas aplaudieron, incluso yo. Noté como Water me miraba fijamente así que yo le devolví la mirada sin pretender apartarla de él.
- ¡Espero que estéis preparadas para pasarlo de miedo esta noche!.- comentó Papa acercándose al micro y guiñando un ojo.- Hoy vamos a tocar un par de temas escalofriantes.
En ese momento Water comenzó a tocar una melodía de bajo que reconocí a la cuarta nota, abrí la boca asombrada.
- ¡Es Black nº1 de Type O Negative!.- susurré, pero se me debió escuchar con claridad porque Water asintió hacia mí.
- Así es, si os la sabéis, cantadla conmigo.- afirmó Papa por el micro.
"She's in love with herself
She likes the dark
On her milk white neck
The Devil's mark
It's all Hallows Eve
The moon is full
Will she trick or treat
I bet she will"
Dicho ésto Papa, Water se levantó sin dejar de tocar hasta estar al borde del escenario, a escasos 40 cm de mí, levantó su mano izquierda a la máscara para levantársela un poco y se llevó la púa que sostenía en la derecha a la boca, pasándosela por la lengua de forma muy provocativa y sensual. Yo saqué mi lengua sin dejar de mirarlo y él posó la púa en mi lengua, como cuando Papa nos daba las hostias profanas.
Cuando acabó el tema, Papa pidió una copa de vino que se la entregó Carol, ni más ni menos. Él se lo agradeció lanzándole un beso por el aire y bebió un sorbo. Water chasqueó los dedos, devolviendo mi atención a él y se encogió de hombros, yo le asentí.
- Bien, la siguiente canción se llama "From the Pinnacle to the Pit", es nueva pero creo que os gustará.
Water comenzó a tocar otra vez primero, le sonreí y él tocó con más entusiasmo, era muy contagioso verle tocar de esa manera así que salté al ritmo de su bajo.
"You are cast out from the heavens to the ground
Blackened feathers falling down
You are cast out from the heavens to the ground
Blackened feathers falling down
You will wear your independence like a crown"
El estribillo me pareció muy pegadizo y me encantó, estuve completamente centrada en Water, sin prestarle ninguna atención a Papa.
Al acabar el concierto los Ghouls se dispersaron mientras Papa recibía todas las atenciones de las fans, vi perfectamente como Carol le hacía arrumacos y él los recibía gustoso. Me fui a sentar en uno de los sofás, casi no me había sentado cuando vino Omega a mi lado.
- Te vi muy animada hoy.- comentó, dándome una copa de vino y sentándose a mi lado.
- Sí, hoy fue un buen concierto, lo hiciste muy bien.- le dije, bebiendo un sorbo y buscando con la mirada a cierto Ghoul delgado de ojos celestes pero no lo encontré.
- ¿Acaso miraste para mí en algún momento?.- preguntó soltando una carcajada.
- Eras para el único que tenía ojos, Omega.- respondí sonriéndole, abrazando su pecho.
- Ya, claro...- interrumpí a Omega dándole un beso en la máscara.- Vale, te perdono aunque tengo curiosidad por saber desde cuando eres tan cercana a Water.
Yo me solté de él y lo miré, sabía que él y Water no se llevaban bien, para ser sincera, él no le caía bien a nadie.
- Quizás desde que nuestro Papa me folló y luego menospreció nuestra noche juntos.- murmuré, llevándome el vino a los labios.
- ¿En serio?.- me preguntó Omega, realmente atónito. Yo simplemente asentí, terminándome mi copa.
En ese momento Papa cruzó por delante nuestra, parecía bastante ebrio a juzgar porque las dos hermanas que lo estaban casi arrastrando, una de ellas era Carol, la otra una de su rebaño. Él parecía encantado con ellas y me forcé a no decir nada, simplemente apreté la mandíbula. ¿Quién cojones se creía Carol? ¿Por qué Papa volvía a hacerle caso? Bufé mi enfado, levantándome para coger otra copa de vino pero, cuando quise volver al lado de Omega, él tenía a dos hermanas que estaban siendo muy cariñosas con él.
Mire alrededor, parecía que ya habíamos llegado a la hora de la orgía.
Me acabé la copa de vino de un sorbo y me fui hacia mi habitación pero, quizás iba algo más borracha de lo que pensaba porque acabé en el pasillo de las habitaciones de los Nameless Ghouls.
Miré a izquierda y derecha, sin saber muy bien a donde dirigirme, distinguí el símbolo de Water en una de las puertas. No lo pensé, simplemente actué y llamé a la puerta.
- ¿Quién es?.- preguntó su reconocible voz, tan bajito que apenas era audible.
- Soy Yami.- susurré, apoyándome en la pared.
- Un segundo.- pidió y, al cabo de unos segundos, abrió la puerta.
Llevaba puesta su máscara pero podía ver que llevaba su pelo suelto y solamente llevaba unos bóxer negros, exponiendo todo su cuerpo a mi mirada. ¡Wow! Sí que tenía varios tatuajes y muy sexys, tenía que añadir.
- Pasa.- dijo en voz baja y, cuando entré en la habitación, cerró la puerta.- ¿Qué puedo hacer por ti a estas horas intempestivas?
Notaba diversión y curiosidad en su voz, claramente no me esperaba. ¿Había pasado tanto tiempo desde que tocaron en el Gran Salón? Me costaba un poco medir el tiempo, sabía que había estado hablando con Omega pero no me había parecido tanto tiempo.
- Necesito información.- dije mirándolo fijamente, intentando parecer serena.
- ¿Cómo no?.- se mofó él, acercándose a la ventana, apoyándose ahí despreocupadamente.- ¿Qué quieres saber?
- Quiero saber si Carol está relacionada con el Clero.- fui directa al grano, me acerqué un paso más a donde estaba él, poder verle casi con toda claridad resultaba hipnotizante.
Él soltó una pequeña carcajada, apoyándose en el marco de la ventana y mirando al exterior.
- No puedes pagar el precio de esa información, Yami.- dijo él sin mirarme.- Por mucho que te haga precio amigo.
- ¿Qué quieres?.- pregunté, mentalmente muy preparada para lo que me iba a pedir, sobretodo después de nuestros dos últimos encuentros subidos de tono.
- Ya lo sabes.- respondió, todavía sin mirar hacia mí.- El precio no ha cambiado.
- Vale. Acepto.- dije, empezando a quitarme el velo de mi cabeza y tirándolo al suelo.
Me miró de golpe, confuso, sorprendido; se acercó a grandes pasos hacia mí y durante un instante sentí temor pero él se paró a solamente unos centímetros.
- Pareces un poco ebria, ¿segura de que el alcohol no habla por ti?.- me preguntó, escaneando mi cara con su mirada.
Negué con la cabeza, llevando mis manos a su máscara y quitándosela, él se lanzó a mi boca sediento, forzó otra vez la barrera de mis labios hasta encontrar mi lengua mientras sus manos recorrían cada parte de mi cuerpo apasionadamente, presa de un frenesí extremo que yo le devolví.
Me separé de él para recobrar el aliento, deje su máscara en la mesilla de noche y noté como él me apartaba el pelo para bajarme la cremallera, me estremecí cuando depositó un beso detrás de mi oreja izquierda, justo en su Grucifix (era suyo porque él me lo había tatuado). Me revolví, quitándome la ropa y ahora que ambos estábamos en ropa interior, Water me empujó sobre su cama, cayendo encima de mí pero antes pude comprobar varios de sus tatuajes: tenía uno grande en su pectoral derecho (me recordaba a Mercyful Fate o así), tenía otro en su antebrazo derecho y algo más en el izquierdo. Él me sujetó ambas manos por encima de la cabeza con una de las suyas.
- ¡Joder! Quiero hacerte tantas cosas que no sé por dónde empezar.- gruñó, bajando su boca para morderme un pezón por encima del sujetador.
- ¡Ah, Water!.- gemí, arqueando mi espalda contra él y su lengua jugueteó hasta llegar a mi mandíbula, donde soltó un pequeño mordisco antes de volver a besarme.
Se separó con las pupilas dilatadas por el deseo, se llevó un par de dedos a los labios para chupárselos y yo me removí, sintiendo como si mi cuerpo estuviera en llamas. Él introdujo esos dos dedos dentro de mí sin problema, gemí otra vez y él ronroneó satisfecho. Me besó otra vez mientras sus dedos se movían sin parar en mi interior.
Yo logré soltar una mano que bajé a sus bóxers pero él me detuvo, cogió un preservativo de la mesilla de noche y me lo entregó.
- Mejor ponme eso antes de que pierda el control.- murmuró, lamiéndose con gusto los dedos que habían estado en mi interior.
Yo lo empujé, cambiando nuestras posiciones y lo miré desde abajo, con mi cabeza apoyada en su bajo abdomen.
- ¿Acaso estás tan cachondo que no aguantas un poco de juego previo?.- le pregunté, metiendo mi mano en sus bóxers y sacando su polla, lamiéndosela desde la base hasta la punta.
