Capitulo 2. Nuevas Pistas

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-No, Nooooooooooo- los gritos fueron silenciados inmediatamente por dos golpes en seco.

Vi a mi alrededor y todo estaba oscuro me tape la boca mientras lágrimas corrían por mis mejillas, escuché una respiración pesada y cansada fuera del lugar en donde estaba, escuché como alguien caminaba y daba pesados pasos por un momento hasta que estos se empezaron a acercar a mi, lentamente un par de puertas frente a mi se abrieron levemente, naturalmente retrocedi lo más callada posible para no delatar mi posición hasta topar con una pared de madera con mi espalda, por un par de segundos todo era silencio a excepción de mi corazón el cual estaba latiendo con fuerza indicandome peligro.

Repentinamente ambas puertas se abrieron de golpe mostrando frente a mi un tigre con los ojos rojos y una cara llena de furia la cual inmediatamente al percatarse de mi presencia este se abalanzó sobre mi con la boca abierta mostrando sus colmillos...

-AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA-

inmediatamente me levanté de mi cama y prendi la luz de mi lámpara para luego desenfundar mi arma la cual siempre llevaba conmigo.

Podía sentir como mi corazón latía con fuerza y sentía como lagrimas de terror se resvalaban por todo mi rostro hasta caer al suelo.

Con cuidado revise toda mi habitación hasta que encontré a un invasor roncando en mi sillón.

Me acerqué a él apuntándole con mi arma y vi que era un zorro rojo dormido plácidamente en mi sillón.
Le estaba apuntando al mamífero podía sentir como mi respiración se aceleraba y mis manos estaban temblando haciendo temblar ligeramente la mira de mi pistola.
Tenia el dedo listo en el gatillo y cada músculo de mi cuerpo y cada instinto de supervivencia me gritaba que jalara de este para accionar el arma.

Estaba lista para disparar con una cara que era una mezcla de terror y odio, vi la cara de ese otro mamífero, la cara de ese zorro y rápidamente recordé la razón del porqué estaba este con migo, inmediatamente dejé de apuntar el cañón de mi pistola de su cuerpo ahora apuntando este al suelo.

Con una pata intente de secar las lágrimas que salían de mis ojos pero estas simplemente no paraban de salir.

Nick se movió un poco acomodándose en el sofá para luego seguir roncando plácidamente.

Me quedé viendo un momento su cuerpo, tapandome la boca para no soltar ningún chillido, ~¡Dios casi le disparo!~ dije en mi mente mientras empezaba a sentir espasmos en mi pecho, lo más silenciosa que se me fue posible corrí hasta mi baño y cerré la puerta lo más suave que pude para no despertar al zorro, prendi la llave del lavamanos e inmediatamente empeze llorar intentando no hacer un ruido alto.

Sentía ganas de vomitar y al mismo tiempo sentía como si todo a mi alrededor diera vueltas.

Mire un momento mis manos y estas no paraban de temblar voltie a ver mi reflejo viendo mi cara de horror y como si acabará de ver un fantasma tire mi cuerpo asia atrás pegando mi espalda a la pared y desplomándome quedando sentada en el suelo.

Sentía terror en ese momento por todo lo ocurrido hace segundos atrás, estaba apunto de dispararle a otro mamífero por simple miedo y todo por una estúpida pesadilla.

Cerre los ojos y recoste mi cabeza en mis rodillas mientras tapaba mis oídos con mis patas.

-Solo es un sueño, solo es un sueño, solo es un sueño, solo es un sueño...- repeti en voz alta, y lentamente todo se fue calmando, el mundo dejo de dar vueltas, mi respiración se tranquilizó y mis manos dejaron de temblar -...solo es un sueño, solo es un sueño...- segui diciendo en una voz un poco más tranquila aunque aún seguia nerviosa -...solo es un sueño- dije finalmente ya abriendo los ojos y limpiandome por fin las últimas lagrima que quedaban en mi rostro, me levanté del suelo, me hacerque al lavamanos y refresque mi rostro con un poco de agua.

zootopia - La Ciudad CaidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora