❝La vida pende de un hilo y tú estás dispuesto a robármelo, todos estamos en peligro contigo aquí❞.
¡Prepárate para una buena dosis de Drama!
#4 en BIA |12•08•19|
#1 en Guido Messina |16•09•19|
#2 en Julio Peña |24•10•19|
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•°━━━━━━━━━━━━━━°• Capítulo 29 "Lo que me hiciste hacer" •°━━━━━━━━━━━━━━°•
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— Lo siento chicos pero en este momento no pueden pasar a verla, estamos tratando de estabilizarla para trasladarla de terapia intensiva— les dijo el doctor antes de que saliera casi corriendo por el pasillo.
— Seguro la quieren trasladar a otra área porque dejarán a un guardia custodiando su puerta— Giulia tocaba su cabeza nerviosa. Ambos chicos la miraron y sus gestos preocupados lo dijeron todo.
— Chicos nos acabamos de enterar, ¿ya pudieron pasar a verla?— preguntó Agustina, entrando a la sala de espera junto a Luis.
— No, parece que se alteró al ver a los oficiales y la están estabilizando— respondió Giulia.
— Iré a la central de policías a ver si la situación de Maxi y los chicos va bien— anunció el ojiazul.
— Yo iré contigo— Luis besó la frente de Agustina y partió junto al chico.
Giulia despidió a su novio con la mano y Agustina se sentó a su lado.
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— Isa, ¿cómo te sientes cariño?— la rubia había ingresado a la habitación, una vez autorizada su visita, después de día y medio de espera.
Tenía razón, afuera había un guardia custodiando, con cara de pocos amigos.
— Él disfrutaba del dolor... porque no era el suyo— murmuró la chica, con la mirada perdida en algún punto de la habitación, sin prestarle mucha atención a la recién llegada.
Giulia sabía perfectamente de a quién se refería su amiga. La observó mejor, su rostro parecía tenso y por supuesto, el objeto metálico aprisionando su muñeca no pasó desapercibido.
— Aún muerto, sigue torturando— agregó fijando por fin su mirada en su amiga. Giulia sintió un escalofrío recorrer su espalda, nunca había visto a Isabela de esa forma, tan fuera de sí, como si se tratara de otra persona.
— Será difícil reponerse de esto pero aquí estamos para apoyarte— dijo recibiendo una pequeña sonrisa ladeada por parte de la castaña, parecía haber recobrado su cordura y calidez.
— Giu, te quiero... pero necesito estar sola.
Un poco contrariada, asintió y se encaminó a la puerta. — Recuerda que somos tu familia Isa— dijo antes de cerrarla por completo.
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— Dije que quería estar sola...
— Sé lo que tratas de hacer Isa— Julio se acercó a ella y se sentó a un costado.