Water soltó un gemido gutural y una de sus manos se enredó en mi pelo, sujetándome con fuerza.
- ¡Uffff, Yami! ¡Mierda!.- gruñó, mirándome con sus ojos nublados por la lujuria.
- ¿Quieres que pare?.- le pregunté con un ronroneo, lamiéndolo otra vez y dándole un leve mordisquito en la punta antes de metérmelo de lleno en la boca.
- ¡Oh, joder!.- jadeó, apartándome el pelo con su otra mano, pude ver como dejaba caer la cabeza hacia atrás cerrando los ojos.
Hice vacío con la boca para chupar mejor mientras mi lengua jugueteaba con su glande y mi mano encargó de masajear sus testículos, sus jadeos de placer pronto llenaron la habitación, volviéndome loca.
- Ya veo que quieres acabar pronto conmigo.- murmuró entre jadeos.
Asentí con su polla en la boca, le volví a lamer desde la base hasta arriba del todo varias veces mientras lo pajeaba con la mano, su cuerpo se tensó y supe que no debía de faltarle mucho así que volví a metérmelo en la boca. Al poco él explotó llenando mi boca con su sabor y me lo tragué antes de que sus manos me soltasen.
Lo limpié con un par de lametones perezosos, tenía pensado dejarlo descansar un poco pero él tenía otros planes.
Volvió a cambiarnos de postura, me bajó el culotte con delicadeza sin dejar de mirarme fijamente y sonrió de medio lado.
- Ahora me toca a mí.- susurró, colocando su cabeza en mi entrepierna y dándome un mordisco en la zona interior del muslo.- Me ha gustado ver que puedes ser dominante, nena.
Abrí la boca para responderle algo pero en su lugar solté un fuerte jadeo cuando su lengua encontró mi clítoris.
- No vas a tardar nada en correrte para mí, ¿verdad?.- me preguntó, metiendo dos dedos dentro de mí mientras renovaba sus atenciones en el botón de mi placer.
- Aaaahhh... Water.- gemí, agarrándome con fuerza a sus sábanas durante un segundo antes de comenzar a acariciarme yo mis pezones.
Al verme él soltó una risa gutural, chupando con fuerza en el punto exacto y mandando una descarga de placer por todo mi cuerpo, dejándome muy cerca del borde. Water metió un tercer dedo dentro de mí sin dejar de chupar y eso fue lo que necesité para correrme, gritando su nombre mientras me convertía en una masa espasmódica de placer.
Estaba todavía presa de las últimas olas de placer cuando asaltó mis labios.
- Mira lo bien que sabemos juntos, nena.- murmuró, metiéndome la lengua y yo le respondí al asalto, le arañé levemente la espalda y el gruñó contra mí.- ¿Quieres ya la segunda ronda?
Yo me reí un poco, negando con la cabeza y él sonrió antes de darme un beso lento y suave, estuvimos de esa guisa un par de minutos hasta que noté como estaba volviendo a excitarse y él comenzó a acariciarme los pezones.
Cogí el preservativo con una mano mientras llevaba la otra a su polla semi erecta, lo masturbé un poco hasta que estuvo completamente duro y, entonces, le puse el condón. Water me dio un beso en la mandíbula mientras guiaba su erección dentro de mí y empujó, entrando de una estocada en mi interior. Ambos gemimos a coro y yo me agarré a él con mis piernas rodeándole la cintura.
- Eso es, nena, agárrate bien.- me susurró antes de comenzar el ritmo de un martillo percutor.
Comencé a gemir como una poseída pero él calló mis labios con los suyos, le agarré del pelo lo suficiente para que se separase y morderle el cuello, lo que hizo que acelerase más el ritmo. Me llevé una mano a la boca para no gritar de placer, él sonrió sensualmente y bajó su boca a uno de mis pezones, solté un gemido ahogado.
- Eres muy sensible aquí, ¿verdad?.- me preguntó, lamiendo primero un pezón y luego el otro, no pude responderle, solamente asentir.
- ¡Ven aquí!.- exclamó, saliendo de mi interior y moviéndome para que quedase a 4 patas de espaldas a él.
Noté sus manos en mis caderas antes de que volviese a llenarme completamente, desde atrás tenía un mejor ángulo y era más profundo, dejé caer la cabeza en la almohada antes de gemir. Me incorporé un poco, entonces él llevó su mano a mi abdomen para pegar nuestros cuerpos sin dejar de penetrarme y yo giré como pude la cabeza para besarlo. Aquella mano en mi abdomen subió hasta pellizcar mi pezón y jadeé contra su boca. Me agarré con fuerza al cabecero de la cama mientras comenzaba a sentir que otro orgasmo se acumulaba en mi bajo vientre, Water soltó su agarre en mi cadera para llevar su mano a mi otro pezón, estimulándome al 100%.
- ¡Oh, Water! ¡Ah!.- por Satán, no podía parar de gemir, era demasiado gozo, este Ghoul era en realidad un íncubo porque no era normal que diese siempre en el punto de placer máximo.
- ¿Ya vas a correrte, nena?.- me preguntó, mordiéndome el lóbulo de la oreja.
- Ah... sí...- logré decir entre jadeos.
Él paró de repente, salió y me dio la vuelta, sin darme tiempo casi a pestañear volvía a estar dentro de mí. Él soltó un gruñido gutural que me puso muchísimo y yo solté un pequeño gemido.
- Me encanta ver cómo te corres.- murmuró, bajando su boca a mi pezón mientras una de sus manos pellizcaba el otro.
Sus embestidas no habían bajado de ritmo para nada, me agarré a su pelo con desesperación notándome otra vez al borde.
Entonces Water mordió ligeramente el pezón que su lengua estaba torturando y me corrí otra vez, estoy segura de que su espalda parecería un cuadro abstracto al día siguiente pero a él no parecía importarle ya que se corrió poco después, jadeando mi nombre.
Vagamente percibí como él salía de mi interior y se quitaba el preservativo antes de que se tirase boca arriba en la cama, abrazándome contra él. Yo le di un beso justo encima del tatuaje del pectoral derecho y él me sujetó más fuertemente.
Estuvimos en silencio un buen rato, ya había comenzado a entrar en un duermevela cuando su susurro me desveló.
- Carol es hija de uno de los miembros del Clero.- dijo con voz suave.- Por eso soportaban las estupideces que hacía.
Me quede de piedra, así que era lo que yo me temía, que Carol era prácticamente intocable a no ser que el propio Clero decidiese tomar medidas contra ella. De repente caí en la cuenta de cómo había dicho Water la frase.
- ¡Espera!.- dije, incorporándome para mirarlo a la cara.- ¿Por qué lo has dicho en pasado?
- Porque esa perra no volverá a hacer daño.- murmuró él, paseando su mano distraídamente por la cicatriz de mi hombro.
- ¿Qué has hecho?.- susurré, reprimiendo un escalofrío y con la terrible certeza de lo que me iba a responder.
- Solucionar el problema.- comentó, mirándome fijamente, analizando mi reacción.
Siendo sincera no podía decir que me desagradase la idea, es decir, Carol me había intentado joder a base de bien y era una harpía pero, que Water lo dijese tan despreocupado...
- ¿Vas a huir de mí?.- preguntó, cortando mis pensamientos.
- No, solamente es que... bueno... no puedo decir que sienta lástima...- comencé a decir, apoyándome otra vez en su pecho.
- Entonces no digas nada, Yami.- me cortó él, dándome un beso en la frente.- Simplemente haz como si no supieses nada.
Me quedé rumiando sus palabras un rato, no era una amenaza, era un consejo y asentí. Aceptándolo.
- ¿Lo has hecho porque me atacó?.- no pude evitar preguntarle.
- Sí.- fue su única respuesta.
- Gracias Water.- murmuré, dándole un pico en los labios.
- De nada, Yami.- respondió él, abrazándome fuertemente antes de soltarme.- Deberías volver a tu propia habitación, nena.
Asentí otra vez antes de levantarme, vistiéndome con bastante tranquilidad mientras Water me observaba tirado en cama con los brazos a la nuca, me agaché para recoger mi velo y escuché el ruido de las sábanas antes de notar sus manos en mi cintura, sus labios me dieron otro suave beso en su Grucifix y me subió la cremallera del hábito.
- Buenas noches nena.- susurró, empujándome suavemente hacia la puerta.
- Buenas noches, Water.- susurré de vuelta, dándole otro rápido pico en los labios antes de irme.
Volví a mi habitación en un tiempo récord, sintiendo una amalgama de emociones pero el balance era positivo. Sí, definitivamente era positivo.
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La Orden del Grucifix
FanfictionFanfiction. OC/ Papa Emeritus III. La historia nos narra como Yami, una chica espontánea y normal, se ve de repente en una mala situación. Al conocer al Papa Emeritus III y sus Nameless Ghouls todo su mundo se vuelve patas arriba.